Hecho en Venezuela

2. El cine

Er cine, para los hombres que leen ¿quienes no han ido últimamente y tienen que llevarse un saco de plata para poder comerse un paquete de cotufas? Ah, y de las pequeñas porque si pides de las grandes ya es un lujo. ¿Alguno? Apuesto toda mi patria a que el 99,9% se sintió identificado. A la hora de ir a un cine lo de nosotros es como el lado oscuro de nuestra billetera, ahí donde el polvo se acumula y las hormigas empiezan a salir tratando de ver la luz del sol, pero es muy diferente si eres mujer, tú vas con el propósito de que tu pareja te brinde todo y la pasen bien.

Te toca ir a buscar a tu novia y cuando vas en el autobús ese que huele a demonio y te toca sentarte con el que tiene pinta de tuki tu vas pensando (ojalá esa vaina no este full) y así sucesivamente, casi que lo estas rezando mientras que llegan al centro comercial donde le agarras la mano a tu novia y salen corriendo hasta el cine esperando que tus sueños se hagan realidad y encontrarte un cine vacío, pero todos tu corazón se rompe cuando ves aquella cola peor que cuando son las cinco de la mañana y hay cola en un mercal.

─Mi amor ¿viste esa cola? ─pregunta ella.

(No vale, yo soy medio ciego. Guiame para saber cual es el último y así saber donde nos tenemos que parar) ─Claro que la vi, pero esa avanza rápido tranquila (Sí aja, esa avanza rapidísimo uhum).

Se paran al final de la cola y notan que ya es tarde para entrar a la función que tu querías, ahora tienes que ver la película que ella quiere y esa es "Amor de barrio" y es donde piensas (¡Ojalá haya una vaina buena en esa película porque si no, no vuelvo!).

Lograron comprar las entradas y a están en la sala donde la película lleva como quince minutos que comenzó y están en la parte donde Yeison empieza a pelear con Jefren por la chama Kimberly.

─Na' guara nos perdimos el principio ─dice ella.

─Sí vale, pero es poco, vamos a seguirla viendo y entendemos (Voy a ponerme a dormir).

Casualmente los asientos disponibles eran los del medio y cinco minutos apenas te sientas ya la gente te empieza a pedir permiso para bajar al baño, no una sino varias y no te dejan ver un nada.

─Gordo quiero cotufas ─te pone la cara esa para que no le digas que no.

Bajas las escaleras con cuidado pensando que te vas a caer y pasar pena. Cuando ya estas afuera ves que la cola de las cotufas y lo demás es más larga que la que ya habías hecho pero no te queda remedio que hacerla para que la novia no se arreche. Estas media hora ahí y no avanza, pero resulta que son varios carajitos reunidos en la misma cola hablando estupideces que no te das cuenta quien es el que eat haciendo la cola y quienes son los parásitos de alrededor. Pasaron veinte horas y por fin llegas.

─Pana, dame una cotufa mediana, dos refrescos, y un chocolate ─le dices.

─¿Algo más? ─te pregunta.

─Umm no, más nada.

─Son 1.495 BsF.

(Ya va... ¡¿CUANTO ES LA #%$&?! o sea tengo que cosechar un árbol de plata exclusivamente para venir al cine y comprar algo).

*Te sobas el bolsillo donde tienes la cartera*

─Sí, cuenta corriente ─le pasas la tarjeta del banco de Venezuela (la burla).

Ya cuando tienes las cotufas, los refrescos y el chocolate te devuelves a la sala y ha pasado media hora más y ya Yeison recupero a Kimberly pero están escapando de Jefren.

─Aquí está mi amor ─le dices a ella pero no te responde porque esta emocionada con la película.

Pasan cuarenta minutos y terminó la vaina esa con Jefren matando al otro y Kimberly llorando un mar de lágrimas por el Yeison. Los créditos aparecen y todos comienzan a hacer otra bendita cola nada más para salir.

─¿Viste cómo la mama de Kimberly se dio cuenta de que estaba embarazada y la hizo abortar? ─te pregunta.

*No sabes de lo que ella te está hablando*

─Sí vale, no no eso es insólito ─respondes.

Salen del centro comercial rápido para que no te pida más nada y tienes que llamar un taxi porque son las nueve de la noche y los autobuses están más escasos que la harina pan y el pollo juntos.

Le pones la mano a un taxi para que se pare pero, o van lleno o no se paran.

─Buenas, hasta ahí mismo en paseo los nísperos ─le dices al que se dignó en pararse.

─Dame cuatrocientos ─responde y aquella música sonando a todo volumen.

─No gracias.

Esperas un rato y llamas a otro y este te cobra trescientos cincuenta y no te queda de otra que pagar para poder irte. En el taxi vienes casi durmiendote y tu novia igual pero se ponen a hablar de cualquier cosa para pasar el tiempo. Llegan a casa de la novia y se bajan, ella se despide con un beso en la mejilla (O sea en la mejilla ¿y ya?).

─Nos vemos ─te dice.

─Dale ─respondes.

Y como no tienes plata tienes que caminar como imbécil hasta tu casa rezando porque un carro no se pare a tu lado y te secuestren. Pasas por un parque que está más solo que una de tus fiestas y ves que nada más hay dos chamos ahí sentados fumando y caminas más rápido para que no te roben los zapatos que compraste la semana pasada en un mercado.

Llegas a tu casa así cansado queriendo dormir pero tus padre están ahí pendientes en la sala y te hacen el típico cuestionario.

─¿Cómo te fue? ─te preguntan.

(Mal, no pude ver la película que quería "Cuarenta sombras de José")

─Chevere, la pasamos bien ─dices así fingiendo una sonrisa mientras te haces el Willy y vas caminando a tu cuarto para que no te pregunten más nada.

N. del A: En conclusión, preparen bien sus carteras antes de salir al cine. Yo creo que sale más barato hacer cotufas en microondas y descargar la película pirata, pero bueh.
Espero que hayan reído, y recuerden comentar o votar si por alguna razón les gustó (-: