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ALANA

Muevo mis pies al compas del reloj de la comisaria. Siempre lo hago cuando me pongo nerviosa y, últimamente, he estado en mas tensión de lo normal. Me gustaría decir que es la primera vez que estoy allí esperando, pero no es así. El Detective Rodriguez me ha dicho que Seth saldrá en un momento, que todavía estaban hablando con él, pero no ha agregado mucho más.

Me resultaba curioso pensar que la primera vez que estuve allí, en esa misma sala de espera, conocí a Dominic. Y ahora estoy aquí, luego de su muerte, esperando a mi novio. Mi novio que, al parecer, ha presenciado su asesinato.

Aunque no tenía muy en claro lo que había pasado, pues fue Taylor quien me llamó para avisarme. Me dijo que Oliver le había dicho que Seth estaba siendo interrogado por un asesinato, y al principio se me pusieron los pelos de punta. Estaba claro que él no era un asesino; pero la noticia que me llegó terminó siendo incluso peor.

No sabía quién, ni como, pero Dominic estaba muerto. Rodriguez había dicho que Seth había permanecido en completo silencio luego de que él llegó el la patrulla luego de mirarlo a los ojos y decir: "Esto es mi culpa."

Estaba claro que él no le había disparado, pero parece que el shock había sido tan grave, que había ignorado todas las preguntas de la policía. Eso no lo hacía lucir inocente exactamente ante la ley, por lo que decidieron interrogarlo.

No lo culpaba, a decir verdad. Si me pasara a mi, creo que tampoco sería capaz de decir algo coherente. A pesar de todas nuestras diferencias y peleas con nuestros padres, ambos teníamos en claro que jamás íbamos a dejarlos de amar. Pero no me podía quedar de en la universidad, mientras el seguía en una sala de interrogatorios. Al menos debía estar aquí, para abrazarlo cuando saliera.

No creo que existieran palabras para hacer sentirlo mejor, o hacerlo olvidar, pero no quería que se sintiese solo.

— Ali.— levanto mi cabeza cuando escucho la voz de Taylor.— Vinimos lo mas rápido que pudimos, estábamos pasando el día fuera de la ciudad.

Oliver se sienta junto a mi y me mira con el ceño fruncido:— ¿Sabes algo?

— No mucho. Solamente lo que ustedes me dijeron, y que Seth aun no ha hablado con nadie.— respondo preocupada.— He pedido que le den un abogado, pero Rodriguez dice que solamente Seth puede pedirlo.

— No necesita un abogado, él no hizo nada.— lo defiende su amigo.

— Lo sé, pero es el único testigo. Supongo que para la policía eso es sospechoso.— le explico.

— Era su padre, jamás le haría daño.— Tay suspira.— Deberían dedicar su tiempo en buscar a la persona que lo hizo, en lugar de molestar a Seth.

Asiento en respuesta, mirando la puerta a lo lejos y mordiéndome las uñas nerviosa.

— ¿Crees que fue un robo?— pregunta Oliver en voz baja.

— No lo creo, esto me huele a lo de siempre.— nos miramos fijamente.— Alguien quiere hacerle daño a Seth, solo que no sabemos quién.

— ¿Pero porque?— pregunta Tay.— ¿Qué fue lo que hizo?

Me encojo de hombros:— No lo sé, quizás era para vengarse de Dom.

— ¿Y matar a Dominic antes que a él?— Tay se cruza de brazos.— Ambas sabemos que aquí pasa algo más, algo extraño.

Miro a Oliver, que parece tener la mirada perdida. Vuelve sus ojos a mi, y abre la boca para hablar. La puerta se abre, y el pitido que omite ahoga cualquier frase que fuese a salir de su boca. Rodriguez cierra la puerta detrás de él, y suspira.

Dime Que Me Amas (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora