Otros 365 días se han sumado a la fecha de cuando mi alma se quebró cuando partiste de este mundo.
Otros 365 días donde sigo sin explicarme porqué tenías que ser tú.
Otros 365 días donde aún no sé la verdad de los hechos y donde la culpa me sigue carcomiendo algunas veces.
Pero también son 365 días donde he podido sanar un poco más la herida,
donde te he recordado sin llorar
y donde ya tu ausencia no duele tanto.
Han pasado mucho en éstos 365 días: perdí 3 de mis mascotas, pero nunca he estado sola. Me han roto el corazón, pero me volví a enamorar. No me ha ido tan bien en las clases, pero encontré lo que me hace feliz. He recaído, pero sigo luchando.
Pero siempre has estado ahí, como prometiste.
Siempre sé que me has acompañado y has velado por mí, que me has dado fuerza y que me has ayudado a levantarme.
Porque aunque ya no te vea o te abrace, sé que siempre harás que duela menos todo, que iluminarás otro camino en medio de la oscuridad y que me darás claridad en medio de la tormenta.
Gracias por haber pasado por mi vida y haber hecho tanto en el poquito tiempo que me regalaron contigo. Gracias por enseñarme el mundo con otros ojos. Y gracias por haberme amado como lo hiciste.
Sigue descansando en paz y espérame, que ansío volver a encontrarme contigo.
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22 Cartas a Gabriel ©
Non-FictionDesde que mi mejor amigo falleció, mi mundo cambió totalmente, ya no había aquella poca felicidad que él causaba en mí y ahora todo era oscuro. Escribí veintidós cartas para él, sabiendo que no las podría leer físicamente pero que de igual forma...
