⠀⠀⠀xi. fase tres

72 29 0
                                    

EL MÁS BUSCADO,⠀⠀⠀capítulo once — fase tres

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

EL MÁS BUSCADO,⠀⠀⠀
capítulo once — fase tres



          El lugar número tres. Mary lo consideraba un buen número.

          Toda su vida estudiantil ha preferido tener esa posición a la hora de hacer una presentación o evaluación. No era el primero, podía ver a qué se enfrentaba y reforzaba con el segundo, y al oscilar entre los primeros cinco, aún salía temprano de la evaluación para sacarse un peso de encima.

          Ahora que debe aplicar esta preferencia en la vida exterior —aunque en una situación poco convencional—, ya no estaba segura de si se sentía cómoda con ese puesto. Su grupo con función de carnada correspondían a la fase tres. La confianza que tenía tan solo unos minutos atrás flaqueó cuando Erica frenética, dio la señal para que comenzaran su parte a través del walkie-talkie.

          Baine procuró tener los pies bien fijos en el techo del tráiler del castaño, consciente de que su resistencia sería la que definiría su supervivencia. Dustin conectó los cables y encendió el amplificador tras extender la señal a Eddie con un asentimiento. Munson empezó su solo, tocaba con habilidad la guitarra y se dejó llevar por sus instintos; Baine lo observó con orgullo, presenciando el talento innato que cargaba el chico que le gustaba. En el momento en que los fuertes acordes fueron acompañados por chillidos, supieron que su intervención estaba dando frutos. En minutos, con tan sólo alzar la mirada al cielo sangriento podían encontrar cantidades abismales de los murciélagos volando en grupo para el festín.

          —Creo que debe ir acabando el concierto ¿No? —sugirió Rosemary nerviosa por su seguridad.

          —¡Sí! —coincidió Dustin quitándose los binoculares. Las criaturas se aproximaban a velocidad insana y ya no les quedaba muchos metros para alcanzar su comida—. ¡Eddie! ¡Hay que encerrarnos en exactamente treinta segundos!

          El castaño escuchó la advertencia y la tomó como motivación para cerrar con la mejor parte de su solo. Henderson realizó un conteo regresivo y al finalizar, con los monstruos apunto de rozarlos, abandonaron todo, corriendo por sus vidas, para bajar del techo y entrar a el tráiler fortificado. Se apresuraron a unir sus fuerzas para cerrar la valla del eslabón de la cadena que cierra el porche, mientras que los murciélagos comenzaron a estrellarse contra él. Una vez hecho, se introdujeron a la vivienda con la garganta seca y el corazón sonando en sus oídos, aliviados de que había salido bien y estaban ilesos.

          Mary no pudo resistirse a gritar de la emoción, alzando sus brazos, seguida del menor.

          —¡El rock-más... pesado! —festejó el ruloso.

困 sinnerman ━ eddie munson ✓Where stories live. Discover now