Émile sueña con vivir de su música, se pasa el día y las noches escribiendo canciones y fantaseando con cantarlas frente a miles de personas.
Luego de ser descubierto por una de las discográficas más grandes del mundo y puesto en una banda con cuat...
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ALGUNA PERSONA EN ALGÚN LUGAR...
Hace frío, son las tres de la mañana y ni siquiera traíamos dinero para un taxi.
—Esto no está bien —se queja Domi, la menor de mis hermanas—. Estás invadiendo su privacidad, está en una fiesta privada con sus amigos, nadie te invitó.
—¡Lo sé! —le repito por quinta vez— Pero si los rumores son ciertos y lo vieron hablando con ese tipo, no creo tener otra oportunidad como esta.
Hace veinte minutos mi mejor amiga me llamó, me dijo que Émile está en el hotel donde ella trabaja en una fiesta en la piscina con sus amigos. Me va a dejar entrar, y probablemente sea la única oportunidad en mi vida de tener una foto con él.
—Solo tú te obsesionas así con un artista local, literal puedes ir a comprar pan y verlo allí, no es nada del otro mundo.
—Cuando sea tan famoso como Harry no dirás lo mismo —lo defiendo muy molesta—. Si te digo que va a ser muy exitoso es porque lo sé.
—No metas a Harry en esto —lo defiende de inmediato.
—¿Sabes? Un día alguien le dijo a Harry que iba a ser muy famoso, y tenía razón.
La muy tonta se ríe, Leslie, mi hermana mayor, solo nos ignora, ella nos apoya a ambas con nuestras obsesiones y por eso es que estamos caminando a las tres de la mañana por una vacía y fría calle para que yo pueda ver al amor de mi vida.
—No serás el Louis de Émile, él ni siquiera sabe quién eres.
—No me importa, yo creo en él y sé que llegará muy lejos. Si Émile tiene millones de fans, yo soy una de ellos, si Émile tiene una sola fan, yo soy esa fan, si Émile no tiene fans, es porque me morí.
—Ya, dejen de pelear, estamos llegando —nos regaña Leslie, en voz baja.
—Me duele el estómago, estoy nerviosa.
—¡Literalmente lo viste ayer! —se indigna Domi.
—Pero nunca le he hablado, ni siquiera lo he visto de cerca, las chicas de su club de fans acaparan todo y son muy intimidantes.
—Si ahora entramos y te quedas muda te juro que te empujo a la piscina —me amenaza sin dejar de gruñir ni un segundo.
Hace calor dentro, el contraste se siente mucho y se vuelve aún peor en cuanto entramos en la zona de la piscina.
Jamás estuve en un hotel así, prestaría más atención a los detalles si los cinco chicos hermosos frente a nosotras no hubieran dejado de hablar de un segundo a otro para mirarnos.
Me voy a morir aquí.
Cuando mi amiga dijo que tenían una fiesta en la piscina pensé en muchas más personas, de hecho pensé que tendría que buscarlo, no que iba a tener sus ojos sobre mí tan pronto.
Me voy a hiperventilar.
—Di algo, idiota —me empuja Domi, pero yo no siquiera sé dónde tengo la lengua.
—Ho- hola Emi —digo de la forma más estúpida.
Él levanta su manito y me saluda, muy tímido y con una sonrisita que me derrite el corazón.
Una de mis hermanas vuelve a empujarme y con todos los ojos sobre mí no me queda más que hacer otro intento de hablar.
—No... no queríamos molestarte —tartamudeo como imbécil—. Pero, ¿podemos tomarnos una foto?
Lo dije, me quedé sin aire luego, pero al menos lo dije.
—Oh... es que casi no traigo ropa, sería raro.
Me sonrió de lado, no sé cómo es que sigo viva. Obviamente no reparé en su falta de ropa, pero ahora que lo dijo no puedo pensar en otra cosa.
¿En qué estaba pensando al venir aquí? Mi hermana tenía razón, me quiero morir justo ahora.
El pelirrojo caliente que está a su lado le susurra algo por lo bajo y se ríe. ¿Se ríen de nosotras? ¿De mí? ¿Soy una idiota en este momento?
—Solo de las caras, una selfie —Mi hermana mayor se decide a intervenir al ver que me quedé absolutamente paralizada.
—Oh, claro, supongo que está bien —acepta, su carita de pena me está derritiendo el corazón.
Me volteo para no mirarlo mientras sale del agua y se pone una bata, no quiero incomodarlo, aunque me moriría por ver, él no me ha dado permiso.
En cuanto llega a mi lado siento que el corazón se me va a salir, es incluso más hermoso de cerca. Su ojo diferente es hipnotizante, me lo quiero grabar en la mente, al igual que sus pestañas húmedas y oscuras.
Leslie nos toma la foto, espero no haber salido horrible, porque la voy a poner en todos lados.
Para mi sorpresa él no se va de inmediato, se queda para hablarnos de la forma más amable y dulce en la que una persona puede hablar. Lo amo demasiado, si lo amaba antes de esto ahora lo amo el triple.
Es la persona más llena de luz y de paz en el universo, quiero meterlo en una cajita para que nadie pueda lastimarlo.
—¿Cómo te llamas? —me pregunta antes de despedirse.
—Camila —respondo apenas.
—Bueno, Camila, gracias por todas las cosas bonitas que me dijiste.
Mi nombre salió de su boca y no estoy llorando solo porque me da vergüenza.
Dios, lo amo.
—Son... son verdades, no agradezcas.
—Gracias por creer en mí.
—¿Te... puedo abrazar? —me animo a preguntar.
—Te voy a mojar...
—Te juro que no me importa.
Suelta una risita y asiente, y entonces me acerco sin pensarlo mucho y él me envuelve con sus brazos.
No sé cómo sigo viva, si me atropella un camión al salir de aquí voy a morir dichosa y feliz.
—Cuando todo el mundo te conozca, en tu gira internacional regreses aquí y llenes el teatro, yo voy a estar entre esas personas.
—Te buscaré —promete, estirando su dedito pequeño hacia el mío para sellar la promesa.
Cuando nuestros deditos se entrelazan y él sonríe, sé que acabo de prometer que lo voy a seguir y a apoyar en cada cosa que haga mientras respire.
Y es una promesa que pienso cumplir.
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Hola pollitos 🐣
Este segundo capítulo, cómo pudieron notar, es una especie de "apartado" o algo similar que no sabría cómo llamar.
Cada algunos capítulos vamos a estar viendo el punto de vista de algún/a/e fan alrededor del mundo, porque se me hace lindo poder plasmar también ese sentimiento de estar del otro lado, que creo que muchos de nosotros conocemos muy bien.
