Sword Edge

Capítulo 10

En este momento, Lin Yifei tenía técnica y experiencia, pero su coordinación y fuerza física no podían mantenerse.

Mientras tanto, Chris no tenía la habilidad suficiente y no tenía la experiencia de Lin Yifei. Aunque a menudo fue derrotado por el sable de Lin Yifei , siempre mejoró a una velocidad asombrosa. Cada movimiento de sable suyo se volvió excepcional.

De vez en cuando, su sable golpeaba con terror, haciendo que Lin Yifei se sonrojara.

Ese día, se quitaron los equipos de protección y se acostaron en el césped para ver la puesta de sol.

"Yifei, es hora de que hagas ejercicio". Chris dijo rotundamente.

Lin Yifei se dio la vuelta y bostezó: "Olvídalo, soy tan perezoso".

"¿No quieres ser un campeón mundial?"

"Yo..." Lin Yifei frunció el ceño. Cuando fue a Washington a prepararse para el Campeonato Olímpico, quiso hablar con un entrenador al que admiraba mucho. En ese momento, Chris insistió en que persuadiría al entrenador por él, pero tenía que decirlo él mismo. Justo después de estar unos días en Washington, Chris tuvo un accidente. "No quiero ser campeón mundial".

"¿Por qué?" Chris era una persona que rara vez hacía preguntas.

Lin Yifei se sentó de repente, "Chris, debes convertirte en el campeón olímpico del evento de sable en el futuro. Seré tu compañero de equipo".

"Pero quiero que seas mi oponente".

" ¿ Ah ?" Lin Yifei levantó las cejas. "No quiero competir contigo en absoluto".

No sabes lo agudos que eran tus ojos cuando me encontraste en la cancha, como si me estuvieran aislando del resto del mundo.

"De esta manera, me mirarás sin distracciones".

En ese momento, el tren pasó por la plataforma del puente. Hubo un fuerte sonido retumbante. Lin Yifei volvió la cabeza y miró a Chris. "¿Qué dijiste?"

"Nada. Te llevaré a casa". Habiendo terminado de decir eso, se levantó y fue a empujar su bicicleta.

El verano pasó así.

Justo cuando Lin Yifei sintió que él y Chris crecerían de esta manera tranquila, finalmente llegó ese punto de inflexión predestinado.

Durante el otoño, las hojas de las ramas cayeron. Chris anduvo en bicicleta sobre las hojas muertas en la calle de Lin Yifei, emitiendo sonidos de crujidos.

"Chris, ¿tu marco trasero parece un poco flojo? ¿Se caerá repentinamente?" Lin Yifei estaba un poco nervioso.

"Es porque te has hecho más alto. Te has vuelto más pesado". Chris continuó cabalgando constantemente.

"¿En serio? No es de extrañar que piense que ese conjunto de equipo de protección está un poco ajustado recientemente". Lin Yifei estaba encantado. Cuando tenía 22 años, solo medía 1,78 metros , pero Chris ya medía 1,85 metros .

Cuando llegaron a la puerta del café de Chris, los dos chicos se sorprendieron.

Un auto negro estaba estacionado allí. Lin Yifei supo de un vistazo que era valioso. Tales autos no deberían encontrarse por aquí.

Las dos personas se bajaron de la bicicleta. Ya había gente alrededor para ver la escena. Sus ojos eran extraños. Cuando vieron a Chris, su expresión se volvió envidiosa.

¡Subiré y echaré un vistazo! Chris corrió escaleras arriba.

En la habitación estrecha, su madre estaba sentada en la cama con la cabeza apoyada en el hombro de un hombre llorando.