⠀⠀⠀iii. perfecta, friki o guardaespaldas

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MÁS BUSCADO,⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀capítulo tres — perfecta, friki o guardaespaldas

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MÁS BUSCADO,⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
capítulo tres — perfecta, friki o guardaespaldas



          —"El diablo ha llegado a Estados Unidos: Calabozos y Dragones. Aunque es considerado un juego inocente de fantasía, ahora preocupa a padres y psicólogos por igual. Hay estudios que relacionan conductas violentas con el juego y dice que promueve la adoración satánica, rituales de sacrificios, sodomía, suicidio e incluso, homicidio" —leyó Munson una revista que estaba haciendo mucho furor, finalizando con soltar el objeto y sacar la lengua. Evidentemente se estaba burlando.

          Los participantes orgullosos del club Hellfire, portando sus camisas alusivas, yacían sentados en la cafetería, con sus bandejas de comida de dudosa procedencia intactas. Era completamente normal que el presidente del club diera el tipo de monólogos que estarían a punto de presenciar cuando la prensa y personas moralistas atacaban lo que vendría siendo sus gustos. En respuesta, los subordinados rieron.

          Los menores del grupo: Mike Wheeler y Dustin Henderson, llegaron apropiadamente, tomando asiento.

          —La sociedad quiere culparnos, somos un blanco fácil —restó importancia uno de los integrantes.

          —Exacto. Somos frikis porque nos gusta un juego de fantasía —continuó Eddie, con los brazos cruzados. En un instante se levantó, subiéndose a la mesa y alzando la voz para que todos le escucharan, dijo—: Pero, si te gusta tocar en una banda, o la ciencia, las fiestas o un juego en el que lanzas pelotas a un cesto de ropa sucia... —provocó.

          —¿Qué? ¿Se te perdió algo, friki? —respondió Jason, uno de esos típicos chicos populares, capitán del equipo de baloncesto de Hawkins.

          A Munson y su mejor amiga realmente les cae mal ese rubiecito.

          Como siempre, el castaño de cabello rebelde no se dejó intimidar, por lo que colocó sus dos manos sobre su cabeza simulando cuernos y sacó la lengua. Querían a su diablo, lo tendría. Los amigos del castaño rieron. Jason Carver simplemente permaneció callado, generando que un orgulloso Eddie regresara a donde estuvo sentado, con la diferencia de que corrió hasta el suelo para asustar a una chica que pasaba.

          —Disconformidad forzada ¡Eso está matando a los niños! —satisfecho, volvió a tomar asiento—. Ese es el verdadero monstruo.

          —Te encanta llamar la atención, Eddie —sonó la melodiosa voz de Rosemary Baine, quien se estaba dejando crecer el cabello más allá de los hombros y le sentaba bien.

困 sinnerman ━ eddie munson ✓Where stories live. Discover now