Capítulo 9

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Antes de que Stiles logre terminar de procesar que toda la manada se encuentra frente a él, luego de tantos días, y que sus neuronas le permitan elaborar alguna frase coherente, la única visión que tiene Stiles es la de una ráfaga de cabello rojizo y rubio que se desplaza rápidamente de la puerta hasta la cama. Para acto seguido sentir como el colchón se hunde un poco a sus espaldas y segundos después, encontrase rodeado de dos nuevos cuerpos.

No tiene ni la audición, ni el olfato de un hombre lobo, pero no los necesita para saber en un instante quienes son las dos personas que se encuentran abrazándolo junto con Isaac. jamás confundirá la cabellera de su mejor amiga Lydia, de la que supo estar profundamente enamorado en la adolescencia, pero sobre todo sabe que nadie podría igualar la sensación que le brindan sus abrazos. Lydia siempre será la hermana que nunca tuvo y siempre quiso tener para cuidar y malcriar, aunque si es sincero consigo mismo, es la pelirroja quien lo ha cuidado y malcriado como si de un hermano pequeño se tratara. También sabe que aquella cabellera rubia oscura, pertenece a nada más ni nada menos que a Liam, con sus abrazos cariñosos y que siempre son capaces de levantarle el ánimo. A quien a pesar de que la diferencia de edad es casi mínima siempre ha considerado que es uno de sus cachorros.

Tener a aquellas tres personas a su alrededor nuevamente luego de tantos días lo reconforta en gran medida, pero el hecho de que ahora también Liam se encuentre absorbiendo su dolor, hace que se sienta más relajado. Por supuesto que esto no pasa desapercibido, para el resto de la manada, que al igual que los dos primeros comienzan a amontonarse en la cama alrededor de Stiles, cuidando no aplastarlo y lastimarlo. Siendo sorprendentemente Jackson el primero en tomar la iniciativa de recostarse junto a Stiles y comenzar a absorber cualquier tipo de dolor. En menos de dos minutos cada uno de ellos ha encontrado una posición cómoda, que además les permita tener algún tipo de contacto con Stiles, para así absorber parte de su dolor, con las esperanzas de poder revertir en cierta medida la enfermedad.

En medio del montón de manada, Stiles no puede evitar sentirse como la persona más apreciada y amada, no puede evitar sentirse feliz de tener a todas aquellas personas en su vida, está inmensamente agradecido de tenerlos con él. En ese instante todas sus inseguridades con respecto a cómo podían tomarse la situación se desaparecen y en todo lo que puede pensar es en cómo agradecerles que se encuentren allí con el. Decide que lo mejor es comenzar a transmitirles su agradecimiento con palabras, pero cuando intenta decirles algo, todas las emociones reconfortantes no le permiten hablar. Se desea un poco por no poder transmitir lo que siente, pero al mirar a algunos de ellos a los ojos sabe que lo entienden, porque puede percibir a través de sus miradas que el sentimiento es mutuo.

No puede evitar pensar que a pesar de sentirse inmensamente amado, falta alguien allí con ellos. Por supuesto que se ha dado cuenta que ni Peter ni Cora se encuentran allí, también los extraña, pero allí también falta la persona en la que no ha podido dejar de pensar y extrañar desde que lo vio por última vez es, Derek.

Tiene tantas emociones en él sin poder expresarlas con palabras que el único medio que encuentran para salir de él es a través de lágrimas. Lágrimas que no se había dado cuenta que comenzó a soltar hasta que Isaac borro algunas con sus pulgares y lo llevó nuevamente a su pecho.

-Shh, todo estará bien, te lo prometo- Dice el rubio en un susurro, como si fuera solo un secreto de los dos- Solucionaremos esto...

Sabe que la situación no mejorará simplemente con todos absorbiendo su dolor, pero prefiere no pensar en ello en ese momento y se deja llevar por la sensación que le brinda el abrazo que todos están compartiendo. El hecho de que ahora no sea solo Isaac el que este absorbiendo su dolor, sino que toda la manda, incluidos Scott y Malia, hace que se sienta relajado como no a estado en semanas, casi no siente dolor y pronto su cuerpo se encuentra laxo tranquilo, como si estuviera flotando. Lo que hace que sea difícil no dejarse llevar por el sueño, toda la manada unida hace que se sienta tan seguro como cuando Derek lo abrazaba, por lo cual no es muy difícil dejarse llevar por el cansancio.

Es esta reacción consciente o inconsciente de Stiles, lo que hace que Noah frene su primer impulso inmediato de sacarlos a todos de la casa de su hijo. Le apena no cumplir con la única petición que Stiles le hizo desde un primer momento, pero no puede apartar a la manada de su hijo ahora, no cuando parece estar tan aliviado y relajado.

Así que dejando a un lado su postura de padre protector, que sabe que ha adoptado a lo largo de su vida cada vez que su pequeño tiene algún problema, deja salir una media sonrisa y se acerca a Melissa, quien aún mira la escena algo impactada.

-Dejemos a los chicos descansar un rato- Habla el hombre tomando la mano de su pareja- ¿Me acompañas al patio?- Le pide suavemente cuando Melissa parece reticente a dejar la habitación- Necesito tomar un poco de aire y despejarme

-Esta bien vallamos a tomar un poco de aire- Asiente de acuerdo

Ya saliendo de la habitación, entornando la puerta para darle cierta privacidad a la manada, Noah no puede evitar darle un último vistazo a su hijo, quien duerme aferrado a las más cercanos pero relajado y con un esbozo de sonrisa. Esto lo hace pensar que al fin de cuentas dejar a la manada estar cerca de su hijo es la mejor decisión que puede tomar, después de todo que no hay nada mejor para Stiles que estar con la manada. Les agradece enormemente que sean tan leales con su hijo y que estén dispuestos a mitigar parte de su dolor, ya que sabe que eso les causa dolor a ellos mismos. Desea que en cada minuto del día alguno de ellos esté absorbiendo su dolor, para no tener que ver otra vez ese dolor en los ojos de su pequeño.

Ver a su hijo relajar cada músculo de su cuerpo al de dejar que el sueño lo lleve tan tranquilamente, hace que el hombre anhela tener aquella habilidad de absorber el dolor de otros. Desearía poder ser él mismo la causa de esa tranquilidad en Stiles.

Es este pensamiento el que queda rondando en su cabeza el resto de la tarde, mientras sigue la simple rutina de su día a día junto a Melissa, quien sabe se ha empeñado en sacarle cualquier tipo de sonrisa, lo cual ama de ella. Lograr que se distraiga un poco de la situación y que se sienta más esperanzado y tranquilo con respecto a la situación de Stiles. Pero al caer la noche su pensamiento inicial, aquel de poder ayudar a las personas que ama como lo hacen los hombres lobo no abandona sus pensamientos. Lo que lo lleva a tener largas horas de insomnio pensamientos dando vuelta en su cabeza, todos girando en torno a la posibilidad de convertirse en un hombre lobo. Para cuando los primeros rayos de sol comienzan a entrar por la ventana de la habitación de invitados de la casa de Stiles, Noah Stilinski ha tomado una decisión. Si Stiles, si su hijo se recupera no dudara ni un segundo en pedirle a Scott que lo haga un beta más de su manada, porque no piensa desperdiciar ni un minuto más de su vida, piensa vivir una vida próspera y plena junto a su querido hijo, la luz de sus ojos.

Lo que no quiero perder (PAUSADA)Where stories live. Discover now