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02 𝚍𝚎 𝚊𝚐𝚘𝚜𝚝𝚘 2024
Me remuevo en la cama dormida, pero por alguna razón extraña me despierto. Veo a Julián durmiendo tan feliz al lado mío, estaba.. estaba soñando que comía un sándwich de milanesa, pero bien rico, la puta madre, quiero comer eso.
— Julián estaba soñando que comía un sándwich de milanesa, quiero comer eso.
Me toqué la panza, mi hijo se estaba moviendo de pasó, estábamos exigiendo ambos lo mismo.
— son las. –mira la hora–. ¡siete de la mañana! ¿De dónde voy a sacar un sándwich de milanesa?.
— no se, tengo hambre. –me levanté–. Voy a comprar yo, ya fue.
— nono, Orne escúchame mi amor, vamos almorzar eso ¿querés? Pero ahora no, veni a dormir.
— ¡yo lo quiero ahora! Tu hijo me esta pidiendo eso, es tu culpa esto Julián, quiero comida. –se me llenaron los ojos de lágrimas.
— pero.. ¿¡mi culpa!? Fue decisión de ambos.
— fue tu pene, hacete cargo de los antojos. –llorisqueo.
No soy así de insoportable, pero las hormonas del embarazo me estaban pegando bastante. Encima no pido mucho, con la comida ya soy feliz.
— ahora te hago una milanesa y te preparó el sándwich. –se levanta.
— sos el mejor marido del mundo.
— no te duermas.
Negué, con el antojó que tenía ni empedo iba a dormirme. Me quedó boludeando con el celular, no se que hacer, estoy aburrida y no tengo más historias para mirar, me tape bien porque bueno, no se.
Voy a descansar un ratito los ojos mientras esperó que Julián venga con mi sándwich de milanesa, que rico loco.
[°°°]
— ¡mi sándwich!. –me levanto de golpeé.
Al mirar las ventanas vi que estaba de día, nonono, ¡me dormí sin comer mi sándwich! Mire rápidamente a Julián, estaba durmiendo boca abajo, que linda espalda tiene.
Estaba por despertarlo y reclamarle que no me despertó para comer mi sándwich, pero vi que había una notita en la mesa de luz, la agarré con cuidado.
