Salvando a un Desgraciado Slytherin #2

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SIRIUS BLACK

—HEREDERO DE LA ANTIGUA Y NOBLE CASA BLACK—

Sirius estaba aburrido, más aburrido de lo que había estado en toda su condenada vida, esta era la calma después de la tormenta y la detestaba totalmente. Todo el tema del viaje en el tiempo había sido fascinante, legendario e increíblemente adrenalínico, primero con el desastre del giratiempos y luego con las maravillosas runas de Peter, él aún no lograba creer completamente el que lo hubieran logrado en menos de un año.

¡Joder que el convertirse en animagos había sido más difícil!

Y aunque debía admitir que los motivos para viajar no eran del todo de su agrado, Sirius se conformaba con la aventura que estaba por venir. No lo malentiendan, él no quería que Snape estuviera muerto, Merlín no, Sirius no era un ser tan horrible, pero que James (Ah su querido Prongsie) estuviera tan enamorado de Snape no le terminaba de fascinar.

Había algo un poco turbio en como se dieron los sentimientos y sobre todo como casi termina todo en el pasado —¿futuro? — que hacen a Sirius sentirse un poco incomodo con el amor que podría haber entre ese par. Porque veamos desde el plano general, Snape se había enamorado de James a pesar de la cantidad de veces que ambos le habían atacado, luego Snape se había quitado la vida de una manera horrible justo frente a su hermano menor, y aunque Sirius sabía que sus bromas no habían sido el principal causante de ese hecho estaba casi seguro que si habían sido un factor importante, entonces a James le había llegado una a caja con muchos pergaminos (ahora sabía que eran cartas de Snape) y repentinamente su mejor amigo se había comenzado alejar de todos a tal punto que estuvo a punto de terminar como Snape porque deseaba acompañar a su amor en la muerte.

Sirius se estremece un poco en su lugar en la cama al recordar a James saltando desde la torre de astronomía, era algo con lo que aún tenía pesadillas de vez en cuando. Él no llegando a tiempo y el cuerpo de James en el suelo, o ambos saltando y ninguno sobreviviendo e incluso Sirius saltando por James y cuando va cayendo se da cuenta de que James nunca saltó.

Restriega sus manos fuertemente en su rostro, queriendo alejar aquellas imágenes de su cabeza. El rostro de James desaparece casi al instante para ser remplazado por el de su hermano menor. Regulus cubierto de la sangre de Snape, Regulus llorando desconsoladamente en su hombro, Regulus y sus ataques de pánico.

Sirius se levanta de la cama en ese instante, no queriendo seguir por ese carril de pensamientos, toma su varita que aun descansa en su cama y la acomoda rápidamente en el rodete de su cabello. Iría a ver a James, quizá hacerle un poco de compañía no estaría mal.

Viajar en el tiempo estaba siendo toda una aventura y aunque podía ser divertida Sirius sabía que no podía desviarse del foco de su misión. Snape. Mantener a Severus Snape vivo y feliz era lo primordial para Sirius, porque de él dependía la felicidad de sus dos hermanos.

Era un poco irónico que su antiguo rival —¿Podía llamarlo así? — era la persona de quien dependía la vida y estabilidad de las personas que más amaba Sirius, su hermano menor y su hermano de otra madre. Pensar en todo lo que podía salir mal sí al final Snape volviese a morir le revolvía un poco el estómago, la vida de sus amigos, hermano e incluso la suya misma se iría por el caño.

Ah, el karma era una perra realmente astuta.

Saludo a un par de personas en su camino a la enfermería, sin embargo, no estaba de total humor para seguir haciéndolo por mucho tiempo y decidió que tomar el atajo de la torre noroeste era la opción que involucraba menos actividad social, considerando que no debía tomar las escaleras movibles. Los pasillos mayormente vacíos de esta área del castillo eran ligeramente reconfortantes para su abromada mente, la parte favorita de este recorrido era el sonido del mar chocando con la piedra del castillo, era algo tranquilizador.