· Capítulo 21: Una cita con el pasado

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Sabía que no podría hacer frente al futuro a
menos que fuera capaz de reencontrar el pasado.
- Gene Tierney

- Aunque, ¿sabes? También sé otra cosa - le dijo la castaña a su amigo.
- ¿Ah, sí? ¿Qué sabes?
- Que allá adentro hay alguien más que necesita tu ayuda más que yo.
- ¿De verdad?
- Sí, lo disimula muy bien, pero a JJ hay algo que le molesta, eres el padrino de su hijo, deberías intentar hablar con ella - dijo la joven en un intento de zafarse de él, le gustaba su compañía pero sentía que en aquel momento le iría mejor sola, quería pensar y calmar un poco su mente, pero no podía hacerlo con Reid a su lado.
- Está bien, iré adentro, si necesitas algo puedes llamarme, deberías ir al hotel a descansar, ha sido un día duro y muy estresante.
- Claro - respondió ella dedicándole una sonrisa, él correspondió y se introdujo al edificio.
Eleonor decidió hacer caso a la sugerencia de su compañero y se levantó para avanzar hacia el lugar donde se hospedaban, no tardó mucho en llegar, ya que siempre buscaban lugares cerca de las comisarías a las que se quedaban, entró sin dejar de pensar en sus más recientes conversaciones personales, iba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando alguien se interpuso en su camino, chocando ambos y tirando el café que la otra persona llevaba en su camisa.
- Que idiota - dijo el chico con el que había chocado Eleonor.
- Disculpa - dijo la joven rápidamente - no me he fijado por donde caminaba, no fue mi intención.
- No me refiero a ti, me refiero a mí, no me he fijado tampoco - fue ahí cuando ambas miradas se conectaron y al instante se iluminó la de la chica.
- ¿Baek?
- El mismo - respondió con una mirada un poco confundida
- ¡Dios mío! ¡De verdad eres tú, Baek! - dijo la joven mientras lo envolvía en sus brazos fuertemente y soltaba uno que otro sollozo que se le escapaba sin querer, el nombrado correspondió al abrazo de manera lenta e insegura, procesando lo que estaba pasando.
- ¿Renée? - preguntó después de mucho tiempo.
- Hace mucho que no escucho ese nombre - dijo ella riendo, secándose unas lágrimas que habían salido producto de su emoción - ¡Es una sorpresa encontrarte aquí! Es decir, estás...vivo.
- Lo mismo puedo decir de ti, de todos los lugares donde podría haberte encontrado, fue precisamente este. No sé por qué te sorprende tanto que siga en este plano terrenal, te dije que no iba a morir.
- Tienes razón, justo cuando mis pensamientos han estado tan envueltos en mi pasado - dijo la joven.
- ¿Qué haces aquí? - cambió de tema el joven con un poco de incomodidad, ella se dio cuenta de su imprudencia y no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza.
- Por cuestiones de trabajo, pero la verdadera pregunta es ¿qué haces tú aquí?
- Bueno, decidí venir a vivir acá, no quería vivir en un lugar tan horrible como Filipinas.
- Oye, no estaba tan mal el lugar - dijo la joven.
- ¿Enserio te parece bueno ese lugar? Si yo fuera tú lo odiaría a muerte - contestó Baek.
- Quizá tengas un poco de razón - Eleonor no pudo evitar darle la razón, porque no era mentira lo que él había dicho - mejor olvidemos ese tema, te invito un café, como disculpa por haber tirado el que traías.
- Te aceptaré el café, pero no como disculpa, fui yo el que no se fijó por donde iba.
- Está bien, vamos, aquí cerca está uno que te va a gustar.
- ¿Cómo sabes que me va a gustar? Tenemos años de no vernos.
- Amigo, yo nunca olvido - dijo la chica presumiendo de sus habilidades de memoria.
- Claro, había olvidado que eres Renée Einstein - ella comenzó a reír al escuchar el apodo y el tono burlón con el que se había referido a ella.
- Vamos, apúrate a caminar porque mi energía está a punto de agotarse y cuando eso suceda me pararé y me iré a dormir así estemos a mitad de una plática.
- No es necesaria la amenaza, ya voy - contestó él mientras corría detrás de la joven, no pasó mucho tiempo antes de que ingresaran al local y pidieran sus respectivos cafés, para después sentarse en una mesa que daba a un gran ventanal, había empezado a llover y era grato escuchar las gotas caer mientras veían el paisaje.
- Así que, ¿qué te trajo a este lugar? - preguntó el joven.
- Ya te dije que por cuestiones de trabajo - recordó su amiga.
- No me refiero a este lugar en específico, me refiero a Estados Unidos, no creí que regresaras a este lugar de todos a los que pudiste haber ido.
- Quería comprobar que mi padre estaba muerto, lo cual resultó cierto, para cuando me quise ir ya no tenía ni dinero ni alimento, así que me vi en la necesidad de pedir ayuda al gobierno, alguien me dijo que para recibir más ayuda podía estudiar, así que eso hice, estudié aquí mientras ellos me ayudaban monetariamente, al final decidí quedarme, no había razón para irme.
- ¿Y tu madre? - preguntó Baek de manera directa y seca, ella se removió en su asiento con incomodidad.
- De ella no sé nada desde entonces y la verdad no me importa, a este punto, me da igual si está muerta o viva, me doy por bien servida con que no esté en mi vida, ha sido difícil pero creo que he aprendido a vivir sin miedo.
- Es bueno que pienses así, te hizo mucho daño, no merece más de ti, ni siquiera vivir en tus pensamientos.
- Sí, creo que lo voy logrando, pero no podría ser posible sin ti, me salvaste, eso te lo voy a deber lo que me reste de vida.
- Claro que no, no me debes nada, te lo dije cuando te fuiste, lo hice porque era mi deber, no importaba el precio de tu libertad, incluso si era mi vida.
- Afortunadamente, ese no fue el caso - dijo la joven con felicidad, pero pronto cambió su semblante a uno serio - lamento no haberte buscado, pero cuando llegué a este lugar no tenía nada, tuve que depender de terceros mucho tiempo y aunque denuncié, me dijeron que no habían encontrado nada en el lugar, incluso dijeron que se veía como si nadie viviera ahí, creí que habías muerto y que ella había borrado el rastro de todo, perdí toda esperanza de encontrarte, debí haber hecho caso a mis instintos.
- Quizá, pero lo importante es que ya estamos juntos - la reconfortó el joven, mientras tomaba suavemente la mano de la castaña.
- Tienes razón, siempre la tienes - bromeó la castaña.
- Claro, de los dos, siempre he sido el más consciente.
- Cierto... pero no me has dicho qué haces aquí - insistió Eleonor.
- Bueno, fui a Japón como inmigrante ilegal, trabajé, pude volver a Filipinas, solo para tramitar papeles y poder venir a vivir aquí, elegí este país porque no se me ocurrió otro, la verdad, solo quería estar en un lugar que no fuera mi antiguo hogar, solo quería...
- Escapar
- Sí, así es amiga mía - aceptó el chico.
- ¿Y qué has hecho? ¿En qué trabajas?
- Bueno, en realidad, también estoy aquí por trabajo, vivo en Dumfries, Virginia, soy fotógrafo nupcial, vine a cubrir una boda, está a poco tiempo de aquí, hoy tomé unas fotos antes de la boda, la celebración es mañana.
- ¿En serio? Yo vivo en Quantico, muy cerca de Dumfries.
- ¡Qué coincidencia! Parece que el destino quería juntarnos - le dijo Baek a la joven entre risas.
- Parece que sí.
Ambos siguieron platicando por una hora, contándose lo que no habían podido en todo ese tiempo, ella le contó a detalle lo que había hecho para llegar a donde estaba y él hizo lo mismo, incluso pidieron otro café para poder seguir con la plática tan amena que se había iniciado.
Eleonor vio el reloj y se dió cuenta de que ya era tarde, debía descansar, pues su mente se lo imploraba, también porque se sentía mal de estar utilizando el tiempo que le dió su jefe para descansar en asuntos personales, sintió lástima por tener que irse pero era lo correcto para ella en esos momentos.
- Lo lamento, pero tengo que irme, necesito descansar y mi trabajo no tiene horario, así que podrían llamarme en cualquier momento.
- Qué trabajo tan misterioso, ¿quién eres? ¿Batman?
- Muy gracioso - se quejó la joven, a pesar de convivir mucho con él, se había olvidado de lo bromista que era.
- Es en serio, de lo poco que he podido deducir siento que es un trabajo de secretos, ni que fueras agente del FBI - bromeó de nuevo el hombre.
- Bueno, hasta mañana - se despidió Eleonor - fue un placer saber de ti, podemos reunirnos cuando quieras, vivimos relativamente cerca.
- No sabes cuánto te extrañé Renée, te necesité mucho.
- También te extrañé, pero no digas ese nombre, a la que estás viendo ahora es a Eleonor Aiza.
- ¿Te cambiaste el nombre?
- Cortesía de protección a testigos, lo hicieron por si mi mamá me buscaba, pero han pasado años y no pasó nada, así que me dijeron que ya no necesitaba tanta protección.
- Bueno, Eleonor, fue un placer conocerla.
- Igualmente señor Baek - respondió la joven divertida.
- Adiós.
- Adiós - Aiza ingresó al hotel, algo extrañada por la rareza de las casualidades de la vida, pues de todos los lugares se encontraron ahí, en ese preciso momento.
Cuando iba llegando al ascensor se dió cuenta que Reid estaba ahí, ingresó con él y lo saludó.
- Creí que estabas descansando.
-Si, pero decidí ir por un café - se excusó la castaña.
- Claro... - Eleonor sentía el ambiente tenso, no es como si ya estuviera todo bien entre ellos, pero había algo que ella no sentía cómo lo habitual.
- ¿Hubo más información del caso?
- Solo descubrimos que es alguien de baja estatura, estaría rondando entre el 1.60 metros.
- Eso suena bien... - el silencio que siguió después le confirmó que algo andaba mal entre ellos.
- Oye, no quiero sonar como un loco, pero tengo una pregunta.
- Claro, dime.
- Disculpa, pero es una duda que genuinamente tengo, quiero saber, ¿por qué con otros sí y conmigo no?
- ¿Perdón? - preguntó la joven desconcertada.
- Sí, es que, veo que te relacionas con los demás tan fácil y con otros eres abierta, pero por alguna razón conmigo no...
- No entiendo a qué viene el reclamo...
- No es reclamo, es una duda, no quiero que suene a eso, simplemente, me esfuerzo todo el tiempo por tener tu atención, por ser alguien de confianza, pero jamás lo logro, sé que no porque tuvimos una buena relación hace años significa que la podamos tener ahora y sé que un gran porcentaje de las exparejas se llevan mal, pero no somos un caso común, es más, jamás terminamos, ahora creo que no estoy eligiendo bien mis palabras... es solo que con Morgan te llevaste bien en cuestión de días, con García a pesar de su mal comienzo ahora son amigas, con JJ, sé que ella es muy linda, pero ellos no se esfuerzan tanto como yo para tratar de tener tu amistad, solo es eso, quiero saber si no quieres mi cercanía...
Eleonor se había quedado sin habla, el reclamo la había tomado por sorpresa, si bien sabía que él se había callado mucho sus pensamientos, algo raro en él, creyó que había cambiado y por eso no la había cuestionado jamás, pero veía que solo había sido cuestión de tiempo que la bomba explotara y ya lo había hecho.
- Yo... no sé qué decir... quiero decir... si sé, pero...
- Disculpa, creo que me excedí, es solo que tengo la duda desde hace tiempo y creí que podía decírtela, pero ahora que lo dije en voz alta me sonó como una tontería, no quería ofenderte, de verdad, discúlpame, no es necesario que me respondas - y antes de que ella pudiera contestar, el elevador se abrió, saliendo Reid de él y dejando a Eleonor sola, extrañada por la reciente conversación.


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Hola, sé que me perdí más de un año, pero les juro que todo ese año me costó escribir este capítulo, tuve un bloqueo de escritor que me hizo que no pudiera escribir más de dos palabras cada que intentaba hacer el capítulo, el título del capítulo anterior no solo fue por la protagonista, también era por mí jajajaja.
Espero que a partir de ahora se me haga más fácil escribir, a pesar de tardar tanto sé que es un capítulo muy corto, pero ya estoy trabajando en el siguiente, ya no quiero prometer pero espero poder subir esta semana un nuevo capítulo, además, estoy inspirada, me dan más ganas de escribir cuando mi vida está envuelta en desgracias jajaja
Muchas gracias por todas las vistas, me sorprendí cuando ví el 8K, espero que aún tengan el interés de seguir la historia de Renée/Eleonor y Reid.

Nos leemos pronto (espero que está vez si sea pronto y no el siguiente año jajaja).

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