[Completo] Libro #3
Nueva ciudad, nuevas experiencias y... nuevos peligros.
¿Qué es lo que le espera a Aurora en Londres? Ella a aceptado sus errores y continúa su vida.
¿Qué será capaz de hacer Ronald para recuperarla?
Ella lo ha sentido cerca pe...
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Salimos del edificio y Solomon estaba por irse. Esta sería la última vez que lo vería y me sentí inquieto.
Antes de que entrara a su auto lo alcancé.
—Espera, Solomon.
— ¿Qué pasa?
Era diez años mayor que yo y... joder, era lo más cercano que tuve como padre. Su mirada expectante me hizo rodearlo en un fuerte abrazo. Jamás lo había hecho, una parte de mí me entristecía no volver a saber de él, pero por otra, me alegraba por la vida que estaba construyendo con Anna.
—Nunca te lo dije —susurré al sentir que correspondió a mi abrazo—. Pero gracias por todo, Solomon.
Su cuerpo hizo una ligera sacudida por la ronca risa.
—Carajo, As, sabes lo sentimental que soy y me sales con esto.
A pesar de ser un hombre con una reputación de duro como roca, quien lo conocía sabía que era solo la apariencia que daba.
Nos miramos y sus ojos grises ya estaban cristalinos.
—Anna debería de ser la de los inestables cambios de humor —me burlé al verlo secarse las lágrimas.
—Vete a la mierda.
Me permití reír y fui apagándome hasta ponerme serio.
—Solomon, fuiste como un padre para mí. Y no volver a verte será... extraño.
—Tal vez nos volveremos a ver, pero, acaba primero con ese hijo de perra —sonrió de una manera muy paternal, con sentimiento autentico y con orgullo—. Eres mi as bajo la manga, Ronald West.
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A la mañana siguiente me sentí vacío al encontrar el otro lado de mi cama sin ella. En Londres me acostumbré tanto a su olor en las almohadas, su piel suave y cálida, su rostro tranquilo por saber que estaba a su lado, sus repentinos acercamientos en las madrugadas para acurrucarse entre mis brazos, mi mano en su trasero. Mierda, deseaba como loco una vida a su lado y resulta que lo mejor era separarme de ella para protegerla.
La llamé temprano, ganándole de nuevo a su despertador. Hoy regresaría a la universidad y con suerte yo regresé a mi trabajo en Best Bay.
Salí a correr como de costumbre y me detuve frente al lago donde los botes de navegación zarpaban.
Separarme de Aurora. Alejarme para protegerla. No mostrar mi debilidad. Joder, deseaba simplemente llevármela lejos, a un lugar donde nadie nos conociera y empezar una vida justos.
Mi lado insensato me gritaba que lo hiciera, pero la razón me detenía. Yo quería darle una vida digna, no quitársela.
