CAP 27

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Unas semanas después 

Me estaba volviendo loca la situación con Kihyun, pues aún no podía dejar de escribirle notas mientras que en persona, él y yo nos habíamos alejado un poco, incluso también se alejó de Hyun Woo, mientras que las notas ya no parecían emocionarle. ¿De verdad se había decepcionado tanto desde aquél día en que no le dije quién era?. 

Me encontraba regando las flores de mi jardín de enfrente mientras Minhyuk me ayudaba a cortar el pasto, eran apenas las 9 de la mañana del sábado, así que no había escuela y por lo tanto ni siquiera estaba bien vestida, ¿a quién se le ocurría ponerse una pijama de Winnie Pooh para limpiar su jardín? claro, a mí. 

— ¿Mamá no piensa tirar esta planta a la basura? —bufó— Hace un mes que se secó  

— Ella dice que la está curando —reí, pues mamá procuraba cuidar bien sus plantas pero olvidó regar sus margaritas por una semana completa y el calor era insoportable— Además, apenas tiene dos semanas así, no un mes, tonto —le lancé agua con la regadera para plantas y este corrió a tomar la manguera 

Corrí y cubrí mi rostro esperando sentir el chorro de agua sobre mis brazos, pero el grito de mi hermano fue lo único que se hizo presente, entonces eché un vistazo para ver qué era lo que había salido mal. Me encontré a un  Kihyun empapado de agua de la cintura para arriba mientras arrugaba sus ojos y se quitaba sus ovalados lentes 

— Ay por dios ¡lo siento mucho! —respondió Minhyuk apenado, entonces corrí hacia a Kihyun

— Por dios Minhyuk ¡qué carajo! ¡ve a traer una toalla para Kihyun, ¿qué esperas?—grité y este de inmediato obedeció— Ay no Yoo, lo siento mucho de verdad 

Pasé mi manga por los lentes para secarlos y este no tardó mucho en soltar una carcajada

— Por dios, ¿así recibes a tus invitados? —preguntó burlón 

— Toma esto —dijo Min entregándole la toalla blanca—  Ven, por favor entra y te prestaré un cambio de mi ropa, seguramente somos de la misma talla 

Kihyun aceptó  y entró junto a mi hermano a su habitación para salir unos minutos después con un pants a color negro y  una playera blanca, la cual le quedaba ligeramente grande, ya que mi hermano solía usar ropa holgada algunas veces,

— Lo lamento tanto, voy a poner tu ropa a secar — apenada me levanté del asiento de la barra de mi cocina, pero Minhyuk me detuvo 

— No te preocupes, ya la llevo a la secadora —me mostró la ropa doblada y subió las escaleras 

— Te ves tan adorable —se lanzó a mi y pellizcó mis mejillas para en seguida plantarme un beso cerca de los labios, aunque no fue demasiado cerca, sí lo suficientemente inesperado para quedarme paralizada por un momento, cosa que  a este no le importó.

— ¿Vas a quedarte así vestida todo el día, Emilia? —preguntó mi madre entrando del patio trasero— Hola Kihyun —saludó sonriente a mi acompañante 

— Ay por dios,¡ahora vuelvo! —volé a mi habitación de inmediato para darme un baño y cambiarme de ropa, ¿cómo se me había olvidado que estaba vestida horrible? ¡jamás hubiera querido que él me viera de esa forma!.

Traté de tardarme lo menos posible y bajé nuevamente después de veinte minutos, me encontré a mi hermano hablando cómodamente con Kihyun mientras mi madre servía el almuerzo 

— Emilia, ¿puedes ir al super a comprar un par de cosas después de que almuerces? tu amigo puede acompañarte —ordenó mi madre y asentí

Una media hora después terminamos de comer y subí a mi recámara junto a Kihyun para buscar mi billetera, debía aprovechar para comprar unas cuantas cosas para mi 

— Tu cuarto es muy ordenado —agregó Kihyun un tanto fascinado mientras observaba todo 

— Bueno, es lo que intento —reí— Como es fin de semana está un poco más desordenado que de costumbre —capté un par de calcetas tiradas en el suelo y les di una patada lanzándolas debajo de la cama— Listo, vamos al super 

Me giré encontrándome a Kihyun observando aquél bloc pequeño de hojas cafés, que eran en donde escribía las notas que le enviaba, este las observaba con atención, en realidad parecía que estaba en otro mundo, así que a paso veloz caminé hacia a él y las tomé para guardarlas en un organizador de color blanco donde guardaba mis libretas 

— La persona que me escribe, usa este papel, ¿recuerdas? —me miró directamente 

— Ah...¿de verdad? —reí nerviosa 

Dear YooWhere stories live. Discover now