· Capítulo 20: Pérdida del rumbo ·

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La venganza profunda

es la hija del silencio profundo

- Vittorio Alfieri

Desde que Eleonor se había convertido en un miembro del FBI veía su vida como un bucle interminable, pues apenas estaba sintiendo la satisfacción de haber salvado a alguien cuando ya estaba de nuevo en la sala de reuniones escuchando un nuevo caso con miles de horrores esperando a ser resuelto.

Y este era uno de eso días en los que sentía pesado vivir en aquel ciclo interminable. Su mente no había dejado de dar vueltas al asunto de su madre, que aunque no era como si la hubiera olvidado hasta ese momento, pero había provocado que los recuerdos se sintieran muy reales, revivió los sentimientos que experimentó y era como si tuviera que salir del trauma nuevamente, le había contado a su amiga Blake y ella le había recomendado volver al psiquiatra, pero no se sentía lista para hacerlo, no se quería sentir débil, se suponía que ya lo había superado.

Una mano tomando la suya la hizo volver a la realidad.

— ¿Estás bien? — preguntó su amiga JJ, quien la veía un poco preocupada por lo distraída que estaba ese día.

— Sí, solo estaba pensando — respondió la castaña, su compañera asintió a manera de comprensión mientras escuchaba lo que decía García.

— Lanzaron bombas a una fraternidad en venganza — dijo la analista.

— Les consterna que esta muerte aumente la fricción entre la comunidad estudiantil y los residentes permanentes — complementó Hotch, la joven echó un vistazo rápido a sus hojas entendiendo rápidamente el contexto.

Hablaban del reciente asesinato de un hombre, quien al parecer tenía 12 puñaladas, fue encontrado al lado de su carro el cual tenía un cristal roto, además de haber sido encontrado con su propio celular puesto en su boca, una escena inusual pero que era única, no había más asesinatos de ese tipo, pero la razón al llamado al FBI era por las razones que había expuesto su jefe de equipo, ya que la víctima anteriormente había matado a un hombre por atropellamiento sin pagar por ello.

— Claro, hay rencillas, así pasa — externó la agente JJ.

— Igual que en el día del motín de Santa Escolástica — informó Reid, Aiza asintió en aprobación, aunque el resto parecía no saber y no querer hacerlo.

— Está bien, mordí el anzuelo, ¿qué es lo que sea que dijiste? — preguntó Callahan curiosa.

— ¿El día del motín de Santa Escolástica? Buena pregunta — dijo el castaño feliz de tener a alguien que le interesara lo que él decía, aunque el resto sonrió de una manera un poco burlesca — En la universidad de Oxford en 1355, los ciudadanos atacaron a estudiantes y profesores con arcos y flechas, la lucha duró dos días.

— Eso es horrible — dijo Kate.

— Lo peor es que murieron 100 personas por ese encuentro violento — terminó la información la nueva compañera, Derek soltó una risa al escuchar aquello.

— Si apuñalé a alguien 12 veces, lo sentiría como más que suficiente para desahogarme, pero rompió los cristales, ¿por qué lo hizo?

— Bueno, un auto mató al comerciante, tal vez sea un mensaje — teorizó JJ.

— O simplemente es mucha ira — contradijo Callahan.

— Tenemos que descubrirlo, salimos en 30 — dijo Aaron para dar por terminada la reunión, haciendo que todos fueran a sus respectivos hogares para ir por sus maletas o para intentar solucionar sus asuntos pendientes.

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