CAP 31

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La lluvia del día de hoy parecía no tener fin, pero estaba agradecida de que mi casa no estuviera tan lejos de la escuela. Salí del salón de matemáticas junto con Diego rápidamente, ya que éste se moría por ir al baño y entonces esperé en el corredor hasta que saliera, aunque supuse que tardaría un rato, le dije que no comiera ese sándwich de queso que Rebecca le ofreció, es intolerante a la lactosa, pero por supuesto que no me hizo caso, evidentemente. 

Revisé mi teléfono y le envié un mensaje a mi madre para avisarle que estaba por salir, claro que estaba resguardada en el pequeño techo que había, pero aún así la pantalla de mi celular no se libró de aquella brisa que llegaba hasta a el. 

Guardé de inmediato y fue entonces cuando vi a Kihyun caminar hacia a mi dirección con ambas manos metidas en los bolsillos de sus pantalones, este alzó la mirada. 

El tiempo se detuvo en el momento que me miró y poco a poco después de un par de minutos se acercó a mí y entonces, me abrazó. Era un tipo de abrazo que jamás había recibido por parte de él, de hecho, de nadie más.

— No imaginas cuánto te extrañé todos estos días —susurró en mi oído

Así nos quedamos por un largo tiempo, como si no nos hubiéramos visto en años, así de mucho lo extrañaba.

Sonó el timbre de la escuela y entonces comenzó a escucharse más escándalo

— ¡Kiki! —resonó la voz de Dalilah— ¿Ya se hablan de nuevo? —soltó una risa

Nos separamos y en ese momento salieron Hyungwon y Diego del baño

— Ay, qué lindos se ven juntos —soltó Hyungwon, hasta que este se percató de lo que dijo dejó de sonreír

Incluyendo que Kihyun se sonrojó tanto que tocó su oreja para comprobar si estaba caliente. No pude evitar soltar una risa

— Cállate Hyungwon, a este paso yo también voy a emparejarte con Alia, aunque sea sólo de broma.

— ¡Qué asco, no! —agregó con desagrado— ¡Alia es la peor persona del mundo!

— ¿Perdón? —preguntó la susodicha un tanto indignada— Pues tú tampoco me agradas, ni siquiera eres tan buena persona como aparentas

— Ja, al menos yo no voy por la vida revelando los secretos exclusivamente privados de las personas. —respondió satisfecho

Entonces hizo que me encendiera en ese momento y solté a Kihyun. Alia se tensó como nunca en ese momento y di unos pasos hacia a ella, esta retrocedió y me miró asustada

— ¿De qué secretos hablan? —preguntó Rebecca confundida

— ¿Puedo hablar contigo? —pregunté en tono exigente.

— ¿A solas..?

Solté una risa

— A menos que quieras avergonzarte y hablarlo enfrente de todos —encogí los hombros

— Por supuesto que no —rió nerviosa— No tengo nada que temer

— ¿Entonces por qué no nos cuentas lo que hiciste para que Emilia esté tan molesta contigo? —respondió Hyungwon burlón

Se sintió acorralada, jamás había visto a Alia tan temerosa

— ¿Qué, quieres que les diga a todos lo bajo que caíste?  —retó

—  ¿Lo bajo que caí? Mira quién lo dice —me burlé—  Fue un mal plan tal vez, pero mi acción no lastimó a nadie de manera directa, además era algo mío, nadie tenía derecho a meterse, mucho menos tú.

— Ay por dios, ¡no estoy entendiendo nada! —se quejó Dalilah

— En todo caso —agregué— La única persona que tenía "derecho" a saberlo ya se enteró, así que puedes hacer lo que quieras con mi secreto. Aun así nada de eso quita que seas una maldita chismosa, eres un asco Alia, he soportado tus malos tratos desde hace mucho y ya estoy harta de ti, así que espero que no vuelvas a dirigirme la palabra.

— Espero que a mí tampoco —agregó Kihyun

Entonces se notó lo mucho que le dolió eso último de parte de Kihyun

— ¿Qué? Kihyun, no te hice nada, yo de verdad lo siento, lo siento mucho —comenzó a tartamudear y tomó a Kihyun del brazo

— ¿Qué planeabas con esto, Alia? —se soltó de su agarre con una expresión de asco

— Es que yo...¡Quería que vieras que Emilia no es para ti! ¡No podía permitir que ella  se entrometiera en algo por lo que tanto tiempo había luchado!

Todos nos quedamos en silencio bastante sorprendidos de lo que reveló

— Sabía que te gustaba Kihyun —respondió Hyungwon

— No soy un objeto al que puedes pelear Alia, ni tampoco tu amigo a partir de ahora

Fue así como Alia se tiró al piso destrozada, jamás planeó que su amigo le diera la espalda al último momento, ¿pero qué esperaba entonces?.

Rebecca levantó del brazo a Alia y se la llevó, Dalilah me miró como si estuviera pidiendo autorización para ir  con ellas y asentí.

— ¿Qué carajo acaba de suceder? —preguntó Diego— Jamás los había visto así, a ninguno de ustedes. Me alegra que te hayas defendido por lo que te hizo, aunque realmente no entendí nada —se rascó la nuca

Dear YooWhere stories live. Discover now