Mision: Impasible -Kookjin-

Capítulo 12 : ¿Quién es la mamá?

Las niñeras, según Jimin, eran "viejas y aburridas" o "jóvenes y molestas". Amelia era la mezcla perfecta de "joven y aburrida". Yoongi no creía que fuera realmente aburrida. Jimin sólo quería decir que ella los dejaba solos. No trataba de "jugar a la mamá" mientras estaba en casa. Normalmente estaba haciendo los deberes, los cuales le mostró amablemente a Yoongi cuando éste finalmente tuvo el valor de preguntarle en qué estaba trabajando, y parecía difícil. Podía distinguir algunas palabras, pero la mayoría eran números, y a Yoongi no se le daban bien las matemáticas.

A Yoongi le recordaba un poco a Annabelle, excepto que en lugar de pelo rubio tenía pelo negro oscuro. Les recordaba qué hora era cada vez que él estaba en casa para que supieran que debían bañarse o prepararse para ir a la cama o acostarse, pero no era prepotente. No era Annabelle, a la que Yoongi estaba acostumbrado, pero no era mala. No venía a acurrucarse con ellos cuando veían una película, y no se quedaba mucho tiempo en la habitación cuando se iban a la cama, pero Yoongi no pensaba que no le importara. Simplemente tenía un enfoque diferente para hacer de niñera, y obviamente funcionaba para Jimin.

Pero ella no era Annabelle. Annabelle sabía lo que Yoongi más temía. Annabelle conocía el plan de escape.

Así que cuando Yoongi se despertó en la oscuridad de la habitación de Jimin, sin saber qué hora era, con una sensación de pánico que no podía explicar, no estaba seguro de qué hacer al principio.

No había luz roja en la ventana de Jimin. No había una escalera de incendios por la que pudiera bajar. No conocía a los vecinos de Jimin. No podía esconderse bajo la cama de Jimin porque estaba demasiado alto del suelo. Ni siquiera quería despertar a Jimin, ¿qué diría? ¿Cómo podría explicarlo? Llevó una de las mantas que tenía a su alrededor por el pasillo, entonces, se puso de puntillas y se asomó por la esquina lo suficiente como para ver a Amelia todavía trabajando en la encimera de la cocina, con sus auriculares en los oídos.

No había nadie más en el apartamento, así que Yoongi no se había despertado por ningún ruido. Sin embargo, no podía escabullirse de la chica. Además, no estaba seguro de si el salón o la cocina era lo más seguro. Había mostradores en el baño en los que podía esconderse, pero esos se abrían fácilmente. No sabía dónde ir. ¿Por qué Jimin no tenía un lugar seguro para esconderse? ¿Qué se suponía que iba a hacer si un tipo malo entraba? ¿Qué se suponía que hiciera Yoongi?

Era demasiado joven para un teléfono, así que no podía llamar a su padre. Y Jimin tampoco tenía uno. ¿Dónde se suponía que debía esconderse?

El armario del padre de Jimin le vino a la mente. Lo había visto todas las veces que Jimin había ayudado a su padre a elegir algo para vestir. Era un desastre. Tal vez Yoongi podría esconderse en él efectivamente. Tenía que ir a intentarlo. Amelia no podía ayudar, y Annabelle no estaba cerca, y Yoongi no tenía idea de cuándo regresaría su papá, así que dependía de él mantenerse a salvo.

Sólo esperaba que Jimin estuviera bien por su cuenta durante unas horas.

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Por un fugaz, egoísta y caliente segundo, Seokjin deseó no tener un niño esperándolo arriba cuando Jungkook lo sujetó contra el ascensor y parecía estar tratando de hacer sus propios tatuajes con su boca al otro lado del cuello de Seokjin. Estaba bastante seguro de que la mariposa y las flores estaban manchadas si no habían tenido la oportunidad de secarse todavía, porque Jungkook definitivamente había rodeado su mano alrededor de su cuello más de una vez, pero realmente no podía importarle. Quería sentir sus dedos sobre él, y esa era una idea que Seokjin tuvo que alejar mientras empujaba a Jungkook fuera de la puerta del ascensor, riéndose todo el tiempo.

Jungkook podía burlarse y hacer bromas y seguirle el juego a Seokjin, y éste ni siquiera podía molestarse en hacer que dejara de chuparle el cuello mientras intentaba abrir la puerta principal. Amelia seguía levantada y estudiando, y Jungkook sí que le dio una última palmada en el culo a Seokjin antes de apartarse, sonriendo despreocupadamente a Amelia mientras entraban.