Mision: Impasible -Kookjin-

Capítulo 16 : Heridas más profundas que la carne

Sólo era una herida superficial. Todos debían dejar de gritar. Dejar de exagerar. Dejar de amontonarse con él. Tenían que dejarlo en paz. Moverlo. Pero no moverlo tanto ni tan rápido. Y dejar de ser malos con él.

"Idiota", siguió murmurando Seokjin mientras lo levantaba. Jungkook no creía que se hubiera desmayado, pero si lo había hecho, entonces hasta el sueño de Seokjin era malo. Diciendo que era su culpa pero luego diciéndole a la enfermera que había sido atacado. Murmurando una y otra vez que,

"Voy a matarte",  su voz sonaba como si estuviera llorando.

Sólo era una herida superficial. No podía ser tan grave. Eso es lo que Jungkook se decía a sí mismo mientras luchaba por mantener los ojos abiertos. Las brillantes luces del hospital ayudaban, aunque las bombillas fluorescentes sólo le recordaban al gimnasio, y alguna enfermera tenía pánico en su voz cuando mencionó su ritmo cardíaco. Su corazón estaba bien. El cuchillo había estado mucho más bajo. Seguramente había soportado dolores peores antes. Iba a estar bien.

Si Seokjin dejara de apretarle la mano con tanta fuerza, le aseguraría que estaba bien, pero lo estaban llevando en silla de ruedas, y le estaban haciendo preguntas a Seokjin que no sabía responder, y Jungkook quería responder, pero le dolía más de lo que pensaba.

Era sólo una herida superficial, sólo un cuchillo en su costado, pero Jungkook podía sentirlo en todo su cuerpo, filtrándose a través de sus músculos, llamando a toda su sangre a drenar. Por fin estaba libre. Iba a dejarlo, a abandonarlo, a castigarlo por ser tan estúpido y tan descuidado.

Era sólo una herida superficial, por lo que Jungkook nunca se desmayó del todo. Vio venir a Seokjin, aunque no estaba seguro de cómo  lo había encontrado, y sintió que le sujetaba la cara. Le oyó hacer preguntas y luego intentar llamar a una ambulancia que Jungkook no necesitaba.

"Bien", había murmurado Seokjin. Lo había levantado y cargado durante unos metros hasta que básicamente lo depositó de nuevo, murmurando más sobre la sangre y lo estúpido que era Jungkook. Jungkook había descubierto que Seokjin era un enfermero terrible, así que al final se alegró de que llegara una ambulancia y de que una enfermera de verdad lo ingresara y lo llevara en silla de ruedas para suturarlo.

No se desmayó, pero no pudo recordar todo. A Seokjin le habían dicho que se fuera en algún momento, algo sobre la familia o alguna jerga legal que a Jungkook no le importaba. Sin embargo, Seokjin no era su contacto de emergencia, eso sí lo sabía, y maldijo a su yo del pasado, porque sabía a quién iban a llamar. Pero no podía detenerlos. No pudo hacer nada mientras le daban algo para el dolor que finalmente le hizo dormirse.

El tiempo se volvió divertido, entonces. Cada vez que abría los ojos tenía la misma visión. Un televisor colgado en la pared, un extraño papel pintado de flores rosas que hacía que Jungkook se preguntara si los hospitales diseñaban las habitaciones tan mal para que la gente quisiera irse rápidamente pero en realidad acababa quedándose más tiempo porque la decoración era muy deprimente, y finalmente, al menos un par de veces, el pelo oscuro de Seokjin, su cabeza y su torso desplomados, dormidos, sobre la cama de Jungkook.

Así que no tenía ni idea de qué día era ni de qué hora era cuando abrió los ojos por lo que le pareció la primera vez en semanas. Jungkook sabía que el dolor hacía cosas raras en el cuerpo. La adrenalina hacía que el tiempo se ralentizara, pero el shock que vendría después hacía que todo se precipitara y fuera frenético. Jungkook debió de dormir durante el shock o entrar en pánico en algún momento entre la llegada al hospital y el desmayo.

Había ganado su partido, pero se sentía un poco como si hubiera perdido. Como si hubiera sido noqueado en el ring. El colchón bajo él no se sentía muy diferente de la colchoneta. Las luces eran prácticamente idénticas. El olor, de demasiados productos químicos utilizados para limpiar la sangre y otras manchas, también era familiar.