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⚠️ADVERTENCIA: Antes que leas este relato, necesito pedirte mantener la mente muy abierta y dejar los prejuicios de lado, porque NO es una historia de amor, es erotismo negro, BDSM en su estado puro. 

Verás la crudeza de dominación y la sumisión, donde los límites desaparecen al ceder el control a alguien más, en algunas ocasiones mezcládonse con el voyeurismo y el exhibicionismo, incluso con el fetichismo. 

El protagonista de este relato será: Kim Taehyung, un hombre serio y poderoso que empuja a traspasar los límites de lo que es aceptable para la sociedad hasta lograr el placer en un sentido carnal. 

Te doy la bienvenida a :

OBEDECE





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𝐃𝐞𝐬𝐚𝐭𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐮𝐬 𝐚𝐜𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐫 𝐦𝐢 𝐥𝐨𝐜𝐮𝐫𝐚.








Yoongi la cogió de la barbilla con dos dedos y levantó su cara para verla mejor.

—Nos costó un poco más de lo que esperábamos dar con ella, pero mereció la pena, ¿no crees, Nam?

Se volvió hacia ellos y apoyó las manos en la cintura. Hoseok estaba tumbado en un sofá y Nam permanecía apoyado en la pared con los brazos cruzados y la cabeza baja.

—La mascota de Romano tiene un bonito piso en el centro de Seúl. Aparentemente es una chica común que asiste a la universidad; una entre mil…—Avanzó hacia ella y sonrió—. Pero cuando su señor viene de visita no duda en lamerle la mano. Una dulce damita masoquista.

La chica le lanzó una mirada asesina y Yoongi se agachó frente a ella. Estaba de rodillas y temblaba, pero seguía desafiándoles.

—¿Qué harías por tu señor, damita?

—¿Dónde está?

—Pasando unos días de retiro –alegó Yoongi—. Por cierto, es la última pregunta que te respondo. No te lo preguntaré una vez más; ¿qué harías por tu señor, damita?

Ella abrió mucho los ojos y miró de soslayo a Nam y Hoseok.

—Está bien –dijo de pronto Hoseok—. Acabaré con ella ahora mismo y nos ahorraremos…

—¡No! No, por favor. Responderé lo que me pregunten. Haría… cualquier cosa si con ello puedo ayudar.

Nam se sentó en una de las sillas que había junto a una mesa de comedor de cristal satinado y apoyó la mano sobre la rodilla derecha.

—Tú señor se llevó algo muy preciado para mis amigos y tú fuiste testigo de ello. ¿Disfrutaste viendo a ese niño aterrado? Y dime la verdad.

Ella se tensó, pero asintió muy despacio.

—No iba a hacerle daño… Solo…. Solo jugaba con él…

—El problema es que, para jugar con alguien, el otro tiene que estar de acuerdo. Ahora estamos en este punto en el que yo quiero jugar contigo y tú no estás de acuerdo. Es casi idéntico a lo que le has hecho tú a ese niño. –Señaló a Yoongi y a Hoseok—. El de ojos felinos es su tío y el castaño con pinta de no haber matado a una mosca en su vida se llama Jung Hoseok, la cabeza visible de la Yakuza.

OBEDECE [KTH+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora