entreacto: hwang yeji, la jefa en la sombra

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Entreacto
(sustantivo masculino)
Intermedio en un espectáculo público, en especial el que tiene lugar entre dos actos en una representación teatral.

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- Yeji, tengo que irme. -

- ¿Cómo? ¿Vas a dejarme sola con las negociaciones? -

- Ni que eso fuera un problema para ti. -

La chica se encogió de hombros. - Al menos espero que sea para algo importante. - Y para Hyunjin lo era, y mucho.

Así que con cuidado, se levantó de su asiento y cuando llegó a los pasillos vacíos comenzó a correr hasta llegar al parking e ir hasta su coche, el cuál abrió rápidamente y sólo respiró tranquilo cuando se sentó y se puso el cinturón.

Mientras tanto, Yeji aplaudía al ver que el pase de modelos al fin había terminado. Cuando vio que todos los presentes se levantaron de sus asientos, lo primero que hizo fue buscar desesperadamente a aquel hombre con el que tenía que hacer negocios.

Cuando vio a un cuarentón un poco canoso hablando con una hermosa mujer lo reconoció: el señor Jung Youngmin era a quien buscaba.

- Perdone, es usted Jung Youngmin, ¿verdad? -

El hombre volteó y cuando la miró de arriba a abajo (fijándose bien en su escote en forma de corazón), asintió con la cabeza.

- Para servirla. - Dijo, tomando su mano y dejando un beso en ella. Yeji sólo pudo sonreír incómoda, fijándose en que la mujer apuesta se había ido hace un rato.

- Esto... Verá, la empresa de mi hermano quiere contratar a una de sus modelos y-. -

- Cierto, eres hermana de Hwang Hyunjin. Me alegro de que él no esté aquí hoy, si no no hubiese podido hablar contigo. -

La sonrisa suavemente seductora que le mostraba el hombre la hacía sentir desconfiada, pero debía seguir con la negociación por el bien de la empresa.

- Se trata de Shin Ryujin. Es muy buena desfilando y seríamos capaces de ofrecerle mucho dinero por ella. -

- ¿A esa zorra? Os la regalaría si hiciera falta. - La expresión calmada de la castaña cambió a una de sorpresa al escuchar aquellas palabras. - Quiere denunciarme por acoso sexual cuando es ella la que anda ofreciéndose. Y no sólo a mí, sino a cualquier hombre con el que trabajamos. -

Yeji sabía que algo no encajaba en aquella situación. Estaba segura de que aquella chica no hacía absolutamente nada a juzgar por el comportamiento del señor frente a ella.

- Bueno, entonces aceptará lo mínimo, ¿no? -

- Sí, sí... - El hombre casi arrancó el contrato de sus manos, se apoyó en algún lado y firmó. - Te he apuntado mi número por si algún día quieres llamarme. Hago muchas fiestas en mi yate y estoy seguro de que un bikini te quedaría genial. Eres... muy guapa. -

Como el contrato ya estaba firmado, la castaña sabía que ya no hacía falta tener buenos modales hacia alguien como él. - No pienso llamarle nunca, señor Jung. Espero que para la próxima busque mujeres de su edad y a ser posible, que no las acose. -

Después de dedicarle la sonrisa más tierna de su repertorio de expresiones faciales salió del recinto, sintiéndose asqueada por tanta mirada y comentario innecesario.

Entonces la vio: Una mujer con el pelo por los hombros teñido de rosa, con un vestido de gala con una apertura en medio de color negro y fumando un cigarrillo con las piernas cruzadas.

Estaba segura, era Shin Ryujin. Las demás modelos hablaban y reían bastante alejadas de ella y Yeji no entendía por qué; supuestamente todas se llevaban bien, ¿no?

- Oye, ¿qué miras tanto? - La pelirrosa habló y la del flequillo recto se sobresaltó.

- Perdón... soy Hwang Yeji, la hermana de Hwang Hyunjin. Acabamos de contratarte. -

Un suspiro de alivio dejó los labios de la otra chica que parecía ser de la misma edad que su hermano. - Menos mal. Aquel tipo lo único que hacía era tocarme de más e intentar invitarme a sus fiestas privadas. Te dijo que todo eso era culpa mía, ¿verdad? -

- Sí, algo así. -

Yeji se sentó al lado de la modelo, que esperó a que se colocara mejor su vestido para poder seguir hablando.

- Idiota. - Dijo. Otra calada al cigarro y expulsó el humo lentamente. - Dice ese tipo de cosas desde que le dije que era lesbiana y le amenacé con denunciarle, pero nunca lo hice por miedo a perder mi trabajo. Ahora por fin podré hacerlo sin miedo, gracias. -

La mujer le sonrió sinceramente antes de dar otra calada y las mejillas de Yeji se sonrojaron un poco.

- Me alegro de que la empresa de mi hermano haya sido de ayuda. -

- Espera, ¿de tu hermano? - Ryujin volteó a verla. - Pensé que la empresa era tuya. -

- Ojalá, pero mi padre creía que una mujer no podía llevar una empresa tan grande. - La pelirrosa la miró confundida. - Estoy segura de que si fuese un hombre, para él sería el hombre. -

- Estoy segura. - Shin tiró el cigarrillo al suelo y con su tacón lo aplastó para poder apagarlo. - Y... ¿tienes novio? - Yeji negó con la cabeza. - ¿Novia? - Misma respuesta. - Hm. -

Yeji soltó una pequeña risa que salió en forma de jadeo. - ¿A qué viene la pregunta? -

- Sólo me extraña que una mujer tan guapa no tenga pareja. -

Ryujin miró su teléfono y al darse cuenta de la hora que era se levantó del pequeño muro donde estaba sentada. Debía irse a casa.

- Entonces... nos veremos por la empresa, jefa. -

- Sí. -

La modelo se fue y Yeji sonrió mientras la veía marcharse, totalmente embobada por su forma tan elegante de caminar incluso sin intentarlo.

Un mensaje en su teléfono de su hermano la hizo volver a la realidad y recordarle que ella también debía marcharse a su casa, así que eso hizo. Ya contestaría a Hyunjin a la mañana.

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El vestido de Ryujin:

El vestido de Ryujin:

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El vestido de Yeji:

El vestido de Yeji:

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REPUTATION ──── HYUNINWhere stories live. Discover now