Capítulo 7

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"La vida te brinda momentos especiales, sobre todo aquellos que involucran a la playa

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"La vida te brinda momentos especiales, sobre todo aquellos que involucran a la playa." Larry Wilcox.


Atlas.

Uno de sus pasatiempos favoritos era ir a la playa, justo en el lado donde las rocas eran más abundantes ─por lo tanto, las personas eran menos─ y leer un buen libro mientras tenía sus piernas sumergidas en el agua. Debido a eso, mantenía una piel bronceada todo el tiempo. La lectura de esa semana se titulaba "Las lágrimas de Nora" una historia de una chica ambientada en los años ochenta, donde sus padres al ser unos drogadictos y alcohólicos, la obligaban a robar y de eso, se mantenían. Solía leer bastante lectura juvenil, sin mencionar que la portada le había llamado la atención por lo que no dudó en comprarlo, además de que estaba en oferta junto con "El Gran Gatsby", por lo que no podía hacer pasar la oportunidad.

La brisa era fresca, el sol exquisito y él simplemente quería que ese momento fuese eterno.

─ ¡Atlas, ven a jugar! ─ el grito del pequeño Leo lo sacó de su mundo ficticio.

Alzó su mirada y observó que el niño lo esperaba con un frisbee en sus manos. Esa tarde, la señora Lottie lo había invitado a la playa junto con su nieto y su hijo, Tim. Él usualmente venía cada fin de semana, por lo que el pasar su tiempo valioso de soledad en la playa ahora era reemplazo con su papel de buen vecino. Y aunque no se quejaba, apreciaba mucho al pequeño Leo y le alegraba pasa tiempo con él.

─ Ya voy.

Se levantó y con cuidado se encaminó hacia la arena, por esa zona, las rocas estaban un poco resbaladizas, por lo que tenía que tener muchísimo cuidado. La señora Lottie les sonreía desde la parte trasera del coche de su hijo, se resguardaba de los fuertes rayos de sol mientras parecía estar hablando con alguien por su teléfono.

─ ¡Recuerden que dentro de unos minutos se deben de colocar otra vez el protector solar! ¡Y no se te vaya a ocurrir salir corriendo, Leo! ─ farfulló la anciana.

─ A este paso lo único que va a lograr es gastarse el bote entero de protector solar y eso no es nada ahorrativo ¿verdad, Atlas?

─ Ve y díselo entonces.

─ ¿Estás loco? Seguramente me termina tirando el bote encima y no me vuelve a traer a la playa, porque voy a terminar teniendo cáncer de piel y esas cosas.

Para ser un niño pequeño, entendía muchas cosas y se llegaba a expresar mejor que una persona adulta. Suponía que se debía a la educación que su abuela le estaba proporcionando, al menos él era afortunado en ese aspecto. Y aunque Atlas no tuvo la mejor educación del mundo, ese lugar le pudo enseñar a comportarse y ser mejor persona. Pero pueda que haya aprendido otras cosas fuera de allí.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Where stories live. Discover now