Capítulo 66

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Como el lugar donde se grababa el programa de variedades estaba bastante alejado, la señal del teléfono móvil de Song Qingzhou era siempre mala. Tenía que correr lejos para recibir la señal después de cada sesión.

Habían pasado unos días desde la última vez que respondió a Xie Xun, y esta vez recibió más de 99 mensajes directamente de él, todos de Xie Xun.

[Buenos días Zhou Zhou.]

[Zhou Zhou, buenas tardes.]

[Buenas noches.]

[¿Todavía está ocupado?]

[Buenas noches, Zhou Zhou.]

[Zhou Zhou, ¿estás aquí?]

...

Song Qingzhou se sintió un poco raro al ver estos mensajes, y le dio pena que estuviera solo en casa.

[Song Qingzhou: Sí.]

Song Qingzhou seguía tecleando para explicar y Xie Xun le envió inmediatamente un mensaje de vuelta.

[Xie Xun: ¿Estás ocupado hoy? ¿Estás cansado?]

[Song Qingzhou: No se puede usar el teléfono cuando se graba un programa, y la señal aquí no es buena, así que no he visto tus mensajes].

[Song Qingzhou: No estoy muy cansado.]

[Xie Xun: Quiero videollamarte.]

Song Qingzhou marcó una videollamada, y Xie Xun contestó rápidamente. Podía ver a Xie Xun ligeramente, pero Xie Xun no podía verlo muy bien, porque en este momento Song Qingzhou estaba fuera en la carretera haciendo una llamada telefónica, y estaba oscuro a su alrededor, por lo que no podía ver muy bien.

"¿Zhou Zhou?"

"Sí". Song Qingzhou encendió la luz del teléfono y luego buscó un trozo de suelo para sentarse. El viento del estanque de lotos era fresco y algo cómodo.

"¿Por qué no puedo ver?"

"Estoy afuera, no hay señal en la casa, así que sólo puedo charlar contigo aquí". Song Qingzhou miró la hora en su teléfono y dijo: "Podemos hablar hasta las diez".

"¿Es peligroso afuera?"

"No, el equipo del programa está justo en frente". Song Qingzhou miró a Xie Xun en la pantalla y dijo: "¿Has comido bien mientras yo no estaba?"

Xie Xun tarareó, y luego dijo: "Te extraño".

"Yo también te extraño". Llamó a Xie Xun 'esposo' en voz baja.

Song Qingzhou escuchó un golpe, y luego la cámara del lado de Xie Xun se volvió negra.

No pudo evitar preguntar: "¿Qué pasa?".

La parte de Xie Xun se quedó callada durante dos o tres segundos y respondió con sinceridad: "... perdí la compostura".

"¿Has perdido la calma? ¿Te has sonrojado? ¿Tienes las orejas rojas?" Song Qingzhou volvió a hablar deliberadamente, con su voz dulce y suave, y sólo después de un largo rato escuchó a Xie Xun decir: "Hay una reacción".

Song Qingzhou puso la cara en blanco al instante y enterró la cabeza en su regazo, sin volver a hablar.

Las dos personas permanecieron en silencio durante unas decenas de segundos, tan silenciosas que podían oír la respiración del otro.

"Zhou Zhou, ¿puedo ir a verte?"

Song Qingzhou se levantó inmediatamente y se negó: "No, ¿has reflexionado bien? Todos los días piensas en salir a buscarme".

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