Lidia: corazones receptivos al evangelio

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Hechos 16: 11-15

Su nombre significa: "que era una mujer de Lidia, una región del Asia Menor".

(Las mujeres en la naciente iglesia primitiva).

Lidia era una vendedora de purpura, de manera que quizás tenia recursos económicos.

Filipos era una ciudad clave en la región de Macedonia (hoy, Norte de Grecia). Pablo fundo la iglesia durante su visita (50-51 D.C), más tarde, escribe una carta a la iglesia, el libro de Filipenses, quizás desde una prisión en Roma. (61 D.C). La carta fue personal y cariñosa, mostrando su profundo amor y amistad por los creyentes de allí. En el arco exterior de la ciudad se hallaba una prohibición en contra de traer una religión desconocida; de allí que esta reunión de oración se llevaba a cabo fuera de la ciudad, al otro lado del rio.

En este pasaje, en el libro de Hechos, vemos la expansión del evangelio y la naciente iglesia cristiana. Parece que las mujeres era el grupo más susceptible para escuchar acerca de la palabra de Dios y convertirse al evangelio. Recordemos que el evangelio se expandió en medio de culturas que no conocían nada de Dios, porque tenían una fuerte influencia tanto de Grecia, así como de Roma.

Y en medio de este ambiente hostil a la naciente iglesia cristiana, encontramos la historia de Lidia, quien pareciera ser una prominente comerciante de telas de purpura.

Su historia la localizamos en Filipos, una ciudad de Tracia, en la Macedonia Oriental. En esos días, había una prohibición que decía "que nadie podía contraer una religión desconocida, de allí que las reuniones las hacían a escondidas, afuera de la ciudad, como ocurrió con el grupo donde estaba Lidia".

Aun en medio de un ambiente hostil y de persecución, Lidia demostró no tener miedo y, aunque parece que ya había oído sobre el judaísmo, no tuvo temor y se decidió por seguir a Cristo, y El Señor uso su testimonio, para que todos los de su familia se convirtieran, y para fundar la iglesia naciente de Filipos allí.

Nosotras también debemos ser mujeres decididas y valientes a la hora de decidirnos a seguir a Cristo, tal como en el caso de Lidia, y quien sabe si por ese testimonio las personas se conviertan.

Mujeres con propósito 2: aprendamos de las heroínas de la BibliaWhere stories live. Discover now