Familia con Takemichi [One-Chot, yaoi y más]

🥀 | Male Emma x Takemichi | 🌹

[Advertencias]

-AU Bonten

-Sin viajes en el tiempo

-Adopción 

-Fem Takemichi 

-Secuestro

-Mención a la violencia

Emma: -juro que para la próxima te matare si vuelves a hablar de mi esposa de esa forma, Haitani- dijo con enojo

Emma Sano, segundo al mando de Bonten, que era dirigida por su hermano mayor, Manjiro, mejor conocido como Mikey, acaba de clavar en la mesa un cuchillo muy cerca de la mano de Ran Haitani, por un simple razón.

Ran acababa de hablar mal de su amada esposa.

Si, Emma era un hombre felizmente casado, claro que tenia a su esposa encerrada en un departamento donde vivían, dentro de la mansión de Bonten, pero la amaba, y ella lo amaba a él, si, eso después de que lograra que ella se diera cuenta que él era la mejor opción y de castigarla luego de sus intentos de escapar, pero se amaban.

Takemichi Sano, de soltera Hanagaki era la esposa de Emma, claro que nadie sabia eso, ni su hermano mayor, eso seria peligroso, pero como a Mikey le gustaba consentir a su hermanito, nunca le pregunto sobre la identidad de su esposa, siempre y cuando no causara problemas.

Bueno, el caso es que Takemichi era su amada y dulce esposa, y tenían una hermosa hija llamada Natsuki Sano, la cual era adoptada, esto debido a que Take tenia complicaciones para quedarse embarazada, así que poniendo por enzima la salud de su esposa, Emma tomo la decisión de adoptar, adoptando a la pequeña.

El caso es que en Bonten se sabia sobre la condición de su esposa, como de la existencia de Natsuki, ya que ella si podía salir de la "habitación" de Emma, por cierto, Mikey adoraba mimar a su pequeña sobrina.

Bueno, dejando eso, Emma había llegado de hacer un trabajo, cuando escucho a Ran hablar sobre la condición de su esposa de no poder tener hijos, las palabras que uso, el tono divertido que tenia y las risas que soltó lo hicieron enojar de sobre manera, por lo que tomo un cuchillo y de sorpresa lo clavo en la mesa, muy cerca de la mano de Ran, que se le fue el alma al ver al rubio.

Emma miro con enojo a Ran, el cual estaba rezando por su vida, el Sano solo lo miraba con una escoria, y le dejo otra advertencia de que para la próxima lo mataba sin importarle las consecuencias.

Luego de fue rumbo donde estaba su esposa eh hija, por el camino intento relajar su expresión para no asustarlas, al llegar a la puerta puso las 5 contraseñas para entrar, la habitación era la más segura de la mansión, exclusiva de su familia.

Al entrar, en ves de una habitación, se encontró un departamento, lo único que sobresalía eran los barrotes en las ventanas y las cámaras de seguridad, pero eran detalles, a su nariz le llego el dulce olor de galletas recién echas.

Natsuki: -¡Papá llego!- grito corriendo donde su padre

La pequeña Natsuki tenia un hermoso cabello lacio de color negro, ojos lavanda y piel blanca, Emma sonrió genuinamente mientras abrazaba y alzaba a su pequeña princesa.

Emma: -¡Papá ya esta en casa mi princesa!- dijo mientras besaba la cara de su pequeña 

Takemichi que estaba en la cocina sacando las galletas del horno, las dejo para ir donde su esposo, sus ojos, antes brillantes y hermosos, se encontraban apagados, pero cuando miro a su adorada hija, una pequeña chispa de luz paso por ellos, y con la mejor de las sonrisas, fue donde ellos.

Takemichi: -bienvenido a casa, cielo- dijo ella mientras besaba la mejilla de Emma

Emma: -ya estoy en casa mi amor- dijo con una sonrisa

Con uno de sus brazos atrajo a Takemichi, tomándola de la cintura, para darle un beso en los labios, Takemichi lo correspondió por supuesto, no deseaba que su pequeña viera como su padre la golpeaba.

Luego de eso y que Emma se cambiara su traje de trabajo, tanto él como Natsuki se sentaron en la sala viendo la tele, mientras Takemichi cocinaba la cena, para luego sentarse los tres en la mesa a comer junto a las galletas, comiendo como cualquier familia normal, donde los dos adultos prestaban atención a lo que la menor contaba.

Uno, porque deseaba saber el día de su pequeña y ver si ella soltaba algún intento de escape nuevamente de su esposa, y el otro para distraerse de su situación actual.