𝟎𝟏.

304 32 5
                                    

En la corte seelie había tremenda batalla campal, no en forma literal, solo era una pequeña discusión entre el rey y su hijo mayor.

—¡Debes ir, lo estoy ordenando!—Este dijo hacia su hijo.

—¡¿Por qué yo debo de hacerme cargo de esto?! ¡¿porque no él?!—grito señalando a su hermano quien se veía sus perfectas uñas en la silla que estaba a tan solo unos centímetros ignorando la pelea tan ridícula de su padre y su hermano.

—¡Porque es un puto irresponsable! le importa más mirar cuantos se coge en el día que cuando tiene que alimentar las plantas!—Le dijo su padre de vuelta.

Y antes de que el chico pudiera decir algo, su madre hablo.

—Bien ya basta, es tu responsabilidad como futuro heredero, tu hermano aún le falta, sabes que es así, tu tienes mas sentido de razón, en cambio si le damos esto importante a tu hermano, a él le va a interesar mas cogerse a todos los príncipes que a llevar todo a paz y mantenerse informados de lo que pasa en su generación actual, cosa que nos retrasa el proceso y sabes que eso al ángel no le gustará.—Su madre hizo que el chico bufara cruzándose de brazos.

—¿Y que les hace pensar que yo podre sentarles cabeza a todos los príncipes?—Pregunto de nuevo.

—Tu labia es tremenda, puedes convencer a cualquiera de cualquier cosa que quieras, así que creo que eres más que indicado para esto.—Le dijo su madre colocando las manos en sus hombros acariciando sus puntiagudas pero pequeñas orejas llenas de argollas muy bonitas.

—Bien, envíen las invitaciones, estaré al pendiente de cuando será, me retiro.—Hizo una corta reverencia dejando la corte, caminando por todo el bosque hasta donde albergaba su portal para llegar al mundo mundano, prefería vivir allí en su pequeña casita, conformada por dos pisos algo muy espacioso, cálido y con muchas decoraciones que vivir en una corte donde todo el tiempo tienes más deberes que vida.

—Hizo una corta reverencia dejando la corte, caminando por todo el bosque hasta donde albergaba su portal para llegar al mundo mundano, prefería vivir allí en su pequeña casita, conformada por dos pisos algo muy espacioso, cálido y con muchas deco...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Es para mañana en la tarde, así que si vas a salir hoy asegúrate de no llegar con resaca—Le comento su padre por medio del teléfono.

—Entiendo, no prometo nada, pero entiendo.—Dijo mientras buscaba que colocarse.

—Como sea, solo asegúrate de llegar puntual, tu hermano te acompañara.—Y sin mas colgó.

—Tis hermanis tis acompañiris—Dijo arremedando a su padre, a veces los mas responsables se aburren ¿verdad?

—Deja de arremedar a papá, sabes que si se entera te cuelga los tres caballos que tienes.—Dijo alguien a su lado asustándolo.

—Mierda, ¿no podías tocar la maldita puerta? casi me matas de un susto.—Le dijo a su hermano tocándose el pecho.

—Como sea, ¿Qué te colocarás? habrán muchas personas en aquella fiesta, todos irán, sabes que cuando el Príncipe de los magos hace fiestas, todo el sub esta invitado, talvez puedas cogerte a alguien y dejar de pensar tanto en las responsabilidades que papá y mamá te dan.—Dijo con emoción sentándose en la esquina de la cama con sus piernas cruzadas.

—Pues estaba en eso antes de que llegaras—dijo entre dientes—y no, no soy como tú, no follo con el primero que se me cruza.—Le dijo dándole la espalda para buscar en su closet.

—Que aburrido.—Bufo viendo a su hermano eligiendo ropa "menos adecuada" para la ocasión.—Deja de ser tan abuelo.—Se levanto de golpe quitándole a su hermano la ropa de las manos, buscando algo mas de su estilo que el del contrario.—Esto, pruébatelo en el baño.—Lo empujo antes de que protestara.

Mientras tanto el chico en el baño miraba las cosas.

¿Por qué tenia una falda de prenses negros en su armario? no recordaba meter eso ahí o haberlo comprado.

Rodando los ojos se la coloco junto a una camisa negra de un grupo de banda que el ni conocía, tenia camisas anchas al azar solo porque le gustaban, así que se la coloco, saliendo del baño con los hombros abajo y una cara de que no estaba de acuerdo en su rostro miro a su hermano quien aplaudió feliz.

—Perfecto, pero—alargo la o.—Esto no va así.—Tomo la parte trasera de la camisa tirandola hacia delante solo para que la falda en la parte de atrás se notara más que adelante.

—No iré con esto.

—Oh si que lo harás, y no jodas más, siéntate aquí que voy a maquillarte y a peinarte, aburrido.—Le dijo empujándolo y antes de que pudiera decir algo su hermano con un solo movimiento de manos hizo que su boca quedara sellada, claro, su poder hereditario, rodando los ojos no tenía más que objetar.

Se estaban comportando como completos mortales, cometiendo errores y faltas que para su mundo no estaba permitido, pero bueno, una vez al año o dos no hace daño ¿verdad?

—Te vez espectacular, santo Ángel.—Le halago su hermano, el chico sin entender porque este se comportaba tan feliz si solo le había colocado un poco de sombra negra en sus ojos y un poco de brillo rojo en sus labios.

Y el que estaba sentado señalo su boca.

—Oh si—Moviendo su mano quito el mute de su hermano.

—Me veo... Wow—Dijo tocando su rostro, No recordaba cuando fue la ultima vez que se arreglo, vivía todo el tiempo en la biblioteca cumpliendo con deberes que su padre le ponía por ser el "heredero" 

—¿Verdad que te ves bien?—Dijo abrazándolo por los hombros.

—Si..—Dijo sin dejarse de mirar al espejo, pestañeando, dándose cuenta que se había mirado un buen rato miro a su hermano.—¿Debes alistarte tú, no? tenemos que irnos ya.

—Neh, no te preocupes, iré ahora mas tarde, adelántate.—Lo empujo hasta la entrada de la casa abriendo la puerta.—Nos vemos allí!—Grito cerrando.

Que acaba de pasar, acaso ¿Su hermano lo había echado de su PROPIA casa? tks, que irrespetuoso, rodando los ojos comenzó a caminar por las frías calles, mirando la hora en su celular—que por suerte sacó antes de ser arrastrado y botado de su casa como si intruso fuese—se dispuso a caminar más rápido, no quería que algo le pasara en el transcurso de casa a casa, que por cierto, la casa de la fiesta no quedaba muy lejos.

En unas cuantas cuadras avanzo ingresando a la casa con mucho bullicio se masajeo las cienes, repitiéndose un y otra vez que debía de disfrutar, estaba en la flor de la adolescencia tenia 20 años, no podía quedarse sin disfrutar su vida ¿verdad?

En unas cuantas cuadras avanzo ingresando a la casa con mucho bullicio se masajeo las cienes, repitiéndose un y otra vez que debía de disfrutar, estaba en la flor de la adolescencia tenia 20 años, no podía quedarse sin disfrutar su vida ¿verdad?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝗧𝗵𝗲 𝗳𝗼𝗿𝗯𝗶𝗱𝗱𝗲𝗻.Where stories live. Discover now