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31 𝚍𝚎 𝚎𝚗𝚎𝚛𝚘 2020
— dale Orne, no quiero que te quedes sola.
— Agus, ¿vos entendes que la chabona llegó en el momento qué estábamos garchando? No quiero verlo. –me agarré la cara.
— pero evítalo tonta. –me insiste.
— anda tranquila, yo me quedó mirando películas y comiendo helado.
Me miró haciendo puchero.
— no quiero ver a Marcos, es lo mejor.
— bueno esta bien. –se rinde. Pero cualquier cosa anda.
— si tonta, anda pásala lindo vos.
Agarró sus cosas y se fue. Estaba haciendo esperar a Zeballos solamente para convencerme, pero yo enserio no quiero ir. Me metí a bañar para relajarme y dejar de pensar en lo que había pasado con Marcos.
Al salir, me puse un pantalón cortó y una remera de river, me seque el pelo. Sentí que tocaron la puerta, ¿quién mierda es? Se supone que iba a estar sola y tranquila.
— QUE TE OLVIDASTE AGUSTINITA.
Al abrir me encontré con Julián, estaba apoyado en el marco de la puerta mirándome.
— ¿qué haces acá? Se supone que estabas en tu fiesta.
— no podía seguir fingiendo.
— ¿de qué hablas?. –me reí.
— tengo todo Orne, plata, chabonas, lo que yo quiera. –se acerca. Pero no puedo sin vos, no puedo, te juro que no me puedo.
— Juli.. tenes novia. –me alejé.
— si ¿y?. –se vuelve acercar. La vivo cagando Orne, ya no sirvo para eso, no sirvo sino estás vos. Yo fui el culpable de todo, por mi culpa no pudimos cumplir todo lo que nos propusimos.
— Juli.. los dos fuimos culpables, yo más que nada. Me dejé llenar la cabeza, eramos unos pendejos.
Me agarró la cara comiendo la boca de un beso. Esos labios que había extrañado tanto, esos labios que me habían enseñando a besar. Los estaba probando nuevamente, después de tantos años.. y seguían siendo los besos con el mismo amor de siempre.
Caminamos hasta el sillón, se sentó y yo me senté encima de él. Sin dejar de besarnos. Me sacó la remera con cuidado y yo sonreí. Le desabroche los botones de su camisa, al sacarla finalmente empecé a dejar besos por su pecho.
— me están llamando, banca. –se separa.
Agarró el celular, vi que lo apagó y volvió a besarme. Dio media vuelta dejándome abajo, me sacó el pantalón cortó y volvió a subir para darme besos.
Se puso un condón y comenzó a entrar en mí. No puedo creer que esto esté pasando, no lo creo.
(...)
— te extrañé. –confiesa.
— yo también te extrañe. –le di un beso en su pecho.
Me suena el celular, era Celeste. Atendí.
— ¿qué onda?.
— Boluda no sabes. –me susurra. Espérame que salga... ahora si, Julián se fue, desapareció de su fiesta. Pobre Agustina, la está pasando re mal.
Se cambió mi cara y me entró la culpa ahora. Mire a Julián quién estaba prendiendo recién su celular.
— ¿cómo?. –me hice la sorprendida. Que pibe boludo.
— ¿donde estás? Yo estoy yendo a la casa.
— estoy en casa, ahora nos vemos.
Corté. Me senté en la cama para ponerme mi ropa.
— está viniendo Celeste. –avisé.
— ¿me tengo qué ir?. –me miró.
— tenes novia.. no se merece esto. –lo mire. Te organizó la fiesta Juli.. no se merece, anda hablar con ella.
— pero Orne. –me agarra la cara. Vámonos a otro lado, terminemos este día juntos, porfavor.