Verdades y amores descubiertos (Reescrita)

capítulo 17

Lugar desconocido

- todos son unos malditos inútiles, no puedo creer que un simple mocoso pudiera con ustedes...... de hecho es mi culpa por haber confiado en personas tan estúpidas-  las personas que se encontraban ahí, temblaron de terror al oír la voz enojada de su jefe.

No solo habían fallado su misión sino que también dejaron que un mocoso de 14 casi 15 años los humillara, se preguntaban si eran tan inútiles como decía su jefe.

-je-jefe - el hombre dejo de hablar al notar como su jefe lo estaba observando - no fue nuestra culpa, el padre del vongola nos había dado información falsa-.

Aquel hombre que se decía que era el jefe, observó con incredulidad a la persona que hablo, - fuera o no fuera falso, ustedes inútiles tenían que confirmar esa maldita información.- todos saltaron ante el grito de su jefe.

- por favor denos otra oportunidad- rogó la única mujer que se encontraba ahí.

El hombre agarro bruscamente la barbilla de la mujer - escúchame muy bien maldita perra, es la última oportunidad que les doy, sino tengo resultados en tres días, todos ustedes estarán muertos- la mujer ahogó un grito de terror al ver cómo su jefe ponía su pistola en su garganta.

Sino cumplían con lo que les dijo su jefe, ellos iban hacer comida para peces, ante tal pensamiento juraron hacer hasta lo imposible para matar al décimo vongola.

(....)

Escuela vongola

Los estudiantes de la prestigiosa escuela de vongola veían con admiración como tsuna ponía en su lugar a todos esos extras que se creían importantes .

¡Pero ellos querían más!

¡Querían que esas malditas escorias sintieran lo que sintió tsuna cuando lo acosaban!

¡Y ellos iban a devolver todo lo que su ídolo sufrió por esas mierdecillas!

Los alumnos de namimori sintieron un escalofrío recorrer por su espalda, algo malo iba a pasar.

El dolor de cabeza de tsuna se incrementaba, no solo era sus compañeros, sino también por Iemetsu y ahora a eso súmale el atentado contra su persona y contra sus compañeros, los planes de kyoko, el maldito papeleo que tenía gracias a sus guardianes. Si sucedía algo más, tsuna estaba seguro de explotar y mandar todo muy lejos.

Hibari quien observaba como su conejito hacía caras que para él le eran tiernas, no noto como un alumno lo miraba de forma siniestra.

¡ No te preocupes Hibari-san pronto romperé el hechizo que te puso dame-tsuna y cuando lo rompa podré tenerte para mí!

Al parecer tsuna tendrá que cuidar a su carnívoro sino quiere que un acosador de quinta se lo robe. .

Mientras tanto el acosador pensó en el día de ayer dónde tuvo una plática con kyoko.

Flash back

Kyoko estaba buscando por toda la mansión a la persona que la ayudaría para alejar a su tsuna de hibari, buscando el lo más oscuro de la mansión encontró a la persona que tanto le ayudará en el futuro.

- no sabía que estabas aquí- hablo con la voz más dulce que pudo hacer.

- no creo que por eso me hayas buscado o si kyoko- interrogó el joven sin mirar a la peli-zanahoria .

-estas en lo correcto- kyoko cambio su tono de voz - estoy aquí para ofrecerte un trato que te convendrá-.

Kaito que es como se llama el chico miro a kyoko esperando que siguiera hablando.

- se por muy buenas fuentes que a ti te gusta hibari kyoya- sin recibir respuesta alguna kyoko volvió a hablar- quiero que me ayudes a separar a mi tsuna de hibari, tsuna solo está haciendo esto para darme celos, pero ya fue mucho tiempo en que empezó hacer esta asquerosidad de salir con el demonio de namimori-

Sabía que ese maldito tsuna había hechizado a su amado hibari, sino este nunca se hubiera fijado en alguien tan inútil como sawada. Convencido por las palabras de kyoko acepto el trato, él al final podrá quedarse con hibari después de quitar el hechizo de dame-tsuna.

Con eso en mente ambos se dieron la mano para sellar dicho trato .

Fin flash back

Kyoya sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo, llamando la atención del castaño.

Cuando tsuna iba a preguntarle a hibari que es lo que tenía fue interrumpido cuando el director los hizo pasar.

Todos los alumnos de vongola miraban con odio puro a sus invitados, el “maton" de la escuela empujó con brusquedad a los principales brabucones de tsuna.

-escuchenme bien malditas porquerías, ninguno de ustedes son bienvenidos aqui, así que espero no nos hagan enfadar porque sino la pasarán muy mal el resto de sus días escolares aqui-

mochida quien fue el receptor del matón gimió de dolor ya que ese chico le estaba jalando demasiado su cabello, con una mirada llena de dolor volteo para ver al director para que hiciera algo, pero al ver cómo este sonreía burlonamente y hacía como que no pasaba nada, se fue de ahí para seguir haciendo lo suyo.

- oh y se me olvidó decirles, ningún maestro los ayudará- .

Bienvenidos a su infierno

(...)

Namimori Japón

Nana se encontraba destrozada por todo lo que sucedió hace unas cuantas horas, los hombres que se encontraban con ella hacían todo lo posible para animarla, pero nada de lo que hicieran había funcionado. Cómo último recurso llamaron a tsunayoshi para que él les dijera que hacer.

- jefe- hablo el líder - ya atraparon a Iemetsu.....pero su madre no se encuentra bien-

El líder oía como tsuna soltaba un suspiro.

- quiero que la traigan a Italia lo más pronto posible, ella ya no está segura ahí- ordenó tsuna .

Aunque ellos casi nunca hablaron con tsuna, sabían que algo grande iba a suceder y que la castaña a la cual cuidaban iba a estar en grave peligro, así que cuando se durmió Nana los hombres recogieron unas pocas pertenencias que para ella eran importantes.

El líder hizo señas para que se movieran más rápido, entre más se tardarán mayor peligro corrían, y aunque ellos fueran más fuerte eso no quitaba el echo de que pusieran peligro a Nana.

Después de unos minutos, los hombres se retiraron con Nana de aquella casa, dejando atrás todos esos doloros como felices recuerdos.

(....)

-sabes que esto no se quedará así verdad- pronunció con burla Iemetsu.

Bermuda solo miro a Iemetsu, sabía que algo estaba planeando, pero no el que, por eso era muy importante llegar a vindice.

Un derramamiento de sangre estaba por llegar.