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El patio estaba desolado, lo único que proteyectaba luz era la luna, y nuestro silencio era acogedor, no necesariamente incómodo, simplemente no teníamos mucho que hablar si nos habíamos conocido hace cinco minutos, lo único que sabía de él era que es muy famoso entre las chicas y los chicos, dato no muy importante hasta el momento.

— ¿Sos Sunghoon, verdad? —Sunoo rompió el silencio con esa pregunta.

— Sí, me olvidé de decirte mi nombre —dije mientras prendía la linterna de mi celular.

— Wonyo habla mucho de vos, creo que le gustas desde hace dos años —se encogió de hombros.

— ¿Wonyoung te habla de mí? —solté un risita.

— Y no te imaginas que molesta que es —el más bajo soltó un suspiro.

Reímos mutuamente mientras empezábamos a caminar por el patio para buscar algún tacho u algo que haga reemplazo de este.

— Supongo que sabes mi nombre —agregó Sunoo.

— Dios, no hay nadie que no lo sepa, "cordobés" —mencioné su apodó a lo que el solo se limito a reír levemente.

Mi vista se dirigió hacia un tacho azul al lado del lavarropas, lo agarré con cuidado y fui directamente a Sunoo para mostrarle.

El solo me miró atento y me quitó el tacho de las manos para dejarlo en la puerta, hasta darse media vuelta y preguntarme con una tierna sonrisa, "¿Vámonos?".

"¿A dónde?"

No respondió, solo empezó a caminar hacia la salida de la casa sin previo avisó, a lo que yo reaccioné siguiéndolo mientras levantaba torpemente mi campera de la encimera de la cocina para ir corriendo detrás de él, metiéndome en medio de la gente y siguiendo su silueta hasta la puerta.

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— ¿No te sentís asfixiado ahí adentro? —me preguntó.

— No te imaginas cuánto —solté un suspiro pesado.

Estábamos caminando por las calles del barrio de Changbin, era tranquilo y no había casi ruido, solo éramos nosotros y una pareja de abuelitos sentados afuera de su casa.

— La gente piensa que me encanta salir de joda, no lo voy a negar pero por alguna razón siento que no encajo —dijo mientras miraba al piso.

— Yo también, yo solo voy a ponerme en pedo y comer gratis —bromeé a lo que ambos reímos.

— Que tarado —dijo entre risas.

— No bueno, mucha confianza, ¿no? —saqué un cigarrillo del bolsillo de mi campera- ¿tenés fuego?

— No fumo —su expresión cambió a una seria, cosa que me asustó un poco.

— Fuaa, que frialdad tan repentina —lo miré jugando con el cigarro.

— Tengo mis motivos —sonrió y se encogió de hombros.

Charlamos de boludeces hasta que llegamos a la plaza del barrio y nos sentamos en una banca, las luces de la plaza parpadeaban pero no lo suficiente como para quedar en oscuridad, corría viento pero a nosotros no nos afectaba porque teníamos abrigos.

— ¿Qué tipo de música escuchas? —le pregunté sin mirarlo.

— De todo un poco la verdad, no me gusta encerrarme en un solo género de música cuando la música es tan linda —me respondió con una sonrisa en sus labios.

De pronto vi a Sunoo, tenía una lapicera en la mano y me quitó el cigarrillo de las manos con cierta rudeza para escribir algo en este... Su número y su nombre.

— Jake me dijo que tenés problemas con Historia, háblame y acordamos para ayudarte - me entregó el cigarro escrito con tinta negra. Solo lo mire sorprendido mientras el sacaba de la carcasa de su celular su tarjeta para el colectivo.

- Bueno Sunghoon, yo me voy, mañana tengo que salir a desayunar con unos viejos amigos —sacudió su tarjeta mientras se levantaba del asiento.

— Chau, cordobés -saludé agitando la mano derecha.

— Chau, Hoon —sonrió cálidamente— se me va el colectivo —dijo mientras empezaba a caminar rápidamente hacía la parada.

Solo me quedé mirando como se subía al colectivo casi vacío, se sentó en un asiento al último y se puso los auriculares.

Sentí la necesidad de seguirlo para poder hablar de boludeces sin sentido, Sunoo tenía la capacidad de hablar de cualquier cosa y nunca hacerlo aburrido, capaz que solo era yo siendo atento con él, pero me hacía sentir seguro, era interesante y simplemente me quedé con las ganas de pasar más tiempo con el.

Guardé mi cigarrillo en el bolsillo y caminé hacía la casa de Changbin, sonriendo bobamente como una adolescente que había dado su primer beso.

Me detuve a mirar el cielo estrellado y pude ver la luna llena, cosa que me hizo recordar a Sunoo por alguna extraña razón.

¿No fue raro pensar eso?

¿No fue raro pensar eso?

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tarado ! sunsunDove le storie prendono vita. Scoprilo ora