10.

0 0 0
                                    

Observa desde el lugar donde se encuentra de pie junto a la mesa, como Yibo deja caer sus llaves y la cartera sobre la barra de desayuno, se sostiene de una silla, apretando tan fuerte que sus dedos duelen y sus nudillos se han puesto blancos.

Finalmente, Yibo da unos pasos hacia él y lo mira. Sus ojos se oscurecen.

—¿Darren ya se fue?

—Sí. —Su voz es entrecortada—. Se suponía que haríamos esto, esta noche —añade señalando a los dos centenares de bolsas de organza sobre la mesa, a la espera de ser llenadas con gemas grabadas.

Yibo mira las bolsas con disgusto.

—No te voy a ayudar con eso.

—Pero Darren dijo...

—Yo sé lo que dijo Darren —Yibo responde casi de manera violenta. Tiene sus manos apretadas en puños— Pero no voy a ayudarte con los malditos recuerdos de tu boda. No quiero tener nada que ver con eso.

Zhan se empuja lejos de la silla en la que estaba apoyado, acercándose a Yibo, respira de forma irregular y temblorosa.

—¿Cuál es tu problema? Solo hay que meter las gemas dentro de las malditas bolsas.

—Es lo que representan.

—¿Qué es?

—Esta farsa de boda. —Yibo escupe las palabras.

—No es una farsa —se siente enfermo al escuchar a Yibo haciéndole sentir mal por creer en el amor, en el matrimonio y el compromiso. Casarse con Darren no es una farsa.

La farsa es casarse con Darren mientras está de pie aquí con todo su cuerpo ardiendo por Yibo, y Yibo mirándolo como si lo odiara pero a la vez está hambriento de él y quisiera hacerlo pedazos y abrazarlo con fuerza a la vez y... Zhan ya no puede más con todo esto.

—¿No lo es? No hace no mucho tiempo tuviste tu lengua en mi garganta.

—No debí hacerlo... Voy a casarme...

Yibo deja escapar un gruñido repentinamente, y se frota la cara con ambas manos antes de inmovilizar a Zhan con su mirada llena de violencia.

—Juro que si te escucho decirlo una vez más...

—Bueno, es la verdad. En dos días me comprometeré con Darren para el resto de mi vida. —Está diciendo todo lo que cruza por su cabeza, no le importa si tiene sentido o no, quiere resionar a Yibo, y continuar presionando, hasta saber cuánto es real— Nada de esto importa.

—¿Eso es lo que piensas?

—Es lo que tengo que pensar.

—Eres un idiota, —por segunda vez esta semana Zhan es lanzado contra una pared, esta vez al lado de la cocina, Yibo respira agitado, la furia y la frustración se muestran en su rostro—. ¿Sientes eso? —pregunta, presionando una mano sobre el pecho de Zhan—. ¿Sientes lo fuerte que late? ¿Cuándo has sentido lo mismo con Darren?

Zhan traga saliva y respira, porque incluso antes de Yibo, nunca le sucedió, siempre supo que algo hacía falta entre él y Darren, algo que él y Yibo tienen en abundancia.

—Lo amo — insiste, pero se le está haciendo más y más difícil aferrarse a esta barrera entre ellos.

—No estoy hablando de amor —dice Yibo, presionándose más cerca y arrastrando su mano por el pecho de
Zhan hasta sostenerlo por el cuello—Estoy hablando de deseo. Los latidos de tu corazón se aceleran por mí, todo tu cuerpo arde por mí. En este momento no puedes pensar en otra cosa que no sea como te sientes al estar tan cerca de mí.
No tiene sentido negarlo.

Yibo está demasiado cerca, él vera la mentira en sus ojos.

—La lujuria no te lleva a ninguna parte en la vida.

—Vas a pasar el resto de tu vida con un hombre que te hace vagamente feliz.

—No, voy a pasar el resto de mi vida con un hombre que me ama. Tal vez no me excita tanto como debería, pero es suficiente, y él me ama. Tú... tú nunca vas a amarme.

Furia pura aparece en la cara de Yibo.

—No sabes nada.

Todo se congela, todo el mundo a su alrededor, están atrapados en este momento mirándose fijamente el uno al otro, respirando agitados, los ojos de Yibo llenos de ardor. Y Zhan quemándose por dentro, todo dentro de él desea a este hombre, que no puede tener, pero lo desea tan desesperadamente que lo consume.

Y luego Yibo emite un sonido desde el fondo de su garganta y se aproxima a él como si fuera a atacarlo, se inclina aproximando su boca sobre la de Zhan y lo besa introduciendo la lengua antes de que Zhan pueda reaccionar, no hace más que gemir, gemir, tomar y darle todo en respuesta.

1.Where stories live. Discover now