Émile sueña con vivir de su música, se pasa el día y las noches escribiendo canciones y fantaseando con cantarlas frente a miles de personas.
Luego de ser descubierto por una de las discográficas más grandes del mundo y puesto en una banda con cuat...
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"Solo necesito que me quieras, ¿estoy pidiendo demasiado?"
Lust - Kendrick Lamar
★★★
—Nuestra ropa está combinada —susurra Indra arrugando su nariz en desagrado—. Nos vemos ridículos, todos.
—Dylan se ve lindo —contradigo sin dejar de verlo.
—Por favor, Émile, deja de babear —Me da un empujón suave para llamar mi atención—. Todos nos vemos lindos por separado, pero vestirnos de los mismos colores es tonto.
—Bueno, sí —le doy la razón— ¿Vamos a cambiarnos? La entrevista empieza en cinco minutos, si llegamos sobre la hora no tendrán tiempo de decir nada.
—¡Sí! Dios, si fueras mujer te besaría.
Me toma de la mano y me arrastra hacia la escalera, no pongo resistencia, corro con ella y en cuanto llegamos arriba nos separamos en el pasillo.
Me quito la camisa que me dieron y la cambio por una sudadera amarilla, grande y con capucha. Los pantalones negros estaban bien, así que con esto es suficiente. Entonces pienso que Dylan va a estar combinado con Lúa y Freya, y no quiero, quiero que combine conmigo sutilmente.
Busco entre mi ropa y encuentro una sudadera negra con una inscripción en amarillo, es perfecta, así que la tomo y salgo al pasillo para reencontrarme con Indra.
Ella cambió sus pantalones por una falda tableada que le queda muy bien, y el top escotado por un sweater de color clarito. Su ropa siempre es bonita y la hace ver tierna, siento que no es la imagen que quieren que dé y por eso le ponen ropa ajustada por lo general.
—Estás preciosa —le digo con una sonrisa.
—No seas tierno conmigo, qué asco.
—Ey, no seas grosera... —exijo juntando mis cejas— Se dice gracias.
—Que te cojan —sonríe con ironía y me saca el dedo medio.
—Gracias por los buenos deseos —sonrío también y hago una reverencia—. Te ves como una princesa y te oyes como un camionero.
—Esa es la magia —asiente con satisfacción— ¿Le trajiste algo a Dylan?
Señala la sudadera bajo mi brazo.
—Sip.
—No le traje nada a Lu, no sé ser atenta, mierda.
—El punto era desconfigurar los colores, con tres alcanza.
—Ya, bajemos —cede con un asentimiento.
Mientras caminamos por el pasillo me siento con la suficiente confianza para hacer preguntas. Después de todo, creo que es mi amiga, le dije que me gusta Dylan y hablé sobre mis inseguridades con ella.
