LXXXIII

503 70 31
                                    

Convirtamos este mundo en un paraíso para todos los chicos ganado.

—Emma, vos dijiste que querías liberar a todos los chicos ganado de este mundo. Que todas las granjas desaparezcan, crear un mundo donde no sean comida. Creémoslo. Si destruimos las granjas, los demonios se extinguirán. Voy a ponerle un fin a los demonios, a esta tierra de nunca jamás y al clan Ratri. Para que no haga falta escapar... Convirtamos este mundo en un paraíso para todos los chicos ganado.— A Emma se le había borrado la sonrisa por completo, y por un segundo pareció querer decir algo, pero los gritos y virotes de los niños a sus espaldas ahogaron sus palabras. 

—¡Qué genial! ¡Podemos derrotar a los demonios! Y solamente destruyendo las granjas... Nunca se me había ocurrido... Que podíamos derrotar a demonios tan fuertes...— Se empezaban a escuchar las voces de los mayores, que analizaban la situación esperanzados.

—Es cierto que convertir este mundo en un lugar sin demonios sería lo más efectivo... Porque también escapar al mundo de los humanos tenía sus problemas. 

—Si no hubiera demonios, ya no cazarían ni despacharían a nadie.— La voz de Gillian era particularmente animada. —Ya no nos comerían, ya no nos tendríamos que esconder.

—¿Pero y los siete muros?— Cuestionó un niño. —¿No estábamos buscándolos para conseguir un mundo donde no nos persiguieran los demonios? 

—Así es.— Habló Ray, que se había mantenido en silencio por un largo rato ya. —Si estratégicamente hubiera una forma de deshacerse de los demonios, eso sería lo más certero.

—Ya entiendo... ¡Qué bueno! ¿No, Emma?— La de cabellos naranjas pareció volver al mundo real y parpadeó varias veces. —Todos los chicos ganado se salvarían. Podemos crear un mundo donde ningún chico sea comida. Esta es la forma más segura, podemos ocuparnos de los demonios y del clan Ratri al mismo tiempo. Podremos vivir todos riendo, como los chicos que están en este escondite.

—Que bueno.— Dijo Gilda. Emma se dio vuelta para mirarla, con un reflejo de horror casi imperceptible en sus ojos. —Así Emma no va a tener que seguir haciendo locuras.

—Fue ella sola la que nos arrastró, aunque era duro, aunque estaba triste.— Violet sonreía mientras hablaba, raro espectáculo.

—Por fin se va a liberar un poco de ese peso.— Completó Oliver. 

—Tener a Norman es como tener a cien aliados.— Comentaron unos niños mientras se colgaban de los brazos del mencionado.

—Esta vez sí, creemos juntos un futuro donde no perdamos a nadie.— Emma finalmente puso una pequeña sonrisa en su rostro.

—Qué bueno. Sí...

—¡Qué bien, Emma!

—Sí... Qué bueno, ¡Qué bien!— Compartiste una mirada con tu novio, y eso solo te bastó para saber que ambos tenían la misma idea. Ninguno dijo nada en el momento. 

—¡En fin...!— Norman aplaudió, captando la atención de todos. —Después seguimos con esta charla. Hoy están cansados, ¿No? Primero descansen como corresponde. Ya les preparé una habitación, le voy a pedir a alguien que los acompañe...— Dudó por un segundo. —_______, si no te molesta, hay algo que quiero hablar con vos.— Alzaste las cejas, sorprendida, pero sonreíste casi al instante.

—Está bien.— Miraste a Ray y Emma, que se quedaron parados en el marco de la puerta.

—También pueden quedarse, si quieren.— Añadió Norman. Ambos parecieron más tranquilos con esta idea, y se sentaron en el sofá de la sala. Pronto, te les uniste. —Prometí que te contaría al respecto apenas te viera... Aunque puede que no sea el mejor momento.

—¿Qué tan malo puede ser?— Bromeaste. —Para este punto, ya lo vi todo.

—Es... Sobre Valentino.— La sonrisa se te borró del rostro y rápidamente te acomodaste en tu lugar.

—Ah.— Ray te tomó de la mano, y lo miraste antes de suspirar. —¿Qué es?

—En los archivos de Lambda apareció el número de tu hermano. Cuando lo reconocí entré a ver qué era lo que contenía, y encontré un mensaje encriptado, que primero llevaba a una carta. Pero luego de revisar más me di cuenta de que eso solo era la tapadera del verdadero mensaje... Una grabación de voz. No lo escuché completo, quería esperar a que vos estuvieras para hacerlo...— Sacó un pequeño aparato electrónico y tocó algunas cosas antes de entregártelo. Temblando, reprodujiste la grabación. Un sonido claro de distorsión se reprodujo e hizo eco en la oficina. Luego, una voz se hizo espacio.

—¿Hola?— Empezaste a temblar y apretaste los labios para evitar soltar un sollozo, y sentiste el brazo de Ray acariciarte la espalda. —_______, tienes que ser _______. No, si seguiste el plan, no llegaste a Lambda... Norman, tal vez. O Ray. Emma no habría aceptado nunca... En cualquier caso, cualquiera, tienen que comunicarme con mi hermana. Necesito hablar con ella. Este mensaje le pertenece.— Luego, se escuchó un largo pitido.

—Hasta ahí es donde llegué.— Informó Norman. —No sé qué más dice después de eso.

—Lo averiguaremos entonces.— Tocaste la pantalla y parpadeó, mostrando un nuevo archivo de voz.

—Hola, _______.— Empezó diciendo Valentino.— Espero que estés sana y salva. Que estés en un lugar seguro con gente que te proteja. De nuevo, lamento haberte dejado. Probablemente, ya leíste lo que escribí... Y te preguntas cómo de todas formas logré dejar este mensaje en los archivos de una granja experimental. Luego de la charla que tuve con Isabella ella me informó que podrían enviarme a este sitio si así lo deseaba.

—¿De qué está hablando?— Preguntó Ray.

—Otro día te explico al respecto...— Balbuceaste. Ninguno dijo nada más, pero te diste cuenta de que la curiosidad los carcomía.

—Pedí que me mostraran cómo era. Pasé una noche allí, lo cual fue suficiente para que hackeara su sistema y descubriera los verdaderos crímenes que comenten en esta instalación. Me negué con algunas excusas, pero sabía que tarde o temprano me enviarían de todas formas... Así que ideé el plan que ya leíste. Dejé este mensaje porque sabía que lo ibas a necesitar. No sé exactamente qué ideaste para escapar de este mundo ni de dónde me estés escuchando, pero por favor escucha a tu instinto. Tienes una percepción suprema, así que mientras hagas lo que creas que es correcto todo va a salir bien. Te amo mucho y estoy muy orgulloso de todo lo que has logrado, de a dónde llegaste con los escasos recursos que hay en el mundo exterior. Sé muy feliz. Yo siempre voy a estar velando por ti, en todo momento. Vas a poder escapar y lograr lo que te propones. Y si lo necesitas... Dejé algunos errores en los archivos de Lambda que te serán útiles para ingresar a su sistema, si es que no los usaste ya para llegar a este mensaje. No me queda mucho más tiempo. Cuídate, sigue nuestro plan y haz lo que creas correcto. Tu hermano siempre te va a amar, pase lo que pase. Adiós.— El archivo se borró automáticamente, y empezaste a limpiar tus lágrimas, incapaz de seguir aguantando los sollozos. Ray y Emma te abrazaron, y Norman rápidamente se unió. No podías dejar de pensar en el cuaderno, en su despedida.

"Perdón, _________."

La letrista {Rayxtú}Where stories live. Discover now