Capítulo 14

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A pesar que Jungkook intentó mantener una distancia con Taehyung no lo logró, quiso ganar esa batalla pero desde un principio había perdido la guerra contra esos ojos marrones, imposible de descifrar como es que se había dejado caer, como bajó sus barrera tan fácil, aunque se hubiera mostrado a la defensiva, solo dejó que pasaran varios días después del encuentro y con solo un par de palabras del castaño causaron que Jungkook, incluso el año nuevo lo pasara junto a Taehyung.

Jungkook no tenia con quien estar además de Namjoon y Hoseok pero prefirió ir con Taehyung, solo porque de alguna forma, sentía que le debía, además que sus amigos iban a ir con sus familias

Las visitas fueron transcurriendo más seguido de lo que esperaba, el personal empezaba a reconocerlo, muchos se preguntaba cual era el objetivo de un chico tan joven ir tan seguido a un lugar como ese, otros o los pocos que sabían como la recepcionista y el enfermero, que sabían perfectamente a quien visitaba, les dejaba dudas sobre el actuar del extraño pelinegro.





En una mano mantenía una bolsa de regalo mientras en la otra intentaba llevar con cuidado un pastel dentro de una caja, las personas de la primera planta lo miraban enternecidos y curiosos, pero aquellas miradas fueron cambiando cuando tomo el ascensor, las personas dentro de el le miraron extrañados cuando se bajaban y veían que Jungkook seguía subiendo. ¿Le llevaba aquello a un paciente del último piso? Solo Jungkook podía ser lo suficientemente valiente, o el más tonto al hacer aquello con la idea de que todo era parte de un plan; plan, que parecía perder sentido al momento de volverlo más personal.

No tardo en llegar al piso, esperando a que el enfermero encargado le abriera y al entrar no esperaba aquella imagen de Taehyung, no estaba como las dos veces anteriores que fue a verle. 

– No... – susurró el pelinegro en el silencio de la habitación, Taehyung se encontraba tirado sobre el colchón de lado, casi boca abajo. A su alrededor habían restos de sangre, sobre su ropa y manos igual. En ese momento escuchó la respiración pesada al igual que los quejidos del castaño que eran ecos en esa habitación. 

– Tae... – No había dudado en acercarse dejando todo lo que traía a un lado, todas las interrogantes hicieron ruido en su cabeza pero fueron calladas en el momento en el que Taehyung abrió los ojos y al verlo dejo caer algunas lagrimas sin emitir algún sonido, Jungkook sintió su corazón debilitarse al ver esa imagen tan vulnerable. Con cuidado lo levanto hasta cargarlo y sentarlo sobre su regazo. No hablaba, tampoco reaccionaba, solo se dejaba manipular. 

Hasta que dejó caer cansado su cabeza en el hueco de su cuello y hombro, enterrándose ahí y dejando que más lagrimas salieran hasta convertirse en sollozos audibles, Jungkook lo envolvió en sus brazos pegándolo a más a su cuerpo de ser posible,  buscando la manera de protegerlo de lo que le hubiera hecho daño, de sostenerlo y no dejarlo romper más. 

–¿Qué paso? – preguntó luego de un rato cuando el llanto había cesado, pero Taehyung solo se limito a negar con la cabeza, buscando en cambio más acomodo en él. Jungkook llevó una de sus manos a las mejillas del castaño limpiando con delicadeza los restos de lagrimas, dándole así más tiempo para que no se sintiera presionado, esperando que él fuera capaz de mejorar un poco la situación con aquello.

– Feliz cumpleaños Kim Taehyung – la gruesa voz de Jungkook atrajo a la realidad a Taehyung, levantando la mirada para observarlo directamente y sonreírle, Jungkook no pudo evitar sentir un peso cálido en su pecho cuando aquellos ojos parecieron tomar un brillo al escucharlo. Con la mano que tenia desocupada –porque la otra estaba sosteniendo la espalda del mayor– sacó el pastel y lo colocó sobre el regazo de Taehyung, encendiendo la velita sobre este. Y en ese momento nada parecía posible para borrar las sonrisas en la cara de ambos.

Miénteme. KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora