Porquería Adolescente // Kokonui

Capítulo 13: Diversión, alcohol y... ¿amor?

Los verdes ojos de Inui se abrieron ampliamente cuando sus orbes chocaron con aquellos de hermoso color morado. Sus mejillas se tiñeron de rojo en un segundo y cualquier pensamiento salió de su cabeza cuando la dulce sonrisa del chico apareció en su rostro.

— Hey, hola Seishu.— Saludó el peliblanco, mientras que a Inui se le secaba la lengua.

— Ho-Hola, Izana.— Devolvió el saludo con algo de nervios. Sus dos amigos detrás de él cruzaron miradas.

— Y hola allí atrás.— Saludó también a Takemichi y Chifuyu mirando sobre el hombro de Seishu, los cuales movieron sus manos de un lado a otro para devolver el saludo.

— ¿qué haces aquí? El toque de queda empezará en cualquier momento.— Izana soltó una pequeña risa.

— Ja, me importa una mierda.— Respondió con arrogancia.— Me sorprende que preguntes eso, sabes como soy, nos conocimos muy bien esa noche.— Las mejillas de Seishu se tiñeron de rojo cuando Izana le guiñó un ojo, haciendo entender el doble sentido.

— ¡Izana apúrate!— Se oyó del otro lado, girando la esquina.

— ¡voooy!— Respondió con desganas.—  Haremos un botellón con mis amigos ¿quieren venir?— Preguntó apuntando hacia atrás con su pulgar.

Los tres rubios se miraron entre sí, como si estuvieran preguntándose mutuamente qué deberían hacer. Takemichi y Chifuyu parecían algo preocupados, pues jamás habían bebido alcohol y tampoco habían roto las reglas de quedarse fuera de sus habitaciones luego del toque de queda. Pero Seishu si, así que eso ni siquiera cruzó por su cabeza.

— Claro.— Respondió Inui, sin preguntarle a sus amigos. Chifuyu tomó su muñeca y la apretó disimuladamente para llamar su atención.

— Genial, vengan.— Respondió volviendo por el mismo camino que había provenido la otra voz de antes.

— Si, sólo danos un momento.— Respondió esta vez Takemichi, antes de que Seishu diera un paso.

Izana arqueó una ceja, algo confundido, pero les dio su espacio a los tres amigos y se alejó un poco para que hablaran en privado. Seishu se dio la vuelta, encontrándose con la molesta mirada de sus amigos. Aquellos ojos verdes y azules penetraban su alma y lo hacían sentir culpable.

— Seishu ¿por qué aceptaste? Debemos ir a nuestras habitaciones.— Se quejó el rubio de ojos azules.

— Cierto, además ¿de donde conoces a este chico?— Preguntó esta vez Chifuyu cruzándose de brazos.

— Vamos, sólo será esta noche, para divertirnos.— Dijo con una pequeña sonrisa.— Izana es un... amigo mío.— Dijo algo dudativo, pues su círculo de amigos jamás fue muy amplio.— Es bueno, además, ¿ya ven que ni siquiera nos trató mal como todos aquí hacen?— Takemichi y Chifuyu cruzaron miradas, preguntándose si quedarse estaría bien.

— No lo sé, no es bueno romper las reglas.— Dudó Chifuyu. Inui frunció el ceño ¿acaso Chifuyu jamás había roto las reglas? Estaba seguro de que la respuesta a esa pregunta era si, claro que alguna vez lo había hecho.

— Sólo esta noche, vamos, no todos los días podremos pasar tiempo con gente como esta.— Animó Seishu, sacándoles un suspiro de resignación a ambos chicos.

— Bien, vamos.— Finalizó Takemichi, dándose por vencido a las súplicas de Seishu.

El rubio sonrió ampliamente cuando sus amigos aceptaron y no tardó en dar media vuelta para girar en el pasillo y ver a Izana apoyado en la pared, esperando al trío de amigos. El chico de pelo blanco sonrió al ver el sonriente y brillante rostro de Seishu y aquella sonrisa fue contagiada.