Prólogo: El futuro que imaginamos juntos.

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La niña mantuvo la mirada fija en la fotografía que estaba en medio de la pared blanca, esa que se encuentra junto a la inmensa colección de fotografías tomadas por su padre. No es que sea especialmente bella para que atrape su atención, pero resalta demasiado porque se ve fuera de lugar, sobre todo porque no parece ser una de las obras de su padre.

Mientras los otros cuadros son retratos de personas, esta fotografía en particular parece la nota vieja de un periódico extranjero, en ella se encuentra la figura borrosa de dos hombres tomados de la mano mientras huyen en la oscuridad de la noche, se siente más como ver una pintura que una fotografía.

Juliet no entiende porque su padre conservaría algo tan trivial y lo consideraría lo suficientemente valioso para enmarcarlo y colgarlo en su pared. ¿Qué tenía esta fotografía de especial?

-"Matt"-lo llamó mientras clavaba sus grandes ojos verdes en la foto.

Su padre despegó la mirada de la computadora, alzó una ceja y la miró con una expresión divertida en su rostro.

-"Sé que ya tienes 7 años, Juliet. Pero aún eres demasiado joven para entrar en una etapa rebelde y comenzar a llamarme por mi nombre" -Matt se quejó, aunque sólo estaba bromeando.

Juliet hizo una mueca de desacuerdo, pero no contradijo a su padre -"Papá"-volvió a llamarlo y señaló el cuadro en el que había estado inmersa -"¿Quienes son las personas que salen en esa fotografía?".

Matt dirigió la mirada hacia donde su hija apuntaba y sonrió con nostalgia al ver lo que había atrapado el interés de la niña.

-"Son unos amigos muy queridos"-dijo con simpleza. Más por la expresión de su hija intuyó que esa explicación no era suficiente. Suspiró y se levantó para acercarse a la pared y apreciar más de cerca el cuadro, parecía que había sido ayer cuando había leído la nota, pero ya habían pasado más de 11 años desde entonces.

-"¿Por qué conservas una fotografía en la que tus amigos no pueden verse con claridad?"-La niña no lo entendía, si eran amigos preciados debería tener una mejor foto de ellos, una dónde se pudieran ver sus rostros al menos.

Matt soltó una risa ligera ante la aplastante lógica de su hija y acarició su cabeza con ternura.

-"Es porque esta fotografía es un recuerdo de una historia de amor"-dijo suavemente -"De la mejor historia de amor que conozco".

Juliet abrió sus ojos llena de curiosidad.

-"¿Puedes contarmela?"-su voz se llenó de entusiasmo, amaba las historias de amor, eran sus favoritas.

Su padre asintió y se inclinó para estar a la altura de sus ojos.

-"Entonces, déjame contarte la historia de dos chicos que no podían estar juntos por culpa de sus familias"-comenzó con una voz de narrador -"Pero a pesar del dolor, la tristeza y las dificultades, pudieron superar las adversidades y se eligieron mutuamente".

La niña inclinó la cabeza ligeramente confundida.

-"¿Como Romeo y Julieta? Suena como ellos"-dijo sin entusiasmo, pensando que su padre solo le iba a contar una historia que ya conocía.

Matt se rio divertido, definitivamente era su hija, porque fue el mismo pensamiento que tuvo cuando escuchó la historia de los labios de Bin.

-"Es mucho mejor que Romeo y Julieta"-prometió -"Porque ellos tuvieron un final feliz".

Después de eso comenzó a narrar la historia de amor de sus dos grandes amigos y mientras veía los ojos de su hija iluminarse o angustiarse a medida que escuchaba, supo que Juliet también estaría fascinada por esta historia de amor durante muchos años más, tal y cómo él lo estaba aún.

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