el final más esperado

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Un mes había pasado desde que Hyunjin y Jeongin habían acordado en conocerse mejor, y a pesar de ello, no se habían visto más. Hyunjin estaba ocupado con su empresa de entretenimiento y según tenía entendido, Jeongin se encontraba grabando un próximo álbum y había estado despierto hasta muy tarde.

Pero entonces, un nuevo mensaje le llegó a su teléfono. Jeongin le decía que abriera Twitter y no entendía bien por qué. ¿Acaso los habían descubierto?

Cuando entró a su ordenador y vio las publicaciones actuales sobre Yang entendió todo. Christopher y él definitivamente lo habían dejado.

...

Jeongin lloraba tirado en el suelo de su departamento con un cansado Doyoung observándolo desde arriba.

- Vamos Innie, deja de llorar. Estabas deseando dejarlo. -

- ¡Pero nunca pensé que estaría en Australia sólo para verse con su amante! -

Porque era cierto, Christopher nunca estuvo rodando una película. Sólo fue a verse con un tal Félix con el que tenía una relación desde la última vez que él y Chris tuvieron una crisis, es decir, desde hace seis meses. Se sentía tan engañado después de todo lo que había aguantado.

- Bueno, no pienses en eso ahora. - Su mánager, intentando animarlo, se acercó a él y puso su brazo alrededor de sus hombros. - El mar está lleno de peces y... bueno, tú tienes a un muy buen pez a tu lado. -

Jeongin se alejó de él y lo miró con mala cara. - Doyoung, tienes novio, por favor. -

- No me refiero a mí, idiota. - Su expresión molesta cambió a una sonrisa pícara. - Me refiero a Hwang Hyunjin. -

Las mejillas de Jeongin se sonrojaron y miró a otro lado, avergonzado. - Es muy guapo, pero sólo somos amigos... no te hagas ideas equivocadas. Además, a él no le gusta estar en relaciones amorosas. -

- Eso es una tontería, sólo no le gusta el drama. -

- ¿Y te crees que a mí sí? Todos dicen que amo el drama, pero en realidad es el drama quién me ama a mí. - El pelirrosa se quedó pensando por un momento. - Eso es una buena letra para una canción... -

Doyoung rodó los ojos y lo levantó del suelo en el que estaba sentado, tomándolo por los hombros y dirigiéndolo al ventanal del apartamento de ambos que dejaba ver unas muy buenas vistas de Seúl. Era la ventaja de vivir en un piso muy alto.

- Sé muy bien que puedes comerte a esta ciudad entera, así qué... ahora que estás libre, ¿qué más dan los rumores? ¿Qué más da lo que piensa la gente? Siempre habrán personas apoyándote a ti y a tu música, así que deberías aprovechar y si Hyunjin realmente te gusta, ir a por él. -

Jeongin le devolvió la sonrisa a su mejor amigo y luego miró al ventanal.

- Dejemos que los juegos empiecen, Doyoung. -

...

Hyunjin conducía su coche siguiendo las direcciones de un Jeongin que llevaba gafas de sol y una manta por encima.

- Oye... así será obvio que eres un famoso, ¿no es lo mismo que no llevar nada? -

- Déjame, Hyunnie. - Oh, aquel apodo era nuevo. - Cualquiera podría sacarle una foto al coche y debo estar lo más escondido posible. -

- ¿Y por qué yo no? Siempre soy el que conduce, ¿acaso tú no tienes carné de conducir? -

- Sí que tengo. - Hwang lo miró sorprendido por el retrovisor, dudando si creerle o no. - ¡Es verdad! Sólo... no me dejan conducir, así que siempre tengo que ir con chófer, así si hay algún accidente en la carretera la culpa será de él y yo no tendré más polémicas. -

- ¿De verdad es por eso? - El del lunar bajo el ojo frunció su ceño.

El pelirrosa dejó escapar un suspiro. - Normativa de la empresa. -

Hyunjin de repente comenzaba a valorar más la carrera de un artista.

...

- Entonces... ¿ya hemos llegado? -

- Sip. -

- Cuando me dijiste que íbamos a comer a un sitio no pensé que fuera en medio del campo con una cesta de picnic. -

- Bueno, pero esto gana a todos esos caros restaurantes en los que haces cenas de empresa. -

Hyunjin decidió no opinar sobre aquello porque le hipnotizaba la felicidad del menor preparando todo para el picnic con gran entusiasmo. Cada día que pasaba, estaba más seguro de que Jeongin era un chico hermoso.

- Hyunnie, ¿te gustan las fresas? -

- Sí, pero... ¿a qué viene el apodo? -

- Te queda muy lindo. - La sonrisa que le dirigió el pelirrosa calentó su corazón de una manera inimaginable. - Por cierto, me alegra que no lleves traje como casi siempre, te hace ver... normal. -

Y era cierto, llevaba una camiseta de manga corta blanca y unos jeans con roturas en las rodillas. Hacía mucho tiempo que no vestía tan informal.

- He traído sidra de manzana en botellines, por si quieres brindar. -

tomó dos botellines y se los enseñó a Hyunjin, quién comía una fresa de la cesta.

- Sí, claro. - Dijo luego de comer, sonriendo. - Ábrelas. -

- Abre tú la tuya. - Respondió Jeongin divertido, extendiéndole una.

El pelinegro levantó una ceja en respuesta y con un abre-botellas quitó la chapa, acercando el botellín al de Jeongin cuando este ya lo había abierto.

- Brindemos por el fin de relaciones tóxicas. - Dijo Hyunjin.

- Y por el comienzo de relaciones sanas. - Respondió Yang.

Hyunjin no supo que quiso decir su acompañante esa noche con aquello, aparte de que sólo podía fijarse en su adorable sonrisa.

- Sí, claro. -

Y brindaron.

Y Jeongin pensó en lo atractivo que se veía Hyunjin observando las luces de Seúl mientras bebía.

Y Hyunjin pensó en lo idiota que había sido Christopher por dejar ir a un chico tan maravilloso como Jeongin.

REPUTATION ──── HYUNINWhere stories live. Discover now