XIV final

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Harry llegó condenadamente tarde.

Debería haber estado en la cafetería hace media hora, pero el tiempo pasó muy rápido, entre videollamadas con maestros, puntajes de exámenes, papeleo y más papeleo. Las vacaciones de invierno estaban a la vuelta de la esquina, lo que también significaba proyectos finales.

Ni siquiera se había tomado el tiempo de revisar su teléfono para ver la hora, si no hubiera sido por el mensaje de texto de Thomas preguntándole si estaban de regreso en el apartamento porque él quería ir, nunca se habría dado cuenta de que él se había detenido treinta minutos. Tenía tantas cosas en mente que simplemente olvidó que su pequeño no estaba en casa.

Mientras subía al auto un zumbido en su oído derecho lo hizo quedarse quieto, luego el dolor en la parte de atrás de su cabeza hizo que tuviera que tomarlo con ambas manos para que no le doliera más. Cuando dejó de sentir la punzada, su alfa se puso alerta.

Su primer pensamiento fue: Louis.

Y su alfa lo confirma cuando escucha la débil pero clara llamada de su omega. Louis lo estaba llamando. Algo estaba mal.

Salió a toda velocidad del estacionamiento de su edificio. Agradeciendo que no hubiera tanto tráfico como para retrasarlo más. La punzada continuaba molestándolo y alertándolo, no era la primera vez que escuchaba al omega de Louis llamarlo y eso solo había hecho más grande su corazonada de estar destinado, pero ahora la llamada había sido diferente a las otras veces. Esta vez había sonado desesperado y asustado, haciéndole saber de inmediato que estaba en peligro.

No quería empezar a pensar negativamente, pero es lo primero que haces cuando presientas que las cosas no van bien, no hay lugar para cosas buenas y agradables. Sólo siente miedo y angustia.

Cuando llegó a la cafetería, se bajó del auto, sin importarle una mierda que lo estacionara de muy mala manera. Corrió hacia la entrada, dándose cuenta de que estaban a punto de cerrar y las personas adentro solo guardaban sus pertenencias.

Entro con pasos rápidos y manos temblorosas.

—Hola— dijo, llamando la atención de los dos omegas y el alfa —disculpen, estoy buscando a Louis— murmuró con voz acelerada.

La gente frente a él frunció el ceño. —¿Louis?— preguntó una de ellas y Harry asintió. —Uh, nosotros no, no trabajamos aquí, no sé quién es Louis. Lo siento, señor—murmuro, avergonzada.

Y cuando Harry estaba a punto de dar las gracias y darse la vuelta y buscar al castaño en otra parte, una omega como de la edad de Louis, salió de la cocina, cargando sus cosas y sonriendo a sus amigos, entregándoles lo que sostenía, inmediatamente su mirada cayó en el alfa desesperado.

—¡Hola!— saludó animadamente —lo sentimos, pero vamos a cerrar. El servicio terminó hace media hora—, dijo con una sonrisa de disculpa. El corazón de Harry se hundió.

—Oh, no. No estoy aquí para el servicio— se apresuro a negar, —solo quiero saber si Louis ya se fue, era demasiado tarde para que yo viniera por él y no, no sé si todavía está aquí, porque no ha vuelto a casa— dijo desesperado. Su alfa estaba cada vez más inquieto.

—Bueno, no sé exactamente dónde está, pero Lou se fue de aquí hace un tiempo. Estuvo esperando frente a la ventana durante veinte minutos, y luego simplemente salió—, dijo, comenzando a borrar su linda sonrisa. —Oh, Dios mío—, murmuró horrorizada.

QUIERO ESTAR CONTIGO (L.S.)Where stories live. Discover now