XXXVIII

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—L-Lamento mucho venir a tu casa de este modo, sin avisar. Pero... No me decidía a hacerlo, no sabía cuál era la mejor forma, y simplemente lo hice.

—Sí, tendrías que haberme, mínimo, avisado, llamado por teléfono, un mensaje, algo —pronunció entre molesta y aún sorprendida Kirash.

—Lo siento, me costó mucho llegar hasta aquí.

Araza respiró profundo y asintió con la cabeza, haciéndose a un lado de la puerta, para que él pudiera ingresar.

—Pasa.

—No hace falta, sólo quería saber cómo se encontraban, y...

Ella lo observó, y luego giró a la bebé, para que pudiera verla.

—Como te lo dije aquellas veces, su nombre es Giassy.

—E-Es muy linda —susurró mirándola—. Se parece mucho a ti, tiene la misma forma de nariz que la tuya.

—Sí, y ahora que regresaste ¿Qué vas a hacer, Noaelí? ¿Vas a formar parte de la vida de la bebé? ¿Querrás que ella sepa que tú eres el padre? ¿Vendrás a verla?

—No creo estar preparado para esto realmente, no creo poder hacerlo.

—Bradek ha estado con ellos desde que desperté, desde que nacieron. Él los ama como sus hijos, ama a Giassy como su hija.

Noaelí asintió con la cabeza y miró hacia abajo.

—Tal vez sea lo mejor para ella —susurró.

—¿En serio no sientes nada por ella? ¿Incluso después de verla?

—Sí, Araza, la quiero, sé que es mi hija, pero tú no entiendes que yo no estoy bien, que en estos momentos no puedo aportarle nada bueno.

—Bien, pero si en algún momento decides visitarla, saber de ella, las puertas de mi casa siempre estarán abiertas. Giassy sabrá que tiene un padre biológico, que su nombre es Noaelí, pero quién la criará será su papá Bradek.

***

—¿Qué te gustaría cenar?

Se giró al escuchar la voz de él, mirándolo confundida. Estaba tan perdida en sus pensamientos, que ni había notado que Moses estaba detrás de ella.

—¿Qué haces aquí?

—Me dijeron que salías a esta hora, y por eso vine a esperarte —sonrió—. No conozco a nadie en este sector de Kanat'ma, es por eso que pensé que sería bueno cenar contigo.

—No puedo —le dijo comenzando a caminar, seguida por él.

—¿Por qué? Si es que puedo saberlo.

—Porque soy la líder, Moses, y tú eres un ex recluso con libertad condicional. Si me ven contigo, creerán que tienes algún tipo de beneficio.

—Mm, en ese caso, iré a tu casa.

—¿Q-Qué? ¡No! Eso es mucho peor, dirán que nosotros estamos teniendo sexo.

—Me gusta más ese rumor —pronunció con diversión.

—No digas estupideces, y si no tienes nada que hacer, ve a la oficina a de empleo, allí te buscarán algo.

Se adelantó a ella y se puso en frente, deteniendo su andar.

—Quiero conocerte, y si no quieres que los kanatitas se enteren, podemos hacerlo a escondidas. Soy muy discreto.

Princesa de Eritma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora