Salvando a un Desgraciado Slytherin #2

3

¡SEVERUS SNAPE ESTÁ VIVO!
—EL CRUEL RECHAZO DE LA VERDAD—

—¡¿Qué demonios crees que haces?!

El brusco jalón en la parte trasera del cuello de su camisa lo obligo a apartarse a los pocos segundos de haber envuelto en sus brazos a Severus, la misma fuerza de este lo hizo caer tumbado sobre su trasero. Lily se encontraba de pie frente a él con la mirada envuelta en llamas, cubriendo con su cuerpo la vista de Severus.

—¿Qué? — murmuró algo perdido.

La varita de Lily se encontraba apuntándole directamente al rostro, casi como si estuviera esperando que James diera algún paso en falso. Se arrastró hacia atrás sobre su trasero con extrema precaución, intentando no salir lastimado de ahí.

Jamás en su vida había visto a Lily caer en tal grado de violencia, ni siquiera cuando en el pasado había hechizado al Slytherin frente a ella, sin embargo, ahora se encontraban dispuesta a hechizarle hasta las pelotas por haber abrazado a Severus.

—¡No te atrevas a volver a poner tus manos sobre él, Potter!

—Lo siento. Yo solo... — las palabras se quedaron atascadas en su garganta.

No podía simplemente decir que se había emocionado de más al volver a ver con vida al chico muerto del cual se había enamorado, sonaría ridículo y probablemente si se ganaría un par de hechizos que le dejarían en enfermería. ¿Cómo es que podía ser tan estúpido y descuidado?, se supone que al llegar comenzaría lentamente a arreglar su relación con Severus, pero no, ahí iba él y le abrazaba en mitad del pasillo y justo frente a Lily.

—Lily, Snape. — la agitada voz de Remus hizo acto de presencia en la escena. —Lo sentimos mucho. James sin duda que lo siente. Uhm, nosotros bueno...

Severus aún se encontraba tras de la pelirroja, hasta el momento no había pronunciado ni una sola palabra, James podía adjudicárselo a que probablemente estaba conmocionado por el repentino abrazo que había recibido de su parte. Se volvió a maldecir en su mente.

—Sirius le ha jugado una broma a James y no ha salido como esperaba. — interrumpió Peter. — Se ha puesto extremadamente cariñoso con todo el mundo. De hecho, estábamos llevándolo con Madame Pomfrey y se nos ha escapado.

—No me interesa lo que le haya pasado, no quiero que se acerque a Severus. —les cortó la pelirroja — Si vuelve a molestarle me encargaré de que James sea el último de los Potter.

—Si, no te preocupes. — continuo amablemente Peter — Juro por Merlín que no volverá a molestar a ti o a Snape.

La pelirroja no dijo nada más, solo le dedicó una mirada llena de despreció antes de jalonear el brazo del Slytherin y alejarlo de él. Se quedo sentado sobre el piso mirando lastimosamente como el par de amigos desaparecía por el pasillo, teniendo el más mínimo de esperanza en que Severus se voltearía, aunque sea una vez, a mirarle.

Se tuvo que recordar dolorosamente que no estaba en ninguno de sus sueños, que de hecho sí había viajado al pasado y Severus estaba vivo, pero no confiaba ni remotamente en él debido al largo historial de mierdas que había hecho.

Sintió unas manos sosteniéndole por los brazos, ayudando para que volviera a estar de pie, hizo todo por acto reflejo aún dolido por el rechazo monumental que había recibido.

—¿Estás bien hermano? — preguntó Sirius.

—Fui un completo imbécil.

—Si, bueno. Eso es algo bastante obvio... ¡Auch! ¡Wormtail! —se quejó Remus.