Capítulo XXVIII

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Ivette se desconectó de Cassian, volviendo ambos a la realidad en la que sus compañeros cada vez estaban más aprisionados.

En esta dimensión apenas había llegado a pasar un segundo, pero el dolor de los retenidos se podía ver aumentando por instantes.

⏤Suéltalos ⏤ordenó Ivette desafiante.

⏤Nuestros planes se desarmarían ⏤negó Cassian ladeando la cabeza⏤. ¿No lo entiendes?

Ivette retrocedió otro paso, pero Cassian recortó la distancia entre ambos moviendo las baldosas del suelo para que la pelirroja volviera a quedar frente a él.

⏤Si aceptas ⏤negoció extendiendo su mano abierta hacia Ivette⏤, y decides venir conmigo, todo será nuestro.

⏤No... no puedo... ⏤murmuró Ivette apartando la mirada, con la indecisión atascando sus palabras.

⏤Puedes y quieres ⏤replicó Cassian acercándose más, colocando las manos sobre sus hombros⏤. Todo esto es por ambos, porque seamos quienes deciden nuestra vida ⏤agarró con delicadeza el mentón de Ivette para que lo volviera a mirar⏤. Podríamos controlar nuestras vidas y la de los reyes que intentaban decirnos cómo vivirlas ⏤indicó señalando con la cabeza a los monarcas que había apresado tras Ivette⏤. ¿Acaso quieres morir por su profecía, o prefieres escribir la tuya?

⏤Sabes que quiero, pero...

⏤No hay peros ⏤interrumpió Cassian⏤. Sigue el augurio, no lo que te ordenen.

Ivette cerró los ojos con frustración queriendo gritar y llorar a partes iguales. La ofrenda de Cassian no era tan mala como podría haber imaginado.

Su pasado había sido ocultado tras una opaca cortina que Cassian había corrido sin dificultad. Las mentiras y traiciones no habían sido de extraños, habían sido de su propia familia, de su sangre...

Ivette extendió la mano en dirección a Cassian sintiendo el dolor en el fondo de su corazón.

Antes de que la punta de sus dedos se rozaran, otra punzada presionó el corazón de Ivette.

Una más dolorosa al recordar que, aunque le hubieran hecho mal, sus padres no podrían remediar sus errores. No podrían descubrir que su hija sabía la verdad. No podían darle las explicaciones del porqué lo hicieron. Y, de todo ello, solo había un culpable, uno que tenía delante.

Retorcede ⏤murmuró Ivette rozando el extremo de la camisa de Cassian.

De la manga unas sombras moradas intensas comenzaron a retorcerse, deshilvanando la tela y clavándola en la piel de Cassian, provocando que tuviera que usar un contrahechizo para librarse.

⏤¿Qué haces...? ⏤cuestionó Cassian entre gritos con la mandíbula apretada.

Ivette le ignoró, levantó varias capas de baldosas del suelo provocando que se extendieran intentando golpearle. Cassian, por su parte, saltaba sobre algunas, esquivaba otras y deformaba las que podía intentando contraatacar a Ivette.

⏤Me has decepcionado ⏤murmuró Cassian deslizándose por el suelo esquivando la última. A su alrededor salía una densa capa de humo negro y rosaceo que oscurecía el ambiente⏤. Pensé que serías fuerte, que serías como yo, que... querrías vivir tú vida y no la que te impusieron.

⏤Te equivocas ⏤gritó Ivette lanzando otro hechizo que fácilmente Cassian rompió. Su respiración estaba acelerada y entrecortada por el esfuerzo de utilizar tanta magia⏤. Elijo mi vida, pero... elijo esta.

⏤Ivette, ¡cuidado! ⏤gritó Alastair arrastrándose por el suelo para llegar a la pelirroja.

Agarró la mano de Ivette justo a tiempo. El suelo se cortó creando un inmenso abismo que cortaba toda la sala.

Augurio ✔️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora