𝟎𝟐.

240 24 2
                                    

Vio el montón de gente bailando, algunos de ellos los reconoció como humanos, otros como licántropos, magos, seelies como él y ángeles negros, los vampiros seguro se unirían mas tarde.

Se acerco a la barra, donde un hombre ya de unos 25 años servía, talvez fue contratado para eso, pidió de algo fuerte para comenzar, no quería aburrirse mucho, quería comenzar a sentir la fiesta de verdad.

Tomo uno, tomo dos, tomo tres y cuatro, luego cinco y luego... perdió la cuenta, ya no le interesaba contar, ahora se interesaba en bailar al compás de la música en medio de la pista con un vaso de lo mas fuerte reposaba en su mano derecha la cual tenía arriba eran talvez las 3 de la mañana pero no le importaba la estaba pasando bien y reviviéndola todo bajo la atenta mirada de una sola persona.

Descansando, se acerco a la barra de nuevo, viendo que su vaso estaba vacío, nuevamente, haciendo un puchero pidió de tomar, sintiendo como alguien se posicionaba a su lado.

—¿Solitario?—pregunto este.

—Si, demasiado.—Su naturaleza les impedía mentir y estar medio borracho le hacía las cosas mucho mas difíciles.

—Yo te podría hacer compañía—Le dijo el tipo a su lado, ladeando el vaso con una sonrisa coqueta, él chico vió que el adverso tomaba del vaso dejando pasar el liquido por toda su garganta, remarcando su manzana de adán, y ahí se dio cuenta que el aura que emanaba el tipo no era de un humano, pero neh, no le presto atención.

—Umm, si ¿Por qué no?—Dijo recibiendo su vaso ahora, sintiéndose algo acalorado.

—¿Te apetece bailar de nuevo? Estabas bien energético en la anterior.—Le dijo el tipo con una risa.

—Si..—Se levantó aceptando la mano del tipo, la cuál no tardo en colocarse en su cintura.—Lo sé, hace tiempo que no salgo y no disfruto, ¿y tú?

—Tampoco, no soy mucho de pasear por el mundo mundano.—Dijo en un susurro cerca, él no estaba borracho, tenia conciencia y sabía lo que estaba apunto de ocurrir pues lo sabía desde que el tipo le hablo en la barra, no era idiota tampoco, el tipo le estaba coqueteando.

—Umm, yo sí, vivo aquí, entre ellos, la corte me parece muy aburrida así que me mudé aquí.—Le dijo moviéndose en un ritmo moderado con él, quién ya había posicionado su ahora otra mano en su cintura.

—Yo también tengo un apartamento aquí, solo que me la paso más abajo, es aburrido a veces cumplir con los deberes ¿verdad?—Le dijo acercándose más, el mas bajo río.

—¿Me estás insinuando algo acaso? y Claro que si, es aburrido.—Le dijo sonriendo, colocando las manos en el pecho del alto, mientras acortaba la poca distancia con un beso algo "fugaz" que terminó en algo más que uno solo.

—No sabes donde te metes.—Le susurro este en un gruñido.

—Oh claro que si sé, solo que no me importa, vine a divertirme ¿verdad?—Le dijo volviendo a unir sus labios escuchando un gruñido en su garganta de parte del contrario y las manos de este apretando más su cintura.

Claro que él iba para algo más, algo más carnal, pero las cosas a veces no son como queremos.

—Tenemos que irnos!—Alguien grito a su lado.

Claro su hermano.

Refunfuñando se separo del tipo, quién aún lo tenía de la cintura.

—¿Y ahora?—Pregunto molesto.

—Papá dice que debíamos estar en casa temprano son las 4:30 Am tenemos la Reunión a la hora del almuerzo, en otra ocasión mandaría al demonio todo, ya sabes, te dejaría follar con este tipo caliente que no es humano y no me importa saber que es ahorita pero—El mayor lo interrumpió.

𝗧𝗵𝗲 𝗳𝗼𝗿𝗯𝗶𝗱𝗱𝗲𝗻.Where stories live. Discover now