Capítulo 50

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Después de que Song Qingzhou volviera a casa, pidió a Lu Jingsi que enviara a Douding de vuelta. Lu Jingsi quería venir en persona, pero se negó.

Aparte de Xie Xun y Lisa, nadie parecía saber de su hospitalización.

Pero Lu Jinyan, que no había podido ocultarlo, marcó un número de teléfono para comprobar que Song Qingzhou estaba bien.

"Estoy muy bien". Douding saltó al sofá y frotó dos veces la palma de la mano de Song Qingzhou, con un poco de cosquillas.

"Ocúpate de tu trabajo".

"Bien, recuerda llamarme si hay algún problema".

Song Qingzhou respondió: "De acuerdo".

Colgó el teléfono y lo tiró a un lado, luego tomó el palo del gato para burlarse del pequeño Douding.

Había crecido un poco, ya no era diminuto, quizá era un poco más grande que la bolsa de frijoles.

No tardó en sonar el timbre del piso y Song Qingzhou se dirigió a la puerta con Douding en brazos.

Xie Xun entró con la mochila del gato y, al ver que no llevaba zapatos ni calcetines, le dijo: "Ponte los zapatos".

Song Qingzhou no le hizo caso y se arrodilló para liberar al pequeño gato negro de su mochila.

Douding bajó de un salto de los brazos de Song Qingzhou con cierta curiosidad, luego estiró la mano y las patas y dio dos palmaditas tentativas al pequeño gato negro.

El pequeño gato negro retrocedió tímidamente unos pasos.

"Douding, no lo intimides". Song Qingzhou frotó a Douding varias veces.

El pequeño gato negro dio vueltas alrededor de los pies de Song Qingzhou, y luego huyó en un instante, y Douding corrió tras él.

Xie Xun volvió a repetirle que se pusiera los zapatos, y sólo entonces Song Qingzhou se los puso lentamente.

"¿Papá Xie te dejó salir de nuevo?"

El pequeño gato negro se escondió en la manta, y Douding utilizó sus patas para tirar de la manta, gritando con un grito feroz. Song Qingzhou se sentó en el sofá y recogió a Douding, pellizcando sus pequeñas patas, como para intimidarlo.

Xie Xun recogió la manta medio caída y dijo con indiferencia: "Eso no es cierto, fui yo quien insistió en salir".

El pequeño gato negro parecía estar más cerca de Xie Xun y salió de la manta para aferrarse a él. Song Qingzhou extendió la mano para frotar su cabeza.

Xie Xun reparó el pequeño ama de llaves que había sido empapado en agua y lo puso de nuevo en el cuello de Song Qingzhou.

Song Qingzhou sacó su teléfono móvil para comprobar la hora, eran casi las doce, cocinó una comida y sólo comió dos o tres bocados antes de dejar a Xie Xun solo en la mesa. No prestó mucha atención a Xie Xun, su atención estaba siempre en los dos gatos, haciéndoles comidas y colocando sus camitas.

Xie Xun lo observó caminar frente a él, sin detenerse ni un momento.

"¿Lavas los platos Xie Xun?" Song Qingzhou se detuvo de repente y preguntó.

"Bueno", Xie Xun recordó: "Es hora de comer".

"Comeré más tarde".

Song Qingzhou pasó por delante de él, luego llevó el bote de basura a la habitación y limpió los materiales sobrantes para construir una nueva estructura para trepar gatos. Fue jalado por Xie Xun cuando volvió a pasar por delante de él, y le recordó de nuevo que era hora de comer.

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