un invitado sorpresa

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La fiesta de esa noche era una de las más codiciosas no sólo de Seúl, sino de todo el país.
¿Y por qué? Porque el anfitrión no era nada más y nada menos que Hwang Hyunjin, famoso empresario a sus veintiocho años.

Hwang Yeji, hermana pequeña de este por dos años había sido la encargada de invitar a todas aquellas personas igual de importantes que su hermano: modelos, diseñadores reconocidos mundialmente, otros empresarios y actores y actrices estaban por todas partes vestidos de gala, comiendo y bebiendo mientras hablaban entre ellos. Todos esos invitados pasaron por la revisión y aprobación de Hyunjin.

Todos, excepto uno.

Un chico de veinticuatro años, vestido con una camisa blanca de manga larga, pantalones de cuero negros y un pelo rosa pastel que destacaba en todo el salón se encontraba en la entrada viendo como aquel hombre alto y fornido buscaba su nombre en la lista.

- Vamos, tengo que salir. Yeji me dijo que podía venir. -

- Aquí no hay ningún Yang Jeongin. Espere aquí, iré a hablar con la señorita Hwang. -

Y el cantante esperó obedientemente en la puerta. Sabía que su mala reputación podría ser aprovechada para ser objeto de burlas, pero realmente esperaba que aquello no lo fuera. Nunca había ido a ese tipo de fiesta y tenía mucha ilusión.

Entonces, una chica de pelo castaño largo con flequillo recto y un vestido rojo con un escote en forma de corazón llegó junto con aquel guardia. Al verlo, la chica se tapó la boca con sus manos y casi que corrió hasta él.

- ¡Sí has venido! - Gritó emocionada. - Dios, soy tan fan tuya. Dentro tienes que firmarme un autógrafo, por favor. -

Jeongin asintió casi sin creérselo y el hombre alto miró a Yeji asustado.

- ¿Está segura, señorita Hwang? Este chico ni siquiera ha pasado por la revisión de su hermano, y sabe que a él no le gustan los rumores. -

Jeongin hizo una mueca. Aparte de ser cantante, era muy conocido por todos los rumores que se formaban por culpa de todos los chicos con los que había salido. ¿Acaso era imposible tener vida amorosa siendo famoso?

- Muy segura. Vamos Jeongin, te lo vas a pasar genial. -

Yeji lo tomó de la mano y le dirigió al interior. Automáticamente, todas las miradas se posaron en ellos y la chica tuvo que irse a hablar con otros invitados, cosa que hizo sentir inseguro a Jeongin.

- ¿Una copa? - Un camarero se acercó a él con una bandeja con copas repletas de champán. Yang sin decir una sola palabra tomó una y bebió hasta la mitad de una sentada. Sentía que iba a necesitarlo para soportar la noche.

Mientras tanto, Hyunjin estaba aburrido. Tener que aguantar a tantas personas, la mayoría mayores que él, haciéndole preguntas sobre su vida amorosa era agotador. Pensó que aquello había quedado resuelto cuando los paparazzis lo pillaron una tarde paseando con su secretaria y tuvo que decir que no estaba interesado en tener pareja, y era cierto. La última persona con la que había estado involucrado románticamente hablando había sido con un chico cuando tenía veinte años, antes de tener que heredar la empresa a la fuerza por deseo de su padre.

Todo iba relativamente tranquilo hasta que su mirada cayó sobre un chico con pantalones de cuero negros, camisa de botones de manga larga blanca y pelo rosa pastel. No recordaba haber invitado a nadie así.

- Yukhei. - El camarero volteó a ver al hombre que lo había contratado. - ¿Quién es ese chico de ahí, el que está quieto en medio de todos mirando a la nada? -

- ¿Ese? - El chino lo señaló disimuladamente y Hyunjin asintió con la cabeza. - Es el cantante, Yang Jeongin. -

Y el mundo de Hyunjin se derrumbó, creyendo que estaba acabado. Si no recordaba mal, aquel cantante tenía pareja por lo que había visto en la prensa rosa, y si lo vieran juntos en cualquier momento seguro la gente pensaría que son novios.

El pelinegro se dirigió hacia su hermana, quién hablaba con una modelo y la tomó por los hombros y la volteó bruscamente para que la mirase.

- Yeji, ¿has invitado a Jeongin a esta fiesta y además sin mi permiso? -

- Soy fan suya, ¿algún problema? Cuando se acabe esto va a firmarme un autógrafo, ¿no es genial? - Preguntó emocionada.

- No, no lo es. Sabes que la prensa va detrás de mí intentando descubrir si tengo pareja y me metes aquí a un tipo al que se le conoce por haber salido con muchos chicos. ¿Siquiera ha pasado por tu cabeza el problema que esto supone para mí? -

La castaña simplemente suspiró y se alejó de su hermano. Hyunjin desde muy pequeño sabía lo cabezota que podía ser Yeji, así que lo dejó pasar.

- Perdone el atrevimiento, señor Hwang. - Una melodiosa voz se escuchó detrás de él. - ¿Molesto estando aquí? Si es así me puedo ir si usted lo desea. -

Y cuando volteó a ver quién le había hablado, todo rastro de conversación desapareció en un suspiro ahogado por parte suya. Jeongin, aquel problemático cantante, había escuchado todo y ahora lo miraba con ojos de cachorro, como si le rogase silenciosamente que le dejase quedarse.

- No... ya estás aquí, ya no hace falta. -

La sonrisa del pelirrosa se mostró tan radiante que Hyunjin juraba que podía iluminar la habitación más oscura del planeta, pensamiento que le hizo recordar que no debía sentirse tan abrumado por el joven frente a él.

- Muchísimas gracias, señor. - Hizo una exagerada reverencia y Hwang sonrió levemente porque aquello había sido adorable.

- Por favor, no me trates de usted. No soy tan viejo. - Jeongin rió.

- ¿Sabes? Mi novio te lleva unos dos años. - ¿Su novio era mayor que él? Hyunjin se sintió decepcionado por un momento. - Aunque bueno, no importa. Él está en Australia haciendo no sé qué cosa, no le presté mucha atención. -

Hwang mostró una sonrisa sincera y decidió que en vez de estar hablando con todas aquellas personas más mayores que él a quiénes les gustaba alardear de sus riquezas, se quedaría hablando con el simpático Jeongin quién le contaba animadamente su vida y lo hacía reír a cada momento.

Después de una hora hablando, Yang decidió dejar de reírse mientras veía como el pelinegro a su lado se limpiaba las lágrimas para decir algo.

- He oído por ahí que no tienes pareja. - Hyunjin negó con la cabeza, confundido. ¿A qué venía eso? - No entiendo cómo, si eres tan guapo que duele. -

Hwang ignoró el leve sonrojo en sus mejillas. - Sí, supongo que prefiero centrarme en mi trabajo antes de crearme malas reputaciones. -

Jeongin, acostumbrado a los ataques hacia su persona, asintió lentamente con la cabeza y se levantó del sillón donde estaban sentados. - Creo... que me iré yendo. -

Hyunjin lo miró marcharse asombrado hasta que su hermana llegó corriendo a su lado, agitando su mano en su cara para que le hiciera caso.

- ¡Por qué dejas a Jeongin marcharse si estábais tan bien juntos! -

- Mierda, creo que se pensó que lo estaba insultando. -

- ¿¡Qué!? - Gritó Yeji, ganándose unas cuantas malas miradas. Hyunjin apretó sus dientes y miró a su hermana, quién estaba totalmente enfadada, con miedo. - A veces me pregunto cómo es que yo no soy la hermana mayor. -

El pelinegro se sintió un poco ofendido por aquello, pero prefirió dejar marchar a la chica antes de crear más problemas.

No quería que la gente inventara cosas.

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Nuevo fanfic Hyunin inspirado principalmente en el álbum "reputation" de Taylor Swift!

Los capítulos saldrán todos los viernes (o al menos eso intentaré ^^)

Espero que os haya gustado! 💛

REPUTATION ──── HYUNINWhere stories live. Discover now