Salvando a un Desgraciado Slytherin #2

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VIAJAR AL PASADO ES COMPLICADO

—DEL HURTO JAMÁS SALE ALGO BUENO—

Tardaron una semana en llevar a cabo todo un plan de ataque para el momento en que viajaran en el tiempo para salvar a Severus Snape de su inminente muerte. El plan de acción era bastante sencillo, ambos Gryffindor se encargarían de ofrecer las más sinceras disculpas, comenzarían a estudiar junto a Severus y James diría ingeniosos piropos para enamorarlo poco a poco, ambos se casarían al terminar Hogwarts y tendrían un montón de niños corriendo por la mansión Potter de los cuales Sirius sería el padrino. Saldría a la perfección, tenía que hacerlo.

—Aquí vamos.

Debía admitir que estaba nervioso, si su misión fracasaba no solo Severus Snape estaría muerto, James también, y por consiguiente él mismo.

Botó todo el aire que sus pulmones retenían intentando mantenerse calmado y sacó el giratiempo del bolsillo de su túnica casi como si se tratará de un fino cristal, Sirius miró a James ansioso, el morocho solo le dio un leve manotazo para que se apurara. Black chilló maldiciendo por lo bajo al imbécil que llamaba hermano mientras alargaba la cadena del objeto para pasarla por ambos cuellos.

—Bien señorito James, vamos a por tu futuro esposo.

Justo antes de que Sirius le diera vuelta al giratiempo, el estruendo de la puerta siendo abierta distrajo a ambos Gryffindor, Minerva McGonnagall estaba en la entrada de ésta con el rostro lleno de lo que Sirius sabía era enojo puro, había visto esas mismas muecas en Walburga cada vez que él abría la boca.

El par de mejores amigos se miraron con pánico, James llevó las manos rápidamente hasta el objeto intentando manipularlo para que funcionará

—Mueve tu perruno trasero y ayúdame a hacer funcionar esta cosa.

Sirius asintió casi por acto reflejo, dándole las vueltas que según sus cálculos eran necesarias para que el giratiempo funcionara, sin embargo, nada sucedió.

—¿POR QUÉ NO PASA NADA?

—¡NO LO SE JAMES!

—¡Potter, Black! —Minerva en levanto su varita apuntando a ambos Gryffindor. — ¡Ya basta!

—¿POR QUÉ NOS APUNTA? — Grito Black.

—¿CREES QUE YO LO SÉ?

Ambos chicos chillaron con terror cuando un rayo verde paso por entre medio de ambos, la cadena que los unía fue rota y el giratiempo cayó al piso partiéndose en mil pedazos bajo la mirada llena de pánico de los Gryffindor menores.

—Están castigados por todo lo que queda del año escolar.

James y Sirius miraron sincronizadamente a su jefa de casa, ambos consumidos por distintas emociones.

—Me lleva la maldita m...

Sirius cubrió la boca de James antes de que éste terminara la frase que probablemente les traería muchos más problemas.

—Por supuesto Minnie, somos unos vándalos que merecen el peor de los castigos y ni una pisca de compasión por nuestros terribles actos.

—Lárguense antes de que mis deseos de expulsarlos ganen.

—Como ordene, su majestad. — Sirius hizo una exagerada reverencia, antes de tomar el brazo de James y jalarlo — Muévete.

Sirius salió casi corriendo de la presencia de McGonnagall, arrastrando a un enojado James tras él. Se salvaron por los pelos.