• 9 •

2.6K 195 37
                                    

ALANA

Seth está aquí.

Se encuentra parado junto a la entrada, con las manos en sus jeans, luciendo nervioso. Ni siquiera sé muy bien que hacer, cuando dejo las cosas a un lado y me levanto de mi cama con lentitud.

— Tenemos que hablar.— dice en un tono suave.

Siento que sus palabras son una invitación para que me acerque, y lo hago. Arrastro mis pies con lentitud hacia él, y Seth no abandona mis ojos hasta que me encuentro junto a él.

— ¿Algo está mal?— pregunto con cuidado.

Asiente:— Esto, está mal.

— ¿El que?

— Nosotros, y esta distancia que me está matando.— confiesa y yo trago saliva.

Una vocecita dentro mío, la cual se parece mucho a mi terapeuta, me grita que me tome las cosas con calma. Sin embargo, sabía que no era lo que estaba a punto de pasar.

— Tú pusiste esta distancia.— le recuerdo.

— Solamente hice lo que creí mejor para ti.— contesta con dolor en su voz.

— Debiste preguntarme.— digo dando otro paso hacia él. — No debiste escuchar a mi padre, él estaba furioso, pero no sabía toda la verdad.

— ¿Qué arriesgué tu vida por alguien que ya no está?

Sus ojos verdes se encuentran cristalinos. Solamente puedo ver la culpa, la gran culpa de todo que parece consumirlo la mayor parte del tiempo.

— Se que aún la quieres.— digo con un hilo de voz.— A Piper.

— Ali...

— Sé que la quieres, tal vez no de una forma romántica, pero lo haces. Y no creo que esté mal.— le interrumpo.— Lo sé, porque yo siempre querré a Logan, de una manera extraña e inexplicable.

Su semblante parece relajarse en cuanto digo aquellas palabras. Como si saber que lo entendía, de alguna forma, lo consolara.

— Yo me enamoré de ti. Me enamoré de un corazón roto, que aún no había sanado, y que partes aún le pertenecían a otra persona.

— Nunca quise lastimarte, Ali.

— Lo sé. Debías curar aquella herida primero.— coloco mi palma en su mejilla.— Y sé que lo hiciste.

— ¿Como? ¿Cómo lo sabes?

— Porque puedo ver el brillo de tus ojos cuando me miras. Y sé que los míos brillan con la misma intensidad.— suspiro.— Y cada vez que miro tus ojos, me veo. Nos veo, juntos.

— ¿Quieres estar conmigo?

Asiento:— Claro que sí.

— No quiero volver a decepcionarte. No quiero volver a romper tu corazón, ni que nos separemos de nuevo.— me explica con desesperación.— Siento que si volvemos a alejarnos... no habrá otra oportunidad.

— Podría olvidarme de lo nuestro, conocerte de nuevo, y aún así se que volvería a enamorarme de ti.

Seth me mira como lo hace siempre: como si me viese por primera vez. Como si descubriese en mi algo que parecía estar buscando, pero que siempre volvía a encontrar.

— No te merezco.

— No quiero que me merezcas, Seth. Quiero que me ames.

Él me besa.

Dime Que Me Amas (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora