Capítulo 9

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"Que sea eterno todo aquello que nos haga bien." Anónimo.


Atlas.

De niño tuvo muchísimos sueños que en su momento creyó que se volverían reales hasta que a medida que fue creciendo y fue consciente de la realidad, supo que muchos de ellos solo se quedarían como un recuerdo de lo que fue su imaginación en su niñez.

Cuando veía que los niños en los orfanatos conseguían familia, él deseaba ser uno de ellos. Y aunque muchas familias estuvieron interesadas en él, al final nunca se llegaba a algo concreto y terminaba siendo rechazado. Después de haber salido del reformatorio y quedarse un tiempo en el orfanato, decidió huir. ¿Qué vida le esperaba en ese lugar? Allí no había nada de lo que él necesitaba así que mejor se fue buscando esa felicidad que nunca creyó encontrar. Las calles fueron la peor temporada de su vida, casi no podía recordar mucho de esa época, aunque sabía perfectamente que muy dentro de sí, lo hacía. Si se esforzaba lo suficiente, podía recordar la sensación de suciedad en todo su cuerpo, la arena y tierra incrustándose en sus uñas y el olor nauseabundo que había en su boca. Su ropa casi destrozada y su cabello hecho un desastre haciendo que se tornase duro y seco.

Eso no parecía ser casi nada junto a la sensación de estar completamente solo en el mundo, sin ayuda de nadie y ser nadie básicamente. Pasó tres largos años en esa vida, una vida que no supo cómo logró sobrevivirla, pero lo hizo. En esos años vio muchas familias ser felices con sus hijos, miró muchos padres amar a sus hijos y como también vio muchos padres siendo un monstruo con sus hijos. Pero todos tenían algo en común: eran familias. ¿Y él a quién tenía? Conoció el concepto de familia hasta que conoció a la señora Lottie, Leo y Tim. Ellos fueron quienes le mostraron el verdadero concepto, y aunque en los últimos meses los había descuidado, ellos seguían dispuestos a seguir apoyándole como lo hacían justo ahora.

─ Atlas, tú puedes hacerlo. No te preocupes.

Presionó con fuerza la correa de su mochila.

─ Solo es un vuelo de cinco horas, respira. Distráete leyendo o viendo una película, cuando menos te des cuenta estarás en el aeropuerto ─ le aseguró Tim.

─ Aunque también hay probabilidades de que el avión se caiga ¿sabes? Nunca está de más ser consciente de ello ─ se burló Link.

─ No lo asustes más de lo que ya está ─ la señora Lottie le propinó un zape al rubio haciendo que éste se quejase ─. No pasará eso, ignóralo.

─ Si miras a Superman volando, por favor salúdalo por mí ¿sí?

Bajó la mirada hacia Leo que le sonreía esperanzado y le devolvió el gesto acariciando su cabello con cariño.

Del cosmos se desvaneció una estrella © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora