Salvando a un Desgraciado Slytherin #2

Prólogo

PRÓLOGO

SIRIUS RESUELVE EL PROBLEMA

—MANOS REALMENTE AGILES PARA UN MILLONARIO—

Sirius era realmente consciente de que muchos de los actos que había cometido en lo corto de su vida eran bastante cuestionables, sobre todo aquello que habían sido dirigidos hacía cierto Slytherin que había dado su último aliento hace un par de meses atrás, sabía que en parte era su culpa y debía vivir con el remordimiento constante porque no había manera de que el pudiera redimirse con un muerto. Aun así se había disculpado con las estrellas al nombre de Severus Snape incontables veces desde el suceso.

Se había encontrado tan aislado en su propio duelo y en ayudar a Regulus con el suyo que descuido por completo a sus amigos, a James en específico, confiado en que el seguía con su vida normal como si nada hubiera pasado. Su sorpresa fue grande cuando encontró aquella carta suicida en donde confesaba un profundo amor por el difunto Snape del cual el jamás se había enterado.

Recuerda el momento de desespero en el que corría por los pasillos con el mapa del merodeador en una mano y su varita en la otra, el sentimiento asfixiante por pensar en la perdida de James era mucho más fuerte que el dolor en sus pulmones por el sobre esfuerzo de su cuerpo para llegar a tiempo hasta lo más alto de la torre de astronomía. Vio saltar a su compañero de aventuras y no dudo ni dos segundos en ir tras él arriesgando su propia vida. Para su enorme satisfacción ambos resultaron físicamente ilesos.

James lloró en sus brazos como jamás lo había hecho antes, maldiciéndolo y golpeándolo débilmente hasta que Peter hizo acto de presencia con la Señorita Pomfrey y su jefa de casa.

Su mejor amigo fue internado en enfermería esa misma tarde, le visitó día tras día por alrededor de un mes, todo ese tiempo su miope amigo se rehusó a hablarle e incluso dirigirle la mirada, le había dolido como la mierda el rechazo, pero sabía que solo sería temporal, sobre todo cuando en su búsqueda para ayudar a su amigo había encontrado algo que no solo ayudaría a James a estar con su amado, sino que le daría la oportunidad a él mismo para redimirse ante la persona a la que más daño había hecho en su vida.

El giratiempo escondido en su bolsillo había sido encontrado por mera coincidencia en la oficina de su profesora de transfiguraciones, pensó que no habría mal en pedirlo prestado por un tiempo si era para una buena causa. Seguramente McGonnagall lo entendería, cuando se enterara, bueno si es que lo hacía claro está.

Así que, con una alegría poco común para la situación, entró en la enfermería dispuesto a hacer feliz al imbécil de su mejor amigo.

Para suerte de Black la enfermería se encontraba vacía a excepción de James, saltó sobre su camilla con descuido sacándole un quejido al morocho y a su vez alertando de su presencia.

—Lárgate Sirius.

—Noup. — se encargó de hacer énfasis al final de la palabra, solo para ser una molestia — De hecho, tengo algo que te hará feliz, Prongs.

—La señorita Pomfrey dijo que debía descansar...

Sirius bufó con aburrimiento mientras sacaba del bolsillo de su túnica el giratiempo, dándole con el en la cabeza a James.

—Sirius, qué mierd...

La frase quedó a la mitad cuando James visualizó con claridad al objeto con el que había sido agredido. Se levantó casi de inmediato, tirando a Sirius de la camilla, no tardó más de dos segundos en treparse sobre él intentando quitarle el giratiempo.

—¿De dónde lo sacaste?

El Black lo quito de su alcance mientras empujaba a James para que saliera de encima.

—Digamos que McGonnagall me lo ha prestado... simbólicamente.

—¿Lo robaste?

Sirius hizo una mueca desentendida.

—¿Robar? No. —bufó — Porque lo devolveré, eventualmente.

La risa de James pudo escucharse por toda la enfermería, podía ver incluso como el aura que estaba a su alrededor de él volvía a brillar como antes.

Sirius acompaño la risa de su mejor amigo, creo que jamás se había sentido tan feliz por robar algo.

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EDITADO.

Les traigo la segunda parte de Cartas de Amor para el Mounstro de Gryffindor, esperando por ese final feliz ue tanto necesitamos.

Espero les guste.

-SNAKEVOD