HOTLINE [Kaisoo]

8. Despedida de soltero (parte uno)

—¿Discutiste con tu novio?

Jongin sostuvo la mirada de su hermano.

—Jongdae, ya te dije que no estoy saliendo con nadie.

—¿Y entonces qué tienes?

Jongin suspiró y se acurrucó en posición fetal en el sofá de Junmyeon. No estaba de humor para su familia, ni para nada. Ni siquiera sabía para qué su hermano mayor los había citado en su departamento esa noche.

—No sé, debe ser cansancio —murmuró.

—Esta noche no puedes estar cansado —Junmyeon intervino saliendo de su habitación completamente arreglado, parecía listo para una noche de fiesta, aunque sus hermanos aún iban en traje de oficina.

—¿Por qué no? —Jongin miró a Junmyeon con extrañeza.

—Porque hoy es la despedida de soltero de Jongdae.

¿Que?

—Pero, habías dicho que no querías una —Jongin reprochó a Jongdae. 

El susodicho hizo un gesto de rendición.

—Es que me parece innecesario, pero Junmyeon no deja de joder.

—¿Quién en su sano juicio rechaza una fiesta en su honor? —Minseok dijo desde el sofá más alejado. 

Minseok había tan estado callado en su rincón que los hermanos casi habían olvidado que se encontraba ahí.

—Lo único que ustedes buscan es una excusa para irse de fiesta en pleno miércoles —Jongdae los acusó.

—Vamos Jongdae, hasta papá vendrá —Junmyeon intentó convencerlo.

—¿¡Papá!? —Jongin y Jongdae exclamaron asombrados.

—¿Cómo lo convenciste? —Jongdae preguntó.

—No lo convencí, él quería venir —Junmyeon aseguró.

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Aunque ninguno de sus hermanos estuvo completamente de acuerdo con la celebración, Junmyeon los obligó a meterse en su camioneta y condujo por la ciudad llena de vida nocturna hasta un conocido bar en donde pudieran festejar los últimos días de soltería de Jongdae.

Cuando Junmyeon ingresó al estacionamiento del bar, Jongdae observó el letrero de neón y frunció el ceño. Él no solía frecuentar ese tipo de lugares, pero había una señal particularmente especial en este.

—Me trajeron a un bar gay —protestó desde el asiento trasero de la camioneta.

—Pues la mayoría somos... —Junmyeon murmuró.

—A mí no me importa —su padre dijo—. ¡Yo solo quiero beber!

Jongin sonrió y golpeó el hombro de Jongdae.

—No te preocupes —Minseok se hizo escuchar desde el asiento del copiloto—, nadie va a mirarte mal por ser hetero.

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A pesar de la forma en que había terminado en ese lugar, Jongin no estaba pasándola tan mal. Junmyeon y Minseok se encargaban de guiar una amena conversación y su padre estaba teniendo éxito con las bebidas patrocinadas por babys en busca de un daddy, por supuesto que él pensaba que la gente alrededor solo estaba siendo muy amable con un hombre mayor.