Hecho en Venezuela

14. Cuando vas a hacer mercado

No sé ustedes pero yo intento evitar ir a hacer mercado con mi mamá, es que es algo que no sé, una pesadilla mientras estas despierto porque pasan muchas cosas que tú te quedas así como "Er coño e la madre para qué vine."

Justo hoy me pasó, estaba de lo más normal haciendo nada (lo que usualmente hago) y vi a mi mamá que se estaba acomodando y en vez de quedarme callado le tuve que preguntar (me odio).

─Mamá ¿para dónde vas tan temprano? ─pregunté.

─Eso no es asunto suyo.

─Ahhhh, ta' bien. Así te voy a decir yo cuando salga.

─Acompáñame para el mercado pues ─me dijo mientras dejaba de peinarse y volteaba a verme.

─No mamá, el sol, es temprano, no.

─Ah pero todavía te gusta pedir vainas verdad, tráeme esto, lo otro pero tú no ayudas en nada chico.

*Luego de diez minutos de sermón*

─Ajá vamos pues ─dije.

La cosa es que de lejos se veía la cola así de todo los bachaqueros y yo como que naguevona aquí morí. Pero menos mal no íbamos a comprar productos regulados así que entramos de lo más normal y recorrí todo ese central madeirense llevando el carrito con mi mayor flojera. Uno queriéndose ir pero no, pasa que tú mamá se encuentra a una amiga de yo no sé cuantos años y se ponen a echar cuento y tú ahí mirando para los lados esperando que ya dejen la habladera, pero no, viene y te llama tú mamá para presentarte a la amiga que resulta ser conocida de la familia.

─¡Ayyyy ese muchacho tan grande Dios mío! ─dice la señora.

─...

─Hijo ella es la doctora que estuvo cuando naciste ─dice mi mamá.

─Me acuerdo cuando estabas así chiquito todo bonitico con los cachetes rosaditos hijo pero ahora eres todo un hombre naguara de galán ─dice la doctora.

─Hola ─sonreí.

Después de calarme todo el discurso seguimos paseando en el madeirense y pasa que uno le pide algo para llevar y te dicen que no, y es así como a parte que te acompaño no me compras nada (el engaño).

─Mamá mira estos Doritos.

─Doble check.

─Mamá mira ¡gomitas!

─Nosotros venimos a comprar es comida salada para comer.

─(Yo pensaba que era para regalarla...) Pero mira está barata la broma.

─Coño que no.

─Mañana te acompaño otra vez... ─susurre. (Lo dices en voz baja porque si lo dices normal te ganas los coñazos del siglo en pleno pasillo).

Ahora viene la parte más molesta, hacer la cola y como de costumbre todas las cajeras en Venezuela son muy, muy, pero muy lentas, o sea trabajan con su mejor caligueva y la gente que no ayuda si no que se ponen a formar escándalos ahí.

*Tres vidas y reencarnaciones después*

El regreso a tu casa. No es chévere si tienes que devolverte a pie (como yo) cargar bolsas y estar pendiente que un malandro venga y te las quite, no es nada chévere.

A la final como todo venezolano llegamos arrechos a veces porque no nos brindaron ni un caramelo pero estamos felices porque podemos volver a seguir haciendo lo que normalmente hacemos, nada.

¿No les pasa eso cuando salen a hacer mercado con su familia?

N. del A: ¡Volví! Bueno, no había publicado más porque la universidad me tenía lleno de trabajos, estudió diseño gráfico y siempre me dormía a las 3:30 a.m. - 4:40 a.m. Para despertarme a las 5:00 a.m. Y que el transporte no me dejara, pero ahora es Semana Santa y el cuerpo lo sabe #VamoADomir( ͡° ͜ʖ ͡°).