Capítulo 20

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"Tú, mi otra mitad. La mitad que yo nunca seré. La mitad que me vuelve loca. Tú, mi mejor mitad. La mitad que siempre necesitaré." Dove Cameron.


Jessamy.

Detuvo su bicicleta frente a la nueva casa de Mikayla con el corazón en la boca.

Había decidido ir a hablar con su mejor amiga de una vez por todas, no era justo que siguiesen en esa ley del hielo. Con ella no iba eso. Podía hacerlo con Dick, pero con ella no. No lo iba a permitir.

Dejó la bicicleta cerca del garaje y se aproximó a la puerta, tocó tres veces como era de costumbre y a los segundos Mike abrió la puerta.

─ La fiera está en el patio trasero pegándole a un costal, yo si fuera tu llevaría protección.

─ ¿Desde cuándo lleva haciendo esto? ─ entró a la casa cuando Mike le dio espacio.

─ Desde que discutieron, ya una semana si no me equivoco.

─ Me ignoró en el baile de primavera y ni me dejó que la felicitará, no sólo ella está furiosa.

El moreno hizo una mueca antes de cerrar la puerta y pedirle que la siguiera hasta donde se encontraba su hermana.

─ Aun me admiro que sigan siendo amigas.

«Yo también lo estoy, pero hoy dejará de comportarse como una niña pequeña.»

─ ¿Están tus padres? ─ Mike negó ─. Bien si escuchas gritos, no vengas. Por favor.

─ Descuida, soy lo suficientemente inteligente para saber que no debo de acercarme cuando Mika está enojada. Me llevó años entenderlo.

Se detuvieron frente a una puerta corrediza donde se podía vislumbrar a la morena pegándole con fuerza al costal como si toda la frustración se evaporara con sólo darle patadas. Iba a ser difícil, pero si Mikayla no aceptaba que estaba equivocada y se arrepentía de su conducta ese día, tendría que plantearse seriamente si querrá seguir siendo su amiga.

La adoraba y a la amaba desde siempre, pero esa parte de su personalidad donde se cerraba completamente y que se ponía a la defensiva cuando alguien se aproximaba, era horrorosa. ¡La detestaba! Y hoy le diría todo eso, sería sincera con ella y le confesaría que quería que todo volviese a lo antes, que volviesen a ser amigas y que dejase su teatro con Dick. Ya era suficiente. Ya no era una niña.

Mike le abrió la puerta y le deseó buena suerte, él sabía a lo que ella se enfrentaba, por lo tanto, no se entrometería en ese problema. Sabía que Jess podría manejar la situación perfectamente.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora