ℂ.1• 𝕹𝖔 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖔 𝖉𝖊𝖏𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖘𝖔𝖑𝖔.

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Después de tanta insistencia por parte de Yeonjun en que Beomgyu se quedara a dormir esa noche en su casa finalmente había convencido al alfa, es que dios, en serio que veces consideraba bastante la idea de alejarse de él, todo desde que sus sentimientos empezaron a cambiar, de alguna manera se sentía unido al omega sin embargo no creía en lo de los dichosos predestinados.

Regresando un poco en el tiempo, es de vital importancia aclarar que Beomgyu ha sido mejor amigo de Yeonjun desde casi unos niños, estaban en secundaria cuando se conocieron e iniciaron su rara amistad, a pesar de no tener mucho en común en un comienzo, al ser ambos unas personas algo versátiles pudieron adaptarse al otro, con sumos tropiezos pero de que se adoraban, lo hacían.

Y vaya que tuvieron sus tropiezos, desde sus temperamentos fuertes que solían friccionar algunas ocasiones, hasta como ambos se presentaron: uno se volvió un gran alfa mientras que el otro se presentó como un maravilloso omega, lo raro no fue eso, lo extraño había estado en cuando todos asumieron que Beomgyu sería un lindo omega y Yeonjun un fuerte alfa, pero fue algo que no sucedió. Aún con la confusión, ambos aceptaron su destino y aunque fue difícil, su amistad ha perdurado por años.

Años hasta ese momento de otro cambio porque además de que solo eran amigos, Yeonjun estaba siendo cortejado por un alfa que presuntamente era de un linaje puro, nada comparado con él, incluso cuando aquel alfa comenzó con el dichoso cortejo algo en su interior disparó un tipo de alerta dejando inmediatamente de gustarle la idea de que alguien más pretendiera al omega que conocía desde antes de que ambos se presentaran, y no era por él, porque anteriormente se había mentalizado tan bien para cuando ese día llegara, que no conseguía entender porque todo se transformó a lo que era hoy.

Volviendo a las diferencias entre ellos y algo que Beomgyu amaba con cierto desdén era que a pesar de que Yeonjun era un omega, jamás ha ocultado u escondido su carácter fuerte, decidido y que no se deja de las injusticias, algunas otras veces friccionaba con el del propio alfa porque este era otro que jamás cerraba la boca y menos al tratarse de alguien intentando dañarlo a él o a quienes le importaban, sin embargo eso era un match que resultaba bastante cómodo y hasta perfecto para el pelinegro.

Y ahí estaban jugando otra partida de Mario Kart, hasta que entre el ruido del videojuego y los gritos ansiosos de Beomgyu por llegar primero que el omega, se alzó un gran bostezo, cosa que distrajo al pelirosa, mismo que fue quién lo emitió y terminó quedando a último, el alfa se levantó del suelo y empezó a festejar mientras se burlaba del otro, este se recostó en el suelo alfombrado con visible agotamiento, la pereza el día de hoy lo mantenía preso.

-Te gané otra vez -lo señaló volviendo a sentarse mientras veía atento al chico, llevando casi por pura inercia una de sus manos al sedoso cabello del omega dejando suaves masajes en el cuero cabelludo con suma gentileza, robando del dueño de aquellos cabellos, un gemido de satisfacción bajo, porque si, Yeonjun adoraba tanto cuando Beomgyu le hacía piojito, le proporcionaba demasiada paz.

-Ya para, si ganaste fue porque me dió sueño -reclamó con mala cara antes de cerrar los ojos y dejarse acariciar por un largo tiempo, su organismo tan relajado comenzó a liberar un aroma dulce que amenizaba el ambiente, el alfa lo percibió e inconscientemente inhaló profundo sonriendo después, aunque le costaba un poco digerirlo, su ser admitía que amaba el aroma a mango y chicle característico del chico de cabello rosado.

-Yo también tengo sueño Junie -murmuró suspirando, una sonrisa se plasmó en sus labios carmesí al ver como la respiración del omega se relajaba, como una señal de que se estaba quedando dormido sobre el suelo, algo preocupado, el pelinegro lo removió ligeramente antes de acercarse a su rostro y susurrarle-, corazoncito levántate para que te pongas el pijama -muy rara vez Beomgyu se comportaba tan meloso con Yeonjun y era porque de algún modo se sentía ligeramente incómodo, porque aunque lo hacía con intenciones amistosas, su corazón exigía más de lo que Yeonjun le daba, y sabía que eso estaba mal porque estaba muy consciente de que el omega jamás se podría fijar en él con otro tipo de interés y estaba bien, él aparentemente comprendía a la perfección la situación.

Rᴇᴅ LɪɢʜᴛsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora