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Capítulo 13: Reencuentro.

La imagen en el espejo devolvió una cara pálida y demacrada, el labio inferior tenía un corte y un poco más arriba el color púrpura cubría su mejilla. Eunwoo miró su rostro, la sensación de Déjà vu lo invadió, la diferencia es que esta vez no hizo ningún esfuerzo por cubrir las heridas ni de tratar de fingir que estaba bien, porque no lo estaba.

¿La felicidad que había experimentado hace un par de días sólo había sido un sueño? ¿Una simple fantasía?

Volvió a mirar los golpes en su rostro. No, nada de eso había sido un sueño, el dolor punzante en su cuerpo le recordó que todo lo que había vivido al lado de Bin era real, y así mismo, que todo lo que le fue arrebatado también lo era.

Al final, no pudo hacer nada. Bin fue arrastrado lejos de él frente a sus propios ojos y todas las promesas que se hicieron fueron rotas por la fuerza, por el egoísmo de sus padres.

Es como si estuvieran pagando una condena sin siquiera saberlo, su amor los hacía sufrir, los tenía en agonía y aún así, no eran capaces de renunciar a él. No querían.

Sobre todo él, la conexión que había establecido con el menor era la única cosa buena que le había pasado en su vida plagada de desgracias. Si perdía eso, no le quedaría nada.

Antes de conocer a Bin estaba completamente solo, no tenía en quién confiar, no sabía que podía reír con tanta fuerza ni amar con tanta intensidad.

Antes de Bin, no había nada, estaba vacío. Y después de él, lo tuvo todo.

¿Era realmente su amor lo que los condenaba a la tragedia y la infelicidad?

No, no era así.

Ellos ya eran bastante infelices desde antes de comenzar a relacionarse, fue la insatisfacción que tenían con sus vidas lo que los había llevado a unirse en primer lugar. Nada de esto era su culpa, los únicos culpables eran aquellos que se movían por sus propios intereses, sin importarles a quién pisotearan en el camino.

Los únicos culpables eran sus padres.

El ardor lo llenó lentamente hasta que el fuego de la furia recorrió todo su cuerpo.

-"¿Vas a amarme siempre?"-La voz de Bin llegó a su cabeza como una chispa que alimenta el incendio.

-"Siempre"-su propia voz se oyó como una segunda ráfaga.

No podía quedarse aquí, tenía cosas que hacer, promesas que cumplir.

Miró una vez más su reflejo en el espejo y para su sorpresa el muchacho demacrado ya no estaba ahí, se había esfumado, en su lugar, encontró un par de ojos ardiendo con determinación y un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperar al amor de su vida.

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La comida al lado de su cama estaba intacta, en cualquier momento entrarían las empleadas y se lo llevarían tal y como lo trajeron.

El apetito es fácil de perder cuando el cuerpo está concentrado en otras cosas, por ejemplo, la enorme tristeza que llenaba su pecho y le hacía querer arrancarlo de él para dejar de sentir. Si no tuviera emociones como su padre quizás no estaría sufriendo tanto como lo estaba haciendo ahora.

Negó con la cabeza inmediatamente después de tener ese pensamiento intrusivo.

No, si no tuviera emociones hubiera sido incapaz de enamorarse de Eunwoo. Y aunque en estos momentos estaba lleno de dolor, ese sentimiento estaba conectado al amor que tenía por el mayor. Renunciar a sentir también sería renunciar a los sentimientos que tenía por el otro y Bin no podía permitir eso.